Científica boricua en Antártida
Científica boricua Isatis Cintrón llega al polo sur como parte de un estudio universitario sobre cambio climático
Q Hay un largo trecho entre Antártida y el barrio Caimito, donde nació y se crió Isatis Cintrón Rodríguez . La científica, de 26 años, jamás pensó que llegaría al continente helado, ubicado a 11,329 kilómetros de distancia de su natal San Juan.
Pero allí permanecerá desde hoy hasta el 13 de diciembre, como miembro de una delegación de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, que está investigando cómo el cambio climático puede estar influenciando la composición atmosférica.
Específicamente, Cintrón Rodríguez y su equipo conducen estudios sobre los flujos de particulado atmosférico en Antártida, concentrándose en hierro y carbono negro.
El viaje al polo sur no fue sencillo. Mucho menos fue corto o directo. Empezó el domingo pasado, cuando Cintrón Rodríguez tomó un primer vuelo de Nueva Jersey a Miami, Florida. De ahí tomó un segundo vuelo a Santiago, capital de Chile, y luego abordó una avioneta hasta Punta Arenas, ciudad y puerto al extremo sur de ese país. Entonces, zarpó en un buque rompehielos y cuatro días después, que se completan hoy, estará pisando suelo antártico.
Antes de iniciar la travesía –y mientras afinaba los últimos detalles de logística–, Cintrón Rodríguez conversó con El Nuevo Día. ¿Qué estás estudiando?
—Soy estudiante graduada. Estoy haciendo mi doctorado en química atmosférica en la Universidad de Rutgers. Soy recipiente de una de las becas más competitivas de la National Science Foundation (NSF), que me cubre para hacer investigación dentro de mis intereses. Estoy investigando las fuentes de hierro, sus propiedades y variabilidad. ¿Por qué Antártida?
—Monitorear los polos siempre ha sido de gran interés científico, y se ha visto que Antártida es uno de los lugares donde el aumento en las temperaturas ha sido mayor. Se puede decir que ha habido un hiato recientemente y se ha estabilizado un poco, pero sigue siendo de interés. Dado que es un sitio distante y difícil de llegar, hay gran espacio para conocimiento científico sobre los procesos naturales y los sistemas que regulan. ¿Cuánto tiempo lleva tu investigación en el polo sur?
—El grupo de la universidad lleva yendo dos años, pero esta será mi primera vez. Dejamos los instrumentos allá y están corriendo constantemente. Se instalaron el año pasado y ahora vamos a seguir monitoreando y finalizar el proyecto. ¿En qué consiste el proyecto?
—Está ligado al cambio climático y cómo va a afectar la variabilidad y fuentes de hierro, entre otros componentes atmosféricos que absorben radiación. También vamos a estar colectando carbono negro. Estos componentes no solo atrapan radicación y calientan la atmósfera, sino que cuando se depositan sobre la nieve aceleran el derretimiento de los glaciares. ¿De dónde surge tu interés por estudiar hierro y carbono negro?
—Mi interés es por cuestión de que ambos absorben radiación solar y amplifican el efecto del cambio climático. Además, el hierro es un gran componente en la cadena alimentaria, porque regula las poblaciones de fitoplancton y de otros organismos marinos. También, para desarrollar los modelos climáticos es importante entender cómo el hierro se transporta a zonas como Antártida. De lo que has podido estudiar hasta ahora, ¿cómo el hierro llega a Antártida? —Hay diferentes fuentes que pueden estar contribuyendo a esto. Nosotros nos concentramos en aerosoles, que pueden ser de polvo, que puede provenir de diferentes desiertos de Suramérica y se puede transportar a la Antártida. También puede provenir del hielo marino, pedazos que están flotando en el mar; y también puede provenir de sedimentos del continente, partes que pueden estar expuestas a los elementos del tiempo. ¿Y qué puedes decirme sobre el carbono negro?
—Es un aerosol, que tiene un tiempo
Después del postdoctorado, quiero poner mis conocimientos al servicio de la Isla” ISATIS CINTRÓN RODRÍGUEZ Científica boricua en Antártida
de vida en la atmósfera más corto. El carbono negro es difícil de recolectar en esta zona, dado que la Antártida queda bien aislada y tiene una corriente de circulación que va alrededor de todo el continente. Eso la aísla de fuentes exteriores. Si podemos cortar las emisiones de carbono negro, podemos reducir el calentamiento global.
Específicamente, ¿en qué parte de Antártida estarás destacada?
—Nos vamos a quedar en la estación Palmer, que queda en la Península Antártica, al oeste del continente, debajo de la Patagonia. Mi grupo es de tres personas, incluyéndome.
¿Eres la primera puertorriqueña en Antártida?
—No sé si soy la primera boricua, pero, según el mejor conocimiento de mi profesora Yuan Gao, que se especializa en elementos traza atmosféricos, soy la primera estudiante graduada mujer en Palmer Station.
¿Cómo te preparaste para combatir el frío extremo?
—En Antártida es verano para esta fecha, y lo que me han dicho es que el frío será como el invierno en Nueva Jersey, donde vivo ahora. De todas formas, la NSF nos suple bastante ropa caliente. Lo que tenemos que llevar nosotros es ropa termal.
¿Qué puedes decirme sobre ti, en un plano más personal?
—Soy del barrio Caimito, en San Juan, y tengo 26 años. Me gradué en 2014 del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), donde completé un bachillerato en ciencias ambientales con una concentración menor en química. Pero estuve mucho tiempo en el sistema, porque estudié en la Escuela Secundaria de la UPR (UHS). Desde que estuve en el bachillerato me interesé en el cambio climático.
Cuéntame sobre ese interés…
—Trabajé y estuve a cargo de organizaciones ambientales, pero siempre me ha interesado lo que es el apoderamiento comunitario. De esa manera, siempre quería ser el enlace entre los científicos; estoy en la carrera para ser científica oficialmente, pero también con la comunidad.
¿Cuán importante es la educación ambiental en las comunidades?
—La educación de las comunidades tiene un gran rol en su capacidad para ser resilientes al cambio climático. Ahora mismo sigo haciendo este trabajo, porque soy una de las coordinadoras regionales de la organización Citizens’ Climate Lobby para Latinoamérica.
¿Cuáles son tus metas académicas y profesionales?
—El año que viene vamos al Ártico a seguir monitoreando. La idea es ir a medir carbono negro, dado que allá las masas de aire se transportan con más facilidad. Es conocido que el hemisferio norte genera más emisiones de combustibles fósiles que el hemisferio sur. Cuando termine el doctorado, quiero hacer un postdoctorado en Europa.
¿Te visualizas haciendo ciencia en Puerto Rico?
—Sí, definitivamente. Después del postdoctorado, quiero poner mis conocimientos al servicio de la Isla. ¿Conoces a algún científico boricua triunfando en el extranjero? Escribe a galvarado@elnuevodia.com y su historia podría publicarse en este espacio.