¡Hora de la democracia!
Necesitamos un sistema de cuido, educación pública y post-secundaria gratuito, integrado y de excelencia. Los sistemas de cuido son caros e insuficientes. Las escuelas cuentan con un presupuesto considerable que no llega al salón. La Universidad de Puerto Rico sufre carencias que se han querido resolver aumentando el costo de los estudios.
Necesitamos legislar para que las empresas de más de cierto número de empleados provean cuido o paguen un impuesto que ayude a financiarlos. Necesitamos una reforma que evite los males de la burocracia y la privatización y que, a través de la participación activa de y la justicia salarial para los docentes, reconstruya la educación desde abajo reduciendo el tamaño de los grupos, dotando a los docentes del equipo necesario para cumplir con su misión y eliminando la burocracia, los subcontratos y los puestos de confianza innecesarios.
Debe crearse un gobierno universitario libre del control de La Fortaleza, respetarse la fórmula que determina el presupuesto de la UPR y aumentarse los recaudos del gobierno que pueden canalizarse hacia la educación. Eso exige una renegociación habilitante de la deuda (incluyendo auditoría y anulación de la deuda ilegítima), una reforma contributiva progresiva que recupere parte de la riqueza que se atesora improductivamente y una revisión de la política de exención contributiva que tolera la fuga de ganancias sin generar crecimiento.
Con estos recursos debemos movernos hacia una reducción de los costos de los estudios en la UPR, a la vez que negociamos que parte de lo que se recibe como parte de las becas Pell se convierta en aportaciones a la institución. En el contexto actual debemos apoyar las propuestas que en este sentido ha hecho el senador de Vermont, Bernie Sanders.