EDUCACIÓN SUPERIOR
Los productos que consumimos, los servicios que recibimos y las actividades en las que participamos, tienen un contenido cada vez más denso de conocimiento y tecnología. Piense por un momento en el sencillo acto de interactuar audiovisualmente con los seres queridos que están fuera del país. Estas tecnologías cambian aceleradamente mientras aumentan las innovaciones y creaciones de aplicaciones.
El desarrollo económico y social pasa por la incorporación de conocimiento y tecnología de punta a la economía, añadiéndole valor a la producción. Para eso, la sociedad necesita de un sofisticado sector laboral, que integre esos elementos en el marco del sistema económico mundial prevaleciente. Necesita también la capacidad de producir conocimiento nuevo y de aplicarlo en los más diversos contextos. A eso precisamente se dedica la educación superior, reconocida por la UNESCO como “bien público” y “fuerza primordial” para el desarrollo de los pueblos.
En la región de América Latina y el Caribe (ALC), el principal productor de conocimientos es la universidad pública. Por ejemplo, en Puerto Rico, la UPR produce tres cuartas partes de las publicaciones científicas. También se destaca por su producción en ciencias sociales y humanidades, cruciales para la innovación social y el desarrollo humano. Sin embargo, la amplia gama de capacidades que requiere el desarrollo se nutre de la diversidad de instituciones que conforman el sector de la educación superior. La interacción de estas instituciones con los sectores productivos es indispensable para complementar fortalezas y necesidades.
Desde la década de los 90, en el marco de las dos asambleas mundiales sobre educación superior de la UNESCO, la región de ALC ha sido líder en impulsar la necesidad de aunar esfuerzos mediante la colaboración regional en redes, para lograr la masa crítica de conocimientos y capacidades que le permita a la región superar los enormes retos sociales. La celebración en San Juan de la Segunda Reunión Regional Caribe, Centroamérica y México de la Unión de Universidades de América Latina es un paso adelante en la incorporación de Puerto Rico a este esfuerzo.