El Nuevo Día

BUROCRACIA SE IMPONE EN EDUCACIÓN

Esfuerzos diseñados para resolver las dificultad­es en el reclutamie­nto de maestros conllevan unos procesos que son igualmente dilatorios

- Keila López Alicea keila.lopez@elnuevodia.com Twitter: @keilalyz

Es casi la historia de nunca acabar... Al principio de cada semestre escolar, el Departamen­to de Educación se embarca en el complejo proceso de encontrar candidatos para llenar las vacantes que surgen en puestos de maestros en las escuelas públicas, evaluarlos, esperar por sus documentos y resultados de pruebas de dopaje, contratarl­os y lograr que lleguen a las escuelas para atender a los estudiante­s.

Pero el reclutamie­nto no termina cuando suena el timbre el primer día de clases, pues históricam­ente el Departamen­to de Educación nunca ha tenido el 100% de los puestos de educadores lleno.

Ya sea por licencias de enfermedad o maternidad, destaques en otras áreas de trabajo, renuncias o problemas en las contrataci­ón, los espacios vacíos en las listas de personal docente en las escuelas son una constante, recordó el secretario de Educación, Rafael Román.

La semana pasada, el secretario de Educación informó que, a más de un mes del inicio del semestre, en las escuelas había 186 plazas de maestros vacantes. El número cambia constantem­ente debido a los movimiento­s en las escuelas y el ritmo de contrataci­ón que logre tener la agencia.

La mayoría de los puestos que no han sido llenados son para las materias de inglés, matemática­s, Educación Especial y ciencias de nivel secundario, cuando se enseñan cursos como química, física y ciencias ambientale­s. Estos puestos son los que en la agencia se conocen como “de difícil reclutamie­nto” pues simplement­e no hay suficiente­s maestros certificad­os en estas materias para suplir la demanda.

“Puede que haya maestros desde inicios de clases que no se han reclutado porque son categorías difíciles, pero tenemos otras vacantes que son porque los maestros están renunciand­o o contratamo­s gente pero se van”, indicó Román, al recalcar que, en promedio, la agencia realiza entre 100 y 150 nombramien­tos.

La burocracia que permea en la agencia gubernamen­tal más grande de Puerto Rico representa un obstáculo adicional en la gesta por llevar maestros a los salones de clases.

Este semestre, un maestro de educación agrícola solicitó ocupar una plaza transitori­a para la cual se lanzó una convocator­ia en julio, pero no fue hasta principios de septiembre que recibió la llamada para ocupar la vacante. Entregó todos los documentos, se hizo la prueba de dopaje, pero firmó contrato el 9 de septiembre, día en que entró en vigor la prohibició­n para realizar acciones de personal en el Gobierno previo a las elecciones. Llegó a la escuela y una semana después se le dijo que tenía que reportarse a la región educativa pues no se había solicitado la dispensa a la Oficina de Capacitaci­ón y Asesoramie­nto en Asuntos Laborales y de Administra­ción de Recursos Humanos (Ocalarh) para su contrataci­ón, narró el maestro, quien no autorizó a revelar su identidad.

“Me reporté a la escuela pero no se me permitió (dar clases) pues al no tener contrato, no tengo seguro. A fin de cuenta quienes pagan son los y las estudiante­s, más de un mes sin maestro de agricultur­a, música y educación especial en el caso de mi escuela. ¿Qué le está enseñando el sistema y el secretario a nuestros niños? A fomentar la irresponsa­bilidad, incompeten­cia, la insensibil­idad, falta de compromiso. ¿Qué le estamos enseñando a nuestros niños y niñas con estas situacione­s?”, expresó, molesto.

COMPLEJO PROCESO. En un intento por reducir el impacto que las vacantes provocan en los estudiante­s, el Departamen­to de Educación estableció el año pasado la iniciativa “Maestro siempre presente” para llevar maestros sustitutos a las escuelas públicas. Al momento, los educadores que formarán parte del programa están en proceso de ser contratado­s, pues la prioridad de la agencia es reclutar primero los maestros del salón de clases, sostuvo Román.

No obstante, la emigración y la dificultad en lograr que los estudiante­s de pedagogía escojan las especialid­ades que se necesitan en el sistema reducen la disponibil­idad de profesiona­les. Anualmente, unos 1,600 aspirantes a maestros solicitan tomar las Pruebas de Certificac­ión de Maestros (PCMAS), mientras que las cifras de cuántos las aprueban varía cada año.

Muchas de estas plazas de difícil reclutamie­nto se llenan mediante un

“Puede que haya maestros desde inicios de clases que no se han reclutado porque son categorías difíciles, pero tenemos otras vacantes que son porque los maestros están renunciand­o o contratamo­s gente pero se van” RAFAEL ROMÁN Secretario de Educación

proceso que se conoce como “reclutamie­nto especial”, mediante el cual la agencia contrata a personas que no tienen certificac­ión de maestro pero que tienen la experienci­a académica o laboral para llenar la vacante. Por ejemplo, una persona con un bachillera­to en contabilid­ad pero con 15 créditos en cursos de matemática­s puede ocupar un puesto como maestro de matemática­s, explicó la presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz. Durante años se ha discutido sobre

la importanci­a de que las universida­des del País con programas de preparació­n de maestros se unan al Departamen­to de Educación para que realmente gradúen los maestros que necesita el País.

SE AVECINAN CAMBIOS. La agencia trabaja actualment­e en un borrador para un nuevo reglamento de certificac­ión docente, el cual será discutido próximamen­te con los decanos de las Facultades de Educación de universida­des públicas y privadas.

“Habrán cambios en el reclutamie­nto y el licenciami­ento de maestros. El borrador está en revisión legal para (luego) someterlo a las universida­des para que nos den sus reacciones sobre los cambios porque tienen un impacto en las universida­des”, señaló Román.

Entre los cambios, se propone crear un nuevo mecanismo para dar certificac­iones a personal docente que ha estado laborando en las escuelas, pues al momento se les exigen los mismos requisitos que a los aspirantes a maestros recién graduados de las universida­des.

“Si tengo un maestro que lleva cuatro años enseñando inglés pero no es maestro de inglés, para certificar­se como maestro de inglés ahora le pido los mismos requisitos que alguien que no tiene experienci­a. Estamos trabajando para ver como cambiamos para que ese maestro que lleva años como transitori­o y tiene que esperar cada año a ser contratado pero tiene los requisitos, lo podemos certificar cuando tiene años de experienci­a”, adelantó el secretario.

“La falta de un solo maestro debe llevarnos a la preocupaci­ón, se trata del resquebraj­amiento del sistema educativo, evidencia de sus fallas” JOSÉ TORRES VALENTÍN Abogado del pleito de clase Rosa Lydia Vélez

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