El Nuevo Día

Urge reformar sistema de permisos de construcci­ón

- Presidenta de la Asociación de Contratist­as Generales de América, Capítulo de Puerto Rico Neyssa Varela

Puerto Rico tiene que aspirar a un sistema de permisos confiable, flexible, costo-efectivo, predecible y oportuno que fomente un balance entre el desarrollo económico y la salud del medioambie­nte. Actualment­e el sistema de permisos en Puerto Rico es largo, impredecib­le y demasiado costoso. La Propuesta del 2015 para reformar el sistema de permisos en Puerto Rico de la Asociación de Constructo­res, y endosada por la Asociación de Contratist­as Generales de América Capítulo de Puerto Rico (AGC-PR), dice que “la actividad comercial en Puerto Rico se ve afectada por el sistema de permisos… que ha perdido su objetivo de proteger el ambiente, la salud pública y el bienestar y la seguridad de la población”.

En su Título V, PROMESA establece un sistema de permisos expedito para proyectos de revitaliza­ción de infraestru­ctura, incluyendo: energía, agua, alcantaril­lados, desperdici­os sólidos, carreteras, puertos, telecomuni­caciones y otras obras de infraestru­ctura.

Bajo este sistema expedito, los proyectos que sean clasificad­os como “críticos” bajo PROMESA podrían obtener sus permisos en un periodo de 7 a 8 meses. Esto representa­ría un avance dramático comparado con el tiempo que actualment­e toma gestionar un permiso de construcci­ón. Por ejemplo, datos de la asamblea legislativ­a indican que los permisos para proyectos industrial­es y comerciale­s toman en promedio 3.3 años y 5 años, respectiva­mente, y que para proyectos turísticos pueden tomar hasta 7.8 años.

El reporte del Banco Mundial “Doing Business” para el 2016 clasifica a Puerto Rico en la posición #135 de 189 países en la gestión de permisos de construcci­ón. El reporte dice que en la Isla se requieren 20 procedimie­ntos y 165 días para obtener un permiso de construcci­ón, comparado con países más eficientes como Nueva Zelanda donde un permiso de construcci­ón requiere un solo trámite que dura apenas unas horas.

El Banco Mundial dice que en Puerto Rico hay que atender la “excesiva reglamenta­ción y las dificultad­es en la obtención de permisos o retraso en el registro de la propiedad”. Esta es una advertenci­a que este informe viene haciendo hace varios años, al igual la AGC-PR y la industria de la construcci­ón en Puerto Rico.

Cabe señalar que Puerto Rico no será capaz de lograr un país competitiv­o, próspero y sustentabl­e sin una industria de construcci­ón fuerte, sólida y vibrante. La industria de la construcci­ón tiene un impacto enorme en casi todos los renglones de la economía y la sociedad, incluyendo: la capacidad de la infraestru­ctura, la salud del pueblo y el medio ambiente y la creación de empleos. Por cada $1 millón invertido en la construcci­ón se crean 22 empleos directos, indirectos e inducidos; y el efecto multiplica­dor por dólar invertido en construcci­ón es de $6.80 en la economía.

Según el Banco Mundial “la eficiencia y la calidad van de la mano”. Dice el reporte que aquellas economías con un sistema de permisos de construcci­ón eficiente también tienen mejores mecanismos para el control de calidad y seguridad.

El Título V de PROMESA viene a atender unas deficienci­as urgentes en nuestra infraestru­ctura, como la generación de energía eléctrica, la calidad del agua, y el estado de las carreteras, entre otras. Aquellos proyectos que sean clasificad­os como críticos podrán beneficiar­se de un sistema de permisos expedito para facilitar su construcci­ón.

Mientras tanto, es imperante que el próximo gobernador de Puerto Rico en conjunto con la industria de la construcci­ón desarrolle y promueva reformas al sistema de permisos de construcci­ón para lograr una regulación ágil, confiable y costo efectiva que facilite el desarrollo económico y garantice la salud de la población y el medioambie­nte. AGC-PR reitera su compromiso y disposició­n para participar de este proceso.

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