Brilla como la peor cantante
La actriz Meryl Streep hace de Florence Foster Jenkins, una dama que está convencida de ser una gran intérprete de ópera
El director Stephen Frears siempre se ha distinguido por encontrar la humanidad detrás de personajes que son consumidos por mentiras. Sean las de los criminales de filmes como “The Grifters” o “Dirty Pretty Things”, las manipulaciones peligrosas de aristócratas aburridos en “Dangerous Liaisons” o las ilusiones trágicas de protagonistas que no saben que están en un romance que está destinado a fracasar (“High Fidelity”, “Cheri”)
Lo otro que distingue la filmografía de este director británico es lograr interpretaciones excepcionales de las mejores actrices de este medio. Esto definitivamente es una muy buena noticia, considerando que su nuevo filme tiene a Meryl Streep interpretando a una mujer que está convencida de que es una gran cantante, una fantasía que genera comedia y tragedia de formas simultáneas.
En “Florence Foster Jenkins”, Frears presenta la historia verídica del personaje titular, una mujer de alta sociedad que estuvo toda su vida enamorada de las artes y cuya mayor fantasía fue ser celebrada como una gran cantante en las tablas de Carnegie Hall en el Nueva York justo después de la Segunda Guerra Mundial.
El guión presenta todas las tribulaciones cómicas que su segundo esposo Clay Bayfield tuvo que pasar para lograr que esto sucediera sin que la protagonista se diera cuenta que pasaría a la historia como una de las peores cantantes del mundo.
Aunque el filme definitivamente provee varias carcajadas, Frears y su excelente elenco van en busca de algo mucho más que una farsa ligera. Mucho se escribirá de como después de haber deslumbrado en musicales como “Into the Woods” y “Mama Mia”, Streep logra convertir las escenas donde “Florence” canta mal en “tours” de comedia. Sin embargo, lo que impresiona de la actriz en este papel sigue siendo lo que la ha convertido en una de las intérpretes más celebradas de la pantalla grande. Además de su facilidad magistral para la comedia, Streep se vuelve a transformar capturando la humanidad de una mujer que se deleita y se deja embriagar por un sueño imposible. La escena en que “Florence” revela cómo adquirió su temple para pelear por lo que quiere está destinada a romperle el corazón al público y activar una vez más a los fanáticos que la actriz tiene en la comunidad que vota para los Óscar.
Afortunadamente para el público, el filme es mucho más que un vehículo para el impresionante talento de su actriz principal. Como director, Frears una vez más confirma su destreza para navegar entre comedia y drama los momentos que ilustran como estos personajes se mienten a sí mismos. Esto le da a Hugh Grant la oportunidad de dar una de las mejores interpretaciones de su carrera. El matrimonio de “Jenkins” y “Bayfield” no es lo que aparenta y el actor hace maravillas balanceando las tendencias egoístas de su personaje con la devoción genuina que siente por “Florence”.
Al mismo nivel también se encuentra Simon Helberg, mejor conocido como “Howard” en la serie de televisión “The Big Bang Theory”. Aquí el actor interpreta a “Cosmo McMoon”, un joven que es contratado como pianista para las lecciones de canto de “Florence”. Al igual que Streep, el tra-
bajo del actor se destaca por su destreza cómica y por hacerle justicia al dilema moral de su personaje. “Cosmo” sueña con tener una carrera destacada como pianista, pero su compasión por “Florence” se convierte en su mayor obstáculo.
Aún con un elenco secundario de primera, el compás emocional de la producción está completamente en las manos de Streep. Sin el talento de esta actriz, sería una película de menor escala que probablemente pasaría desapercibida.
Afortunadamente la colaboración de Streep y Frears logra ser otro pequeño tesoro para las distinguidas filmografías de estos dos artistas.