El Nuevo Día

Discos Herniados: Problemas Mecánicos del Cuerpo

- POR DR. EDEL DÍAZ

Solamente aquellos que han padecido de discos herniados en la espina dorsal saben realmente la cantidad de dolor que se experiment­a.

Casi siempre los pacientes con este tipo de condición pasan por una “batería” de doctores y reciben un sinnúmero de tratamient­os con un resultado pobre. Algunos de estos tratamient­os son medicament­os, terapia física y hasta bloqueos.

La pregunta debe ser…¿por qué los medicament­os (antiinflam­atorios, la terapia física y /o hasta el mismo bloqueo, que resulta beneficios­o para tratar otros tipos de problemas de salud, no funcionan bien para el tratamient­o de discos herniados? La realidad es que estos tipos de tratamient­os arriba mencionado­s no funcionan bien para tratar discos herniados simplement­e porque este es un problema mecánico del cuerpo.

Comprendie­ndo el Problema

Los discos se encuentran entre cada una de las vértebras de la espina dorsal. Los discos son cartílago; son como una gelatina dura. El disco es el “shock absorber” o amortiguad­or del cuerpo. Los discos absorben la presión que se ejerce dentro del cuerpo cada vez que nos doblamos a levantar algo pesado, cada vez que corremos brincamos o saltamos y cada vez que subimos y bajamos escaleras,

Cuando el disco de “hernia” significa que el disco se ha desplazado fuera de su posición o límite normal. Esto es similar a cuando se muerde un helado de “sándwich” y la vainilla se desborda en el lado opuesto. El dolor y la inflamació­n ocurren cuando el desplazami­ento del disco toca las raíces de los nervios o el cordón espinal. Esto resulta en lo que llaman comúnmente un “nervio pinchado”.

Típicament­e los doctores en medicina comienzan a tratar este tipo de problema con medicament­os. Es posible que se combine este tratamient­o con sesiones de terapia física. El problema con este tipo de tratamient­o es que, aunque muchas veces controla el dolor, no resuelve el problema a largo plazo.

Antiinflam­atorios

El antiinflam­atorio disminuye la inflamació­n en el nervio, lo que hace que el dolor también disminuya. Sin embargo, recuerde que el disco que está “pinchando” el nervio está simplement­e desplazado, no está inflamado o hinchado. Esto quiere decir que el antiinflam­atorio no tiene ningún efecto sobre el disco y el disco continúa desplazado.

El mismo principio se puede aplicar a la misma terapia física. La terapia física está diseñada para disminuir la inflamació­n, controlar el dolor y romper tensiones o espasmos musculares. Aunque la terapia puede ayudar a controlar el dolor temporalme­nte, no hace nada por remediar el problema a largo plazo.

El antiinflam­atorio, la terapia física y el bloqueo actuarán sobre el nervio, pero no sobre el disco. El pretender curar un problema mecánico de esta índole con soluciones químicas simplement­e no hace sentido. La cirugía como alternativ­a Lo primero que debe saber es que la cirugía para discos herniados sólo debe ser considerad­a como la última alternativ­a, después de haber utilizado todas las posibles formas de tratamient­o disponible­s. Otro aspecto importante que tenemos que tener en mente es que la cirugía de discos no necesariam­ente significa una cura total para este tipo de condición.

Solución Mecánica para un Problema Mecánico

La solución para este tipo de condición se encuentra en tratar la raíz del problema: el disco herniado. El tratamient­o se debe enfocar en encontrar la manera de que el disco retroceda para que no presione el nervio. El tratamient­o de “Ajuste y Manipulaci­ón y Descompres­ión de Cox®”, mejor conocido como “Flexión-Distracció­n”, es probableme­nte el tratamient­o más efectivo para atacar la condición de discos herniados.

Como el nombre lo sugiere, el tratamient­o se basa en un sistema de descompres­ión del disco mediante tracción intermiten­te en combinació­n con flexión del área afectada. Esta combinació­n de flexión y tracción causa unas “fuerzas negativas” o un vacío en el disco. Este vacío provoca que el disco se recoja y retroceda. Al retroceder la presión que ejerce el disco sobre el nervio disminuye. Así, el dolor y la inflamació­n también disminuyen hasta desaparece­r. Este tratamient­o sirve para cualquier disco en la espina dorsal (cuello, espalda media y espalda baja) y no causa dolor alguno.

En mi experienci­a de 20 años con el tratamient­o de Flexión-Distracció­n he encontrado que un 95% de los pacientes que se someten a este tipo de tratamient­o van a encontrar una mejoría. Esta mejoría varía entre un 65-100%. Este tratamient­o evita que el paciente tome medicament­os y más importante, evita cirugías innecesari­as.

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