El Nuevo Día

Cumpleaños 58 de un inmortal sin igual...

-

Cada día me convenzo más que cuando nació el 12 de septiembre de 1958, en Nueva York, hubo una estrella fugaz esa noche, casi invisible, que cayó en su cuna en fracciones de segundos, sin que nadie de su familia se diera cuenta, alumbrándo­la para que en plena niñez se transforma­ra en ring y fuera en marzo de 1976, específica­mente el 6, el monarca mundial más joven que ha habido en la historia: 17 años que parecían el doble por su técnica depurada y su madurez a la quinta potencia.

Me tocó ser testigo de su victoria frente a Antonio Cervantes, que llevaba 10 defensas al hilo del cetro junior welter de la AMB, en el Bithorn, escribiend­o ya para El Nuevo Día, y jamás olvidaré su rostro aniñado, tocado con acné juvenil, mirando sin pestañeos, ejecutando su faena con tal finura que convirtió el cuadriláte­ro en un lienzo, sus guantes en pinceles y su sudor en pintura dorada, pareciendo un artista renacentis­ta en vez de boxeador.

Sí, el hijo de Gregory y Clara, fallecidos ambos, fue genio y figura a tan temprana edad, frente a un ‘Kid Pambelé’ desmoraliz­ado, que su pueblo no lo ha sabido valorar cómo se merece; y ahora se fija más en su senilidad que en su pasado tan glorioso: también ha sido el de menos almanaques cumplidos en obtener dos y tres fajas universale­s; y en ser exaltado al Salón de la Fama con solo 39, en 1996, superado solamente por Salvador Sánchez, en 1991, al morir en un accidente de tránsito en México, a los 23, en 1982; o sea, que nadie ha superado a ‘El Radar’ entre las leyendas vivas dos veces.

Si bien es cierto que en 1990 le diagnostic­aron embriaguez de golpes, y posteriorm­ente un abanico de enfermedad­es amplísimo, inclusive diabetes y el mal de Parkinson, él, no dudo, segurament­e atesora en un pedacito de su cerebro un caudal inagotable de dignidad, de aquel orgullo natural que expelía por todos sus poros; y tiene que ser así porque los mimos actuales de su hermana Yvonne, convertida en su segunda madre, y auxiliada por su esposo Efraín y uno de sus nietos, le alimentan su espíritu, que no tiene el pestillo puesto, y, por el contrario, le mantiene abierta la puerta del paraíso eterno sin necesidad de morir; de ahí que no haya que llevar luto adelantado por Wilfredo Benítez, el feliz cumpleañer­o que hoy se habrá levantado sin saberlo, pero sí imaginándo­selo porque es campeón absoluto de su propio mundo de estatua viviente, con su físico diezmado, pero sin dejar de sonreírle a medias a su presente tan herido emocionalm­ente que, irónicamen­te, resulta en su única cura por sus ayeres hermosos e inolvidabl­es...

 ?? Chuchazo Chu García ??
Chuchazo Chu García
 ??  ?? Wilfred Benítez
Wilfred Benítez

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico