Tres puntos a tomar en cuenta...
PROMESA Y LA AEE
La ley congresional PROMESA, que estableció una Junta de Supervisión Fiscal que controlará los asuntos fiscales del Gobierno de Puerto Rico, establece que todo proyecto futuro de generación de energía eléctrica en la isla tiene que ser privado.
Algunos estudiosos del tema tienen el temor de que eso signifique que se aprueben grandes centrales de combustibles fósiles.
Luis Aníbal Avilés, expresidente de la Junta de Directores de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), dijo que el lenguaje de la ley se presta para que se aprueben grandes plantas de combustibles fósiles que aten al país a esas tecnologías por décadas.
ALTAMENTE EFICIENTE
La ley 57 de reforma energética impulsada por los senadores Eduardo Bhatia y Ramón Luis Nieves este cuatrienio establece que la AEE tiene que probar que puede producir energía de manera “altamente eficiente”.
El senador Nieves explicó que por “altamente eficiente” se entiende energía obtenida de fuentes renovables como el sol, el viento y el agua.
La propuesta de la ley es que si la AEE no está en condiciones financieras o técnicas de producir energía de manera “altamente eficiente” tiene que dar paso a proyectos privados que se rijan por esas tecnologías que ya son utilizadas con gran éxito en muchos países del mundo.
EL ACUERDO DE PARÍS
El Acuerdo de París, firmado en el 2015 en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, obliga a las naciones más industrializadas a financiar proyectos de países pequeños que quieran deshacerse de los altamente contaminantes combustibles fósiles para producir energía.
Rogelio Figueroa, experto en temas energéticos, cree que Puerto Rico puede beneficiarse de estos planes de financiamiento si se decide a apostar por las energías renovables.
Sin embargo, existe la duda de si Puerto Rico, que es un territorio de Estados Unidos, puede ser considerado “país” para esos fines.