Mutis tras asesinato de niña de tres años
Familiares y vecinos de menor asesinada el sábado no quisieron hablar sobre lo ocurrido
LOÍZA.- En el sector Los Pizarro, del barrio Medianía Baja que ubica en este municipio, imperaba ayer la ley del silencio.
Un día después del asesinato de una niña de tres años, identificada por la Policía como Nayeli Sofía Manso Fuentes, familiares y vecinos del barrio donde vivía la menor guardaban mutis sobre lo sucedido y la niña.
El sábado en la noche, mientras la pequeña viajaba en un vehículo junto a su madre, Amarilis Fuentes Rosario, de 23 años, y su padrastro, identificado por la Policía como Frankie Osorio Olmo, de 26, el carro fue baleado, alcanzando a la niña en la cabeza y el abdomen. El Nuevo Día llegó hasta la casa donde vivía la niña y allí se encontraban varios de sus familiares, pero ninguno quiso hablar.
La madre se encontraba en el lugar, pero le manifestó a este diario que no emitiría declaraciones. En horas de la mañana la joven había ido al Instituto de Ciencias Forenses, en Río Piedras, donde también dijo que no hablaría.
“Aquí nadie va a hablarles. Les recomiendo que sigan por ahí”, le dijo un familiar a este medio.
En una calle cercana, una mujer indicó que al abuelo “le dio un patatús” cuando se enteró de lo que le había ocurrido a su nieta. La mujer, que no quiso identificarse, comentó que los abuelos vivían cerca del lugar, pero en un área un tanto peligrosa.
“Lo único que te puedo decir es por qué esa gente (la madre de la niña y su pareja) se fueron a una iglesia tan lejos cuando aquí cerquita hay tantas otras iglesias”, comentó.
Según el reporte de la Policía, el suceso ocurrió en la carretera 6 de Loíza, mientras la pareja y la niña iban de camino a la Iglesia Casa Refugio de Adoración.
Mientras tanto, en un puesto de verduras, varias personas allí reunidas tampoco quisieron expresarse.
“No le puedo decir nada porque soy nuevo aquí y no se mucho sobre la gente de aquí”, se limitó a decir un joven a cargo del puesto.
El Nuevo Día supo que Osorio Olmo fue acusado en el 2013 a nivel federal por posesión de armas hurtadas en una zona escolar. El 10 de julio de 2014, el hombre fue sentenciado por el juez federal Francisco A. Besosa a seis meses de cárcel y tres años de libertad supervisada que aún cumple.
“Esperamos levantar evidencia que nos ayude a esclarecer este triste crimen”, comentó el comandante Jesús
Rivera, jefe del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Carolina. El alcalde de Loíza, Eddie Manso
Fuentes, por su parte, dijo desconocer quien era el padre de la niña que llevaba sus mismos apellidos.