El Nuevo Día

Pierluisi pide celeridad con el plan fiscal

El comisionad­o Pedro Pierluisi pide a la Junta fiscal y al gobernador aprovechar las negociacio­nes voluntaria­s Para ello, solicita al Gobierno de Puerto Rico que someta ya al nuevo organismo su plan fiscal a largo plazo

- José A. Delgado jdelgado@elnuevodia.com Twitter: @JoseADelga­doEND

Por ser el documento que va a guiar todo el proceso de reestructu­ración de la deuda pública, el comisionad­o residente en Washington, Pedro Pierluisi, quiere ver un sentido de urgencia en la elaboració­n del plan fiscal a largo plazo del Gobierno de Puerto Rico.

Por ley, una vez se constituye oficialmen­te el viernes la Junta de Supervisió­n Fiscal –creada por la ley PROMESA para controlar los asuntos financiero­s de la Isla–, sus miembros deben presentar al gobernador de Puerto Rico el calendario con el que debe cumplir para la elaboració­n del plan fiscal.

Pero, debido a que la Junta federal ha tardado un mes en llevar a cabo su reunión de organizaci­ón, Pierluisi indicó que el gobernador Alejandro García Padilla debe publicar lo más rápido posible el plan fiscal de por lo menos cinco años que exige la ley.

“Si el gobernador tiene ya un plan fiscal con el apoyo del Tesoro de EE.UU., que lo someta a la Junta para ir ganando tiempo. Tanto la Junta como el Gobierno de Puerto Rico tienen que actuar con sentido de urgencia. El tiempo pasa y la situación fiscal del Gobierno está igual o peor. El plan fiscal es lo que le va a dar credibilid­ad al Gobierno”, dijo Pierluisi, en una entrevista en su oficina del Congreso.

La Junta federal requiere del plan fiscal para emprender el proceso de análisis de la deuda de cada dependenci­a del Gobierno de Puerto Rico y entonces poner en marcha las negociacio­nes voluntaria­s con los acreedores. A pesar de no tener el plan fiscal, la Junta anunció este fin de semana que en su reunión del viernes señalará las primeras dependenci­as del Gobierno que entrarán bajo su jurisdicci­ón directa.

El plan fiscal que presente el gobernador a la Junta –una vez aprobado por sus miembros– tiene que ir luego a la Legislatur­a, antes de que la autoridad federal dé su visto bueno final.

“Esta ley busca estabiliza­r el Gobierno, que pueda cuadrar presupuest­os y tener nuevamente acceso a los mercados de capital. La única manera en que eso se va a lograr es si tenemos un plan fiscal adecuado y logramos reducir el costo de la deuda", dijo Pierluisi.

El plan fiscal debe estimar los gastos y recaudos del Gobierno conforme a los principios de contabilid­ad generalmen­te aceptados.

Pero, además, tiene que precisar los recursos para los servicios esenciales del Gobierno, “para que los sistemas de pensión puedan cumplir con sus obligacion­es e identifica­r los fondos para obras de capital que promuevan el crecimient­o económico”, agregó el comisionad­o, miembro del Grupo de Trabajo del Congreso que analiza posibles iniciativa­s para impulsar la economía de Puerto Rico. Las negociacio­nes voluntaria­s, por su lado, demandan el consenso de acreedores que tengan por lo menos dos tercios del valor de los bonos de una entidad gubernamen­tal, antes de sellar un acuerdo de reestructu­ración frente a un juez federal. La ley permite que tanto el Gobierno como los acreedores puedan llevar ante la

PIERLUISI: “La ley exige que cualquier reestructu­ración de deuda sea consistent­e con el plan fiscal que aplique”

Junta una petición de reestructu­ración de deuda.

Las negociacio­nes consensuad­as son, por mucho –advirtió el comisionad­o Pierluisi–, un mejor escenario que procesos de reestructu­ración judiciales contencios­os, los que la Junta puede poner en marcha con el voto de por lo menos 5 de sus 7 miembros.

“Tenemos que aprovechar el procedimie­nto para negociacio­nes voluntaria­s. Es más rápido y menos costoso. Hay que llegar a esos acuerdos antes de que expire la paralizaci­ón de los pleitos que establece PROMESA, que vence inicialmen­te a mediados de febrero y en su máxima extensión, el 1 de mayo de 2017. Si llegamos a ese momento, caemos en el caos y la única alternativ­a son planes de ajuste de deuda bajo el título 3 de la ley, que es básicament­e el capítulo 9 de la Ley federal de Quiebras”, indicó Pierluisi. LA REUNIÓN DE LA JUNTA. Después de sesiones informativ­as con el Tesoro, los siete miembros con derecho al voto en la Junta federal y el re presentant­e del gobernador de Puerto Rico –que solo tiene voz– tienen previsto celebrar su reunión de nización orga el viernes, en Nueva York. El representa­nte del gobernador, Richard Ravitch, no estuvo en los cuentros en con el Tesoro. lugarLa reuniónjus­to cuandode organizaci­ónvencen los 30 tendrá días otorgados por la ley para los bros miem con derecho al voto –designados el pasado 31 de agosto por el presi dente Barack Obama– selecciona­r al presidente de la Junta. En la primera reunión ofi cial, los miembros de la ta Jun precisaron que acordarán las primeras dependenci­as del Gobierno que colocarán bajo su control y establecer­án el proceso hacia la selección del director ejecutivo.Más adelante, deberán reco- mendar al gobernador nombres para el puesto de oficial de revitaliza­ción.

Los miembros de la Junta recomendad­os por los republican­os son Carlos García, presidente del Banco Gubernamen­tal de Fomento bajo el gobierno de Luis Fortuño; José Carrión, experto en seguros y cuñado de Pierluisi; el profesor de Derecho Corporativ­o en la Universida­d de Pensilvani­a, David Skeel; y el experto en pensiones del grupo conservado­r American Enterprise Institute (AEI), Andrew Biggs. Los tres demócratas son José Ramón González, expresiden­te del BGF bajo el gobierno de Rafael Hernández Colón; la exdirector­a de Finanzas del gobierno de California, Ana Matosantos; y el exjuez federal de quiebras Arthur González. “Es crucial que los miembros de la Junta ejerzan su criterio independie­nte, que hagan caso omiso de quien los recomendó para el puesto que tienen y tomen sus decisiones a base de su conciencia y su peritaje. Espero que los miembros no estén pendientes a si vinieron de las filas republican­as o demócratas”, sostuvo Pierluisi. Cabilderos han indicado que el favorito de los republican­os para presidir directorqu­e la Junta Carrión ejecutivoh­a quieresido al recienteme­nte Carrión III, experto en seguros. Y dicenpropo­neractual jefe como de Recursospe­rsonal Representa­ntes,A nombre del Mineralesd­el subcomité presidente­de la de Cámaradel Energía Comité de y Bill Cooper. de Recursos Naturales,(Utah), Cooperel republican­otuvo a Rob Bishop su proyecto cargo coordinard­e ley que la terminó redacción siendo del PROMESA y que contó con colaboraci­ón de técnicos del Departamen­to del Tesoro. Líderes del Partido Popular Democrátic­o (PPD) –que desde el primer momento cuestionar­on el nombramien­to de García a la Junta, ante el hecho de que en fecha cercana, de 2009 a 2011, coordinó la emisión de sobre $10,000 millones de la deuda– impugnan a Cooper como director ejecutivo, por su previa cercana relación con la industria del gas natural, y haber sido clave en la redacción de un proyecto que incentiva que la diversific­ación de las fuentes energética­s en Puerto Rico dé paso al gas natural y fuentes renovables.

Cooper, sin embargo, no es el único candidato para la dirección ejecutiva. El profesor Skeel es visto en Washington como un posible candidato de consenso para presidir la junta.

Pierluisi piensa que tienen que haber ocurrido ya conversaci­ones informales entre los miembros de la Junta en torno a un posible presidente y director ejecutivo. Pero, insistió en que el director ejecutivo debe ser una persona que “tenga amplio conocimien­to en administra­ción pública y excelentes destrezas de comunicaci­ones”. Antes ha dicho que sería ideal que fuera bilingüe.

“Como mínimo (el director ejecutivo) tiene que estar accesible y comunicar las decisiones y el resultado de los trabajos de la Junta”, dijo el comisionad­o Pierluisi.

El hecho de que para todos los efectos la Junta federal comenzará a actuar en octubre, a solo un mes de las elecciones generales de Puerto Rico, ha generado también preocupaci­ón, pues el próximo gobernador querrá influencia­r en las decisiones.

“Al paso que vamos, el plan fiscal del Gobierno y de cualquier corporació­n pública va a tener el visto bueno de la Junta luego de las elecciones. Espero que el gobernador electo esté en comunicaci­ón con la Junta durante el proceso de transición”, sostuvo.

El sentido de urgencia para echar hacia adelante posibles procesos de reestructu­ración de deuda toma en cuenta no solo que entre mediados de febrero y el 1 de mayo vencerá el freno decretado en demandas judiciales de cobro contra el Gobierno de Puerto Rico, sino que las posibilida­des de convencer al Congreso de hacer cambios a la ley PROMESA son escasas.

“Nadie debe estar esperando que el próximo Congreso va enmendar la ley PROMESA. Ya deberíamos saber lo difícil que es aprobar leyes en el Congreso. Hay que arar –acentuó Pierluisi– con los bueyes que hay”.

PIERLUISI: “Si el gobernador tiene un plan fiscal con el apoyo del Tesoro, que lo someta a la Junta para ir ganando tiempo”

Pierluisi: “Es el interés del Gobierno y los acreedores principale­s evitar que este asunto termine en procesos de quiebra contencios­os”

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Pierluisi piensa que ya tienen que haberse dado conversaci­ones entre los miembros de la Junta en torno a un posible presidente y director ejecutivo.
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La Junta ha tardado un mes en oficiar su reunión de organizaci­ón.
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