Apagón de poder en las Mayores
Desde 2013 nadie ha sido capaz de alcanzar la cifra de 50 cuadrangulares
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Q El béisbol de las Grandes Ligas experimentó un alza alarmante en cuadrangulares entre el 1996 hasta el 2007. Después de todo, ¿quién puede olvidar la impresionante guerra de jonrones entre Mark McGwire, Sammy Sosa y Barry Bonds?
McGwire y Sosa conectaron más de 60 jonrones por dos temporadas (1998 y 1999), y en el 2001 Bonds los sobrepasó con relativa facilidad al desparecer 73 bolas en la serie regular en uniforme de los Gigantes de San Francisco. En el 2000, los jugadores activos en las Mayores se combinaron para pegar 5,693 vuelacercas para un promedio de 1.17 jonrones por equipo, por juego, una nueva marca.
Un total de 47 bateadores sumaron 30 cuadrangulares o más ese año, lo que también se convirtió en un nuevo récord en las Mayores. Sin embargo, luego de la campaña de 2013 en la que
conectó 53 jonrones, ningún otro jugador ha llegado a la cifra de 50 hasta el presente. ¿Hay maneras de explicar esta tendencia?
El historiador y estadístico Jossie Alvarado ofreció varias razones por las cuales en las Grandes Ligas no se ha visto un jugador con 50 jonrones o más por las pasadas tres temporadas, desde las constantes pruebas de dopaje que le son requeridas a los jugadores hasta la especialización de los lanzadores y el aumento en velocidad y poder de los tiradores a través de los años.
“Una de las razones puede ser por la exigencia de MLB de realizar más pruebas de dopaje a los peloteros. Han sido más consistentes con las pruebas. Los bateadores que pegan 50 jonrones o más en un año son cada vez más escasos. Chris Davis dio 53 jonrones en el 2013, pero viste que dio un positivo y cumplió el castigo. No soy de los que opina que es por las pruebas de dopaje, pero sí entiendo que pudo haber sido (los totales de jonrones altos mediante el uso de esteroides)”, dijo Alvarado a El Nuevo Día.
Otra razón podría ser que la cantidad de lanzadores que tiran a 95 millas por hora o más aumentó en un 150 por ciento desde el 2007, al pasar de 41 tiradores con esa velocidad, a 103 en el 2014, según una investigación del portal SBNation.com. Y, a medida que transcurre el partido, la velocidad va en aumento.
“Ahora los abridores, por lo general, trabajan seis entradas, luego entra un relevista corto para la siete, luego entra el setup man para la octava y en la novena llega el closer. El abridor puede ser uno de (lanzamientos de) 90 y pico de millas, y a medida que avanza el partido el bateador se enfrenta a lanzadores que también van aumentando su velocidad, hasta llegar al de la novena entrada, pues una buena parte de los lanzadores que llegan o sobrepasan las 100 millas por hora son los closers”, sostuvo Alvarado. El veterano dirigente y exjugador
“Hoy día hay muchos lanzadores que tiran durísimo, sobre las 95 millas, y antes eso no se veía mucho, por lo que puede que eso sea un factor” MAKO OLIVERAS Dirigente
Mako Oliveras también resaltó la labor de los lanzadores de poder como un factor en la reducción de bateadores con 50 jonrones o más.
“Hoy día hay muchos lanzadores que tiran durísimo, sobre las 95 millas, y antes eso no se veía mucho, por lo que puede que eso sea un factor para que no hayan tantos jonrones. Ahora mismo no hay jonroneros como los había antes, que tu sabías que terminarían con 40 o 50 cuadrangulares”, dijo Oliveras.
“Ahora puedes salir de un buen abridor, solo para enfrentarte a un relevista que es más fuerte. Los abridores ahora tiran cinco o seis entradas, viene un relevista corto, el setup man y el taponero, y cuando vienes a ver, los bateadores se enfrentan, en un solo juego, a diferentes lanzadores con diferentes velocidades. Eso también puede ser un factor”, añadió.
POTENCIAL LATENTE. Si bien es cierto que han transcurrido tres temporadas desde la última vez que un bateador llegó a los 50 jonrones, también es cierto que el número de bateadores con 25 a 49 jonrones por campaña ha ido en aumento.
En el 2013, cuando Davis conectó 53 vuelacercas, Miguel Cabrera sumó 44, 12 peloteros batearon entre 30 a 36, y 56 atletas se fueron para la calle entre 20 a 29 ocasiones. Para el 2014, Nelson Cruz consiguió 40 jonrones, 10 jugadores conectaron entre 30 a 37 vuelacer- cas y 46 finalizaron entre 20 a 29. El patrón continuó el año pasado: Davis explotó para 47 jonrones, Cruz le siguió con 44, Nolan Arenado y Bryce Harper sumaron 42, y cinco peloteros obtuvieron entre 40 a 41. Once jugadores estuvieron entre 30 a 39. Y en lo que va de este año, Mark Trumbo lleva 43, Brian Dozier y Edwin Encarnación ostentan 42 cada uno y Khris Davis lleva 40; la friolera de 26 están entre los 30 a 39 bambinazos, y hay 51 jugadores con, al menos, 26 vuelacercas. Pese a que nadie ha llegado a los 50 en los últimos tres años, el periódico The New York Times encontró que, este año, la liga lleva buen paso para igualar o rebasar el promedio de jonrones por equipo, por juego, que se estableció en el 2000, lo que contrasta grandemente con el promedio de 0.86 que se estableció en el 2014 y que es promedio más bajo desde el 1992.
Un dato curioso es que la mayoría de los líderes en jonrones en las pasadas tres temporadas ostenta promedios ofensivos de .250 a .280, y al tomar en consideración que el total de ponches por año ha ido en aumento en los pasados tres años, los bateadores aceptan un porcentaje de ponches más alto con la meta de realizar swings de poder en busca de jonrones.
“Como está la cuestión del control y pruebas sobre el uso de esteroides y la calidad de los lanzadores, creo que va a ser difícil (ver jugadores llegar a los 50 jonrones), aunque en el béisbol no hay nada escrito y a lo mejor viene mañana un jugador y sale disparado. Trevor Story comenzó dando palos y la gente decía que llegaría a 50, pero le tomaron la vena. El béisbol hoy día es muy sofisticado, hay mucho análisis de tendencias y los lanzadores, con los scouting reports, colocan sus envíos donde los tienen que colocar. Y si les enseñas una debilidad la van a aprovechar y por ahí es que van a atacar”, resaltó Oliveras.