¿Tienes asma ?
Conoce los efectos que puede tener la influenza en tu salud.
Todos los años se produce una vacuna para la influenza basada en las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la cual contiene las cepas o serotipos del virus que, se entiende, van a afectar a la población. Esta vacuna está indicada para toda persona mayor de seis meses y debe administrarse al comienzo de la temporada de influenza, preferiblemente para finales del mes de octubre.
Es importante enfatizar la importancia de la vacunación en personas de alto riesgo, como: niños, mujeres embarazadas, personas mayores de 65 años y las que padecen enfermedades crónicas de salud, como diabetes y condiciones hematológicas. Pero, más aún, en las personas con condiciones respiratorias, ya sea asma o enfisema, ya que están más susceptibles a complicaciones serias relacionadas a la influenza, incluyendo fallo respiratorio y la muerte.
Desgraciadamente, las estadísticas demuestran que solo un 24.7 % de los pacientes mayores de 18 años con condiciones respiratorias reciben la vacuna.
El asma es una enfermedad común en nuestra población. Las estadísticas más recientes demuestran cerca de un 10.7 % de prevalencia entre adultos mayores de 18 años.
El virus de influenza es estímulo potentes que crea inflamación de las vías respiratorias y potencialmente destrucción del tejido pulmonar. Los pacientes asmáticos están más propensos a desarrollar pulmonía luego de estar expuestos al virus de la influenza. Por esto, vemos una mortalidad alta en pacientes asmáticos jóvenes que han sido afectados por el virus.
En el 2009 se identificó tardíamente la cepa H1N1 y esta no se incluyó en la vacuna disponible al inicio de la temporada. Esta cepa atacó a la población, creando una alta mortalidad en pacientes asmáticos y en embarazadas jóvenes. Ese año, se vacunaron a los pacientes dos veces para ofrecerles la mayor protección. Procesos más rigurosos creados por los CDC permiten que se incluyan más cepas en las vacunas para hacerlas más efectivas. Debemos aprender de las experiencias pasadas y enfatizar el uso de vacunas para evitar problemas serios de salud.
El autor es neumólogo.