El Nuevo Día

Voz empresaria­l: El poder que no ejercemos

Mientras se allana el camino para la venta de marihuana medicinal en Puerto Rico, el Gobierno mira su entrada a este nuevo mercado a través del lente de Colorado, estado que ya goza de una legislació­n que regula la comerciali­zación de este producto

- Antonio R. Gómez antonio.gomez@elnuevodia.com

Q Puerto Rico se prepara para encender la mecha de una multimillo­naria industria, posiblemen­te antes de que finalice este año 2016, con su incursión en el sector del cannabis medicinal.

En la elaboració­n de sus regulacion­es y en el diseño del modelo que podría adoptar la Isla para atender este sector emergente, Puerto Rico está mirando la legislació­n adoptada por Colorado, estado norteameri­cano que tras incursiona­r en el mercado del cannabis ha logrado aumentar sus recaudos, empleos y población, y en paralelo ha experiment­ado una reducción en los crímenes asociados al uso ilegal de la marihuana.

En Colorado, la marihuana medicinal es legal desde el año 2000, cuando se aprobó mediante enmienda constituci­onal. Desde el 2012, y por otra enmienda constituci­onal, se legalizó también el uso del cannabis recreacion­al.

Este es uno de 25 estados, incluyendo el Distrito de Columbia, donde el cannabis medicinal es legal y uno de los cuatro estados, donde es también legal su uso recreacion­al. Otros cinco estados: Arizona, California, Maine, Massachuse­tts y Nevada, votarán en noviembre para legalizar el uso recreacion­al de cannabis.

La razón por la que Colorado se ha convertido en el modelo a seguir para el desarrollo de esta industria es que fue el primero en regular, de forma estricta, el cannabis medicinal y luego su versión recreacion­al, con excelentes resultados. RESULTADOS INICIALES. Datos oficiales publicados en marzo de este año recogen la experienci­a aún reciente de la legalizaci­ón total de la marihuana en este estado, reconocien­do que todavía la data es insuficien­te.

Dos áreas resultan de gran interés para Puerto Rico, que son la económica y la actividad delictiva.

En lo que al gobierno respecta, el ingreso por impuestos cobrados sobre la venta del cannabis aumentó de $76.2 millones en el 2014 a $135.1 millones en el 2015, para un alza de 77% de un año a otro.

El mismo informe (Marijuana Legalizati­on in Colorado: Early Findings, Colorado Department of Public Safety, Division of Criminal Justice) destaca que en el 2015, y por disposició­n de ley, se destinaron $35.1 millones, provenient­es de esos impuestos sobre la marihuana, a un programa para la construcci­ón de escuelas.

En lo que respecta a la actividad delictiva, se reporta que los crímenes contra la propiedad se redujeron un 3% entre el 2009 y el 2014, mientras los crímenes violentos mermaron un 6% durante el mismo periodo.

El mismo informe indica que el total de casos radicados ante los tribunales por delitos relacionad­os con el uso o posesión de marihuana se redujeron de 11,903 en el 2006 a solo 1,954 en el 2015, para una baja de 84%.

Datos más recientes indican, por otro lado, que las ventas de cannabis alcanzaron hasta julio del presente año $720.4 millones, lo que superó la cifra para los mismos siete meses del 2015 en 34%. La distribuci­ón de esa venta fue $465 millones en recreativa y $255.4 millones en la medicinal.

Medios periodísti­cos en Colorado

“Lo nuestro todo es artesanal, realmente con ingredient­es de alta calidad” JENNY BAZZETA Directora de confección de Craft710

reportan, además, una baja en el mercado negro de este producto, como resultado de una marcada caída en su precio tras la legalizaci­ón.

Ese precio, se indica, bajó de los $3,500 que se pagaban por libra de marihuana en el pasado, a precios que fluctúan entre $1,000 y $1,500 la libra, lo que está desalentan­do la venta ilegal del cannabis en el estado.

Datos oficiales del gobierno federal colocan, mientras tanto, a Colorado como el segundo estado de mayor crecimient­o poblaciona­l con un alza de 1.9% entre 2014 y 2015. Dicho incremento duplicó el aumento poblaciona­l en Estados Unidos, que fue de 0.8%. Durante ese periodo su población aumentó en 101,000 personas. LUPA A COLORADO. En días recientes Negocios de El Nuevo Día tuvo la oportunida­d de visitar el estado de Colorado y conocer de cerca el funcionami­ento de esta naciente industria, los obstáculos que tuvo que superar, los problemas que aún enfrenta y las regulacion­es que la hacen única aún en Estados Unidos.

A través de los grupos Puerto Rico Legal Marijuana y Green Leaf & Associates, de Colorado, se tuvo la oportunida­d de llegar a lugares donde el público general no tiene acceso, y recibir informació­n sobre la industria de primera mano.

El recorrido y visitas incluyeron siembras y cultivos, plantas de procesamie­nto o extracción, dispensari­os donde venden tanto el producto medicinal como el recreativo y “cocinas” donde elaboran comestible­s a base del cannabis.

Lo primero que llama poderosame­nte la atención es el control absoluto del proceso por parte de las autoridade­s, particular­mente el Marijuana Enforcemen­t Department (MED). Esta entidad define su misión como la de “responsabl­emente, administra­r y hacer cumplir las leyes de la marihuana medicinal y recreativa en una forma justa y equitativa…”

ALTAMENTE REGULADO. El proceso de regulación es estricto y comienza prácticame­nte con la semilla. Desde que nace y crece la planta tiene que llevar un sello que la acompañará, a ella y a todo lo que se extraiga de la misma, hasta el consumidor final.

Ese sello permite controlar todo el proceso, desde la siembra a la elaboració­n del último producto, y su violación conlleva fuertes multas y una posible revocación de la licencia.

Se requiere, además, que todos los locales donde se maneja el producto y sus derivados, en todas sus etapas, tengan en función cámaras de alta definición, con capacidad para imprimir a color, para identifica­r personas.

Esas grabacione­s deben conservars­e por determinad­os periodos de tiempo para inspección por la MED.

Los protocolos de seguridad incluyen, también, el requisito estricto e inviolable de presentar identifica­ción con foto, fecha de nacimiento y fecha de expiración, para poder entrar a cualquiera de estos lugares, donde se requiere la firma de la persona.

Hay tres tipos de credencial­es por colores, que distinguen los niveles de acceso de propietari­os, directivos y empleados a las distintas áreas de trabajo de las empresas.

Las regulacion­es son múltiples y tienen que ver con todo, incluyendo empaques y rotulación de productos, inventario­s, expiración de aquellos elaborados, transporte y otros.

“Dado el hecho de que esta industria siempre ha estado en el mercado negro, cumplir con las regulacion­es es siempre importante para que la gente tome en serio de que se trata de un

“Recibimos entre 300 y 400 clientes cada día en nuestro dispensari­o” BRANDON BANKS Dueño de dispensari­o

negocio real y viable”, afirmó Tom

Gómez, oficial de cumplimien­to de una de estas empresas al recalcar el interés de la industria en cumplir.

Explica Gómez que estas regulacion­es persiguen que la gente que entre a la industria “sea genuinamen­te gente de negocio y no el cuco que la gente percibe y que muchas veces le teme”.

El experto contrastó la situación de este estado con experienci­as anteriores. “California tenía reglas muy laxas y Colorado está tratando de llenar algunas de esas lagunas”, dice.

“Algunas veces exageran con las reglas, pero es importante mostrarle a la gente que se está dispuesto a cumplir con los distintos protocolos y procedimie­ntos”, sostuvo.

LA SIEMBRA. Las visitas incluyeron varias siembras, todas en ambientes controlado­s. Sobresalen en estas instalacio­nes los distintos tipos de iluminació­n, según las etapas de crecimient­o de la planta, al igual que los sistemas para alimentarl­as.

También es evidente la separación por fases de desarrollo y la existencia de salones separados para el secado y el procesamie­nto para la venta.

Hay cuartos especializ­ados donde se manejan distintos niveles de CO2, (dióxido de carbono) que aseguran, “gusta” mucho a las plantas y les ayuda a crecer saludables, por lo que se imponen otros rigurosos criterios de seguridad en torno a esas áreas.

Sobresale en estos negocios la figura del “Master Grower” que es la persona responsabl­e de la calidad del cultivo, incluyendo el manejo de la siembra y la cosecha, atendiendo en el proceso las necesidade­s de las diferentes variedades.

LA EXTRACCIÓN. El proceso para obtener el valioso contenido de la planta varía entre empresas, pero el objetivo es el mismo: “extraer todo el producto posible mediante un proceso de extracción”, dice uno de los expertos.

Para ello, algunos utilizan etanol, mientras que otros prefieren butano. Ambos facilitan la extracción del aceite que contiene los cannabinoi­des y que es la base para la gran variedad de productos que se elaboran de la planta de marihuana.

Tras la extracción de ese aceite, se utilizan procesos químicos para eliminar del mismo el etanol, el butano o la sustancia que se utilizó y se lleva el producto a más de un 90% de pureza.

Las regulacion­es, aseguran los entrevista­dos, permiten hasta un máximo de 800 partes por millón de estos químicos en el aceite o “hash” que se extrae de la planta. Todo producto que exceda ese límite tiene que ser desechado y el análisis se hace a diario en laboratori­os privados que son regulados por el gobierno.

Extraído este producto de la planta, se le trata de distintas formas utilizando mayormente calor, para obtener distintos grados de consistenc­ia.

Lo que resulta de este proceso se utiliza para elaborar una enorme gama de productos, incluyendo comestible­s, medicament­os y las distintas formas de consumo del cannabis.

LA COCINA. Los comestible­s son quizás el renglón de mayor crecimient­o y variedad en la industria del cannabis. La creativida­d en este campo es infinita y es normal ver en los dispensari­os (tiendas) gran cantidad de productos para todos los gustos y de múltiples sabores.

La Chef Jenny Bazzeta, es la directora de confección de comestible­s de la empresa Craft710. Es oriunda de San Luis y cuenta con amplia experienci­a en el campo de elaboració­n de dulces. Desde fines del pasado año labora con esta empresa en el diseño de sus comestible­s.

Asegura que en su confección no hay nada de productos genéricos. “Lo nuestro todo es artesanal realmente, con ingredient­es de alta calidad. Estamos buscando algo distinto a lo tradiciona­l”, afirmó orgullosa.

“Hay que saber de dulces. Este fue un proceso de investigac­ión y desarrollo hasta llegar a los productos”.

Es su primera experienci­a en esta industria y asegura que “esta empresa es muy profesiona­l, es algo muy diferente... y tienes que estar al día con todas las regulacion­es”.

Los productos que elabora Bazzeta son chocolates, caramelos y “gum-

“A los jóvenes les encanta lo que hacemos aquí” JONATHAN Empleado boricua de Lazy Lion

mies” con raspberry. “No hay nada artificial, no tienen preservati­vos; es miel, azúcar, cosas naturales”, subrayó.

“Usted quiere ofrecer la mejor calidad de producto. No haga menos (de eso) porque probableme­nte saldrá del negocio y sabemos lo que la gente está esperando”, sostuvo Bazzeta. LOS DISPENSARI­OS. El contacto del consumidor final con los productos de cannabis se da en el dispensari­o o la tienda donde se distribuye­n los mismos al detal.

En Colorado los hay de todos los tamaños y para todos los gustos. A la fecha del citado informe habían 365 de estos solo en el condado de Denver. Superan los 530 en todo el estado.

El más llamativo entre los visitados es el “Cannabis SuperStore”, que es considerad­o como la “megatienda” para estos productos.

El mismo ofrece toda la variedad imaginable de comestible­s y productos médicos para los que tienen los certificad­os para comprarlos y otros, que también están diseñados para atender dolencias, pero que son para la venta al público en general.

Al igual que en el resto de estas tiendas hay disponibil­idad de marihuana de distintos tipos y distintos precios. Los visitantes pueden abrir los envases de esta, olerla, pero no tocarla. Hay límites en la cantidad que se puede comprar por visita.

Los ciudadanos de Colorado tienen derecho a sembrar hasta seis matas de marihuana en su hogar o propiedad para su uso personal, por lo que algunos de estos dispensari­os o tiendas les venden también las semillas.

Completan la oferta en estas tiendas los distintos instrument­os que pueden utilizarse para el consumo del cannabis. De estos es también sumamente amplia la variedad.

La entrada a estos establecim­ientos está estrictame­nte reglamenta­da. Solo se permiten mayores de 21 años de edad, hay que presentar identifica­ción oficial que así lo certifique y toda la actividad es grabada por cámaras.

Entre las múltiples regulacion­es que se le aplican a estos establecim­ientos se incluye un estricto manejo y registro de inventario, que tiene que actualizar­se diariament­e.

Se trata de negocios que están creciendo aceleradam­ente en popularida­d, que están presentes en muchas comunidade­s y que envuelven sumas millonaria­s de dinero.

Brandon Banks, dueño de Sources, uno de estos dispensari­os, aseguró que su tienda la visitan entre 300 y 400 clientes diariament­e. OPORTUNIDA­D EN PUERTO RICO. “Yo entiendo que para Puerto Rico es una oportunida­d única. Primero por la parte medicinal, porque solamente de cáncer hay sobre 100,000 pacientes, que es una sola de las 14 condicione­s. Si las sumamos todas, podríamos estar proveyéndo­le cannabis a 1.5 millones de personas, que se podrían beneficiar”, afirmó a El Nuevo Día, el portavoz de Puerto Rico Legal Marijuana, Goodwin Aldarondo.

Esa proyección, dijo, es “sin incluir el turismo médico, que ya existe sin el cannabis”.

Sobre la aportación que podría hacer esta industria a la economía afirmó que “es la única opción que tenemos sobre la mesa para poder generar ingresos. Ya en solicitude­s para licencias tiene que haber por lo menos medio millón de dólares, para empezar”, agregó, refiriéndo­se a los ingresos que puede recibir el Gobierno.

Contrastó la situación que atraviesa la Isla en estos momentos con la del estado de Colorado, donde dijo “hay grúas en cada esquina que tú miras, nuevas edificacio­nes, nuevos apartament­os. Se mudan para allá 11,000 personas al mes. Eso genera empleos, necesidad de comida, de vivienda, de escuela, de servicios. Es un ‘boom’, y ha bajado algo, porque antes eran 5,000 semanales. Mientras eso ocurre, la gente se está yendo de Puerto Rico”.

Puerto Rico Legal Marihuana, explicó Aldarondo, es una organizaci­ón sin fines de lucro “que se dedica a educar, conciencia­r, certificar y dar seminarios a cualquier profesiona­l o persona que esté interesada en introducir­se en la industria del cannabis medicinal en Puerto Rico”.

Informó que la organizaci­ón está otorgando las certificac­iones de licencia ocupaciona­l requeridas por el Departamen­to de Salud para poder trabajar en la industria del cannabis y la certificac­ión para los médicos que quieran recetarlo.

A su juicio, hay gran interés en la Isla por esta nueva industria y aseveró que ya hay radicadas más de 30 solicitude­s para los distintos tipos de licencias que se emitirán, y que incluyen siembra, manufactur­a y dispensari­os.

Aldarondo pronosticó que Puerto Rico tendrá su primera siembra de marihuana medicinal durante el presente año. “La cosa, a pesar de que va poco a poco, ya arrancó”, afirmó.

“Cumplir las regulacion­es es importante para que la gente tome en serio que es un negocio real” TOM GÓMEZ Oficial de cumplimien­to de Colorado

ASESORÍA PARA INTERESADO­S. Como abogado, Aldarondo ofrece asesoría legal a los interesado­s en participar de este negocio, por lo que conoce de cerca el proceso.

“He dedicado mi carrera como abogado a consultar a personas que quieran tener su licencia de cannabis, ya sea para dispensari­o, manufactur­a,

“Esta industria ha cambiado definitiva­mente nuestra comunidad” BENJAMÍN IBARRA Green Leaf Associates

extracción o cultivo”, señaló.

El experto sostuvo que no es necesario tener gran capital ni tener “buenas palas” para participar y beneficiar­se de este prometedor negocio. Advirtió, sin embargo, que las estrictas regulacion­es y la necesidad de recursos especializ­ados pueden dificultar la entrada al mismo.

“Hay de todo entre los interesado­s. Tengo dos clientes, que ya le preaprobar­on la licencia de cultivo y son personas humildes, que no tienen pala política, que no tienen cabildeo, y consiguier­on su preaprobac­ión”, dijo.

“Y tengo otros clientes que son compañías, que son un equipo, que tienen experienci­a en el área farmacéuti­ca o en el área de clínicas a pacientes”.

SOBRE LOS RETOS. Aldarondo relató que entre los obstáculos encontrado­s “es que son muchos requisitos y no es fácil cumplir con todos”.

Indicó que mucha gente, al entrar y enfrentars­e a la tarea de crear la propuesta se han dado cuenta de que no es tan fácil.

La razón para ello, explicó, es que se trata de “una industria nueva, que nunca se ha bregado en Puerto Rico de manera legal. Es altamente regulada, y exige un montón de cumplimien­tos y requisitos. Esa ha sido la mayor traba”, declaró.

“Necesito todo un equipo. Necesito un contable, un abogado, un master grower… para poder llevar un negocio que sea exitoso, y eso mucha gente no lo tiene”, precisó.

“No es tener dinero (solamente), no es tener la intención, es tenerlo todo para poderle decir a Salud yo voy a poder cumplir y mantener la licencia”, agregó.

A pesar de esos retos, insistió en que este nuevo proyecto económico provee oportunida­des para muchos en Puerto Rico. “El cannabis, al ser una industria nueva, requiere de todas las profesione­s. Requiere de muchas personas e impacta a todo el mundo; abogados, ingenieros, plomeros, electricis­tas, bomberos, policías, expertos en mercadeo… todo. Es una industria que está generando empleos que no existían, empleos nuevos y especializ­ados”, sostuvo Aldarondo. UN EXPERTO DE COLORADO. Un experiment­ado consultor y joven veterano de esta industria en Colorado reconoció el esfuerzo que se está realizando en Puerto Rico y participa, también, en el apoyo a empresario­s locales interesado­s en este negocio.

Benjamín Ibarra es el socio principal de Green Leaf & Associates LLC, un grupo de consultorí­a en el negocio de cannabis.

“Puerto Rico está haciendo un gran trabajo al asegurar que los individuos tengan opción de un tratamient­o con cannabis sin la preocupaci­ón de ser arrestados. Dar acceso seguro a los pacientes a la marihuana medicinal fue lo que comenzó esto en Colorado y ha florecido para darle una mejor vida a los pacientes”, afirmó.

“Pacientes que consumían 12 pastillas de Tylenol, ahora pueden aliviarse con un parcho transdérmi­co, o cualquier otro medio que elijan para accesar los beneficios de la marihuana”, resaltó sobre sus beneficios.

Al comentar sobre la experienci­a de los residentes de Colorado tras poco más de una década de marihuana medicinal y cerca de cuatro años haver legalizado la recreacion­al, aseguró que la transforma­ción es evidente.

“Esta industria ha cambiado definitiva­mente nuestra comunidad, a nivel del estado y de la ciudad. Ha bajado el nivel de la criminalid­ad y de crímenes violentos. Se ha comenzado a ver el cannabis como medicina normal, como alternativ­a homeopátic­a y como recurso recreacion­al para adultos de sobre 21 años de edad”, dijo.

“Creo que las familias ya están incluyendo el tema en sus conversaci­ones, e incluyendo en estas a los menores. Estamos viendo una evolución social en las conversaci­ones, como se hace con el tabaco y el alcohol y cómo ser responsabl­es en su uso”.

Este destacó que hoy en Colorado “las familias pueden hablar de estos temas si tener que manejar los tabús y el estigma que antes se asociaban con la marihuana”.

Ibarra, que ha estado trabajando en Colorado desde el inicio de la aprobación de la marihuana medicinal, se dedica ahora a ofrecer apoyo para construir un negocio de cannabis desde sus inicios.

 ??  ?? Un empleado explica el uso de los distintos productos que ofrece el dispensari­o Simply Pure en Denver. A la derecha, Goodwin Aldarondo, presidente de Puerto Rico Legal Marihuana.
Un empleado explica el uso de los distintos productos que ofrece el dispensari­o Simply Pure en Denver. A la derecha, Goodwin Aldarondo, presidente de Puerto Rico Legal Marihuana.
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Sean Price saca del horno caramelos con cannabis en Craft710, donde labora junto a su esposa Jenny Bazzeta.
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La ley en Colorado permite a un ciudadano sembrar hasta seis plantas de marihuana para su uso personal. Mientras, en el estado abundan los sembradíos comerciale­s, como este, de Viola Extracts.
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Entre los comestible­s hechos con cannabis figuran los chocolates y “gummies” con raspberry.
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El consumo de cannabis se realiza de diferentes formas.
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Cannabis Supermarke­t es una de las tiendas más grandes de venta de marihuana y sus productos derivados en Colorado. Abajo, parte de la mercancía disponible para adultos, mayores de 21 años.
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