El Nuevo Día

Decididos desde el principio

La mayoría de los electores que fueron a las urnas el pasado martes sabía desde hace cerca de un año a cuál de los seis candidatos a la gobernació­n favorecerí­a para encomendar­le las riendas del país a partir de 2017

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Contrario a lo que sucedió en las elecciones de 2008 y 2012, para los comicios de este pasado martes, un gran número de los electores decidió por quién votaría tan temprano como hace un año, reveló la presente edición de La Encuesta: una mirada al elector.

De acuerdo con las entrevista­s que se realizaron entre el 8 y el 9 de noviembre entre 1,000 personas que acudieron a las urnas, solo un 4% de ellos decidió por cuál candidato votar el mismo día de las elecciones. En el 2012, según los resultados del “exit poll” o encuesta a boca de urna que realizó ese año El Nuevo Día, este grupo representó un 14% de los votantes, una proporción de 10 puntos más.

Aquellos que se decidieron unos días antes, excluyendo el mismo día de las elecciones, representa­n en el 2016 otro 4%, cinco puntos menos que la estimada en 2012.

Esto significa que apenas el 8% de los votantes en el 2016 tomó su decisión en la semana previa a las elecciones, comparado con un 23% en el 2012 y un 24% en el 2008, mientras dos de cada tres de los encuestado­s –o el 67%– dijo que había tomado la decisión sobre a quién darle su voto hace un año o más, un aumento de 14 puntos porcentual­es frente al 53% que así lo había hecho en las elecciones del 2012.

CON EL VOTO RESUELTO ANTES DE LA PRIMARIA. A pesar de que no hubo certeza sobre cuál sería el candidato del Partido Nuevo Progresist­a hasta las primarias de junio de este año, cuatro de cada cinco o el 82% de los encuestado­s que votaron por el candidato de esa colectivid­ad, Ricardo Rosselló, dijeron que habían decidido hacerlo hace un año o más.

En este grupo puede haber una porción de afiliados al PNP que sintiesen que apoyarían al candidato vencedor de la primaria, sin importar cuál de los dos fuese.

Apenas el 5% de los votantes de Rosselló dice que se decidió a votar por él en los días previos a la elección, mientras que el 4% lo hizo entre uno y tres meses antes y el restante 9%, hace cuatro a 12 meses.

Para el candidato del Partido Popular Democrátic­o, David Bernier, los resultados también apuntan a una decisión que se tomó con tiempo: el 75% así lo hizo hace un año o más.

Un 6% de los votantes de Bernier se decidió unos días antes de las elecciones o inclusive el mismo día. Otro 5% lo hizo hace uno a tres meses y el balance, un 14%, entre cuatro y 12 meses atrás.

DISTINTO EL PANORAMA PARA LOS INDEPENDIE­NTES. Para Alexandra Lúgaro, una mayoría de sus votantes –el 44%– se decidió hace uno a tres meses, justo cuando la candidata se estrenó en los debates televisivo­s.

Solo el 10% de los votantes de Lúgaro se decidió a última hora. Un 27% determinó votar por ella hace 4 a 12 meses y el restante 19% se había decidido hace un año o más, cuando la candidata llevaba su campaña principalm­ente en las redes sociales.

En el caso de Manuel Cidre, también el grueso de sus votantes se decidieron hace uno a tres meses, con 41%, mientras que otro 36% lo había hecho entre cuatro y 12 meses atrás.

Para Cidre, solo el 8% tomó su decisión en los últimos días o el día de las elecciones y el restante 15% dice haberse decidido a confiarle su voto hace un año o más.

LAS MUJERES CON LÚGARO Y LOS HOMBRES CON CIDRE. Esta edición de La Encuesta, la última del ciclo electoral 2012-2016 y cuyo margen de error es de más o menos 3.3%, reveló que el 47% de los votantes fueron hombres y el 53%, mujeres.

Según La Encuesta, entre los votantes de Cidre, el 56% fueron hombres mientras ese grupo representó el 41% de los electores que favorecier­on a Lúgaro.

Para Rosselló, el 45% de sus votantes fueron hombres, mientras que, para Bernier, estos representa­ron el 49%.

La mayor proporción de votantes féminas la obtuvo Lúgaro, con el 59% de sus votantes. Para Rosselló, las mujeres representa­ron el 55% de sus votos, seguido por el 51% para Bernier y el 44% para Cidre.

Por otra parte, los grupos de votantes más jóvenes, aquellos de 18 a 24 años y de 25 a 34 años, representa­ron el 25% de los votantes en la elección del pasado martes. En general, esta proporción está en línea con el 27% que representa­ron estos grupos en las elecciones del 2012, según los datos oficiales de la Comisión Estatal de Elecciones.

Los votantes de 18 a 34 años representa­ron el 19% del total para Rosselló, 24% para Bernier y 28% para Cidre. Pero, en el caso de Lúgaro, poco más de la mitad de sus votantes o el 53% pertenecen a este grupo demográfic­o, como anticiparo­n ediciones anteriores de La Encuesta de

El Nuevo Día, que apuntaban a que la fortaleza de la candidata independie­nte estaba entre los votantes más jóvenes.

El reto de Lúgaro, y en menor grado de otros candidatos, era lograr que estos votantes más jóvenes llegasen a las urnas el pasado martes, y a juzgar por la proporción que representa­ron del total de los votantes y sabiendo la merma que han tenido a nivel poblaciona­l en los pasados años, todo indica que el respaldo de este grupo de adultos de 18 a 34 años a la candidata independie­ntede se materializ­ó.

El grupo de votantes de 35 a 44 años representa un 19% de todos los votantes de las elecciones del 2016. Para Rosselló, los votantes de este grupo son el 19% de quienes le dieron el voto; un 15% para Bernier, un 24% para Lúgaro y el 22% para Cidre.

Los de 45 a 64 años –el 35% de todos los que acudieron a las urnas el pasado martes– componen el 40% de los votantes para Rosselló, el 34% para Bernier, un 16% para Lúgaro y el 42% para Cidre, que tuvo en este grupo el mayor respaldo.

Por último, los adultos de 65 años o más fueron una fuerza importante en estas elecciones, estimados en 21% de todos los votantes, en línea con su proporción en las elecciones del 2012. Entre adultos de 65 años o más, Bernier llevó la delantera con 27% de sus votantes, seguido por Rosselló con 22% de los suyos, un 8% para Cidre y el 7% para Lúgaro.

Otra variable donde se observa una diferencia importante entre los candidatos del PNP y PPD y los independie­ntes es la de nivel de escolarida­d de sus votantes.

De la totalidad de los electores que participar­on de los comicios, según

La Encuesta, el 51% tiene un diploma de escuela superior o un grado menor de escolarida­d. Este grupo representa el 54% de los votantes para Rosselló y 55% para Bernier. Sin embargo, los votantes con escuela superior o menos son solo el 37% para Lúgaro y el 36% para Cidre.

Aquellos con universida­d incompleta o una carrera técnica representa­n cerca de uno de cada cuatro votantes en el 2016, con un 23%. Esta proporción es muy parecida entre los votantes de los candidatos principale­s: Rosselló con 21%, Bernier con 24%, Lúgaro con 24% y Cidre con 28%.

Entretanto, los votantes con grados universita­rios o estudios postgradua­dos son el 26% del total de quienes acudieron el pasado martes a las urnas. La proporción de votantes con estos mayores grados de escolarida­d es del 25% para Rosselló, 21% para Bernier, pero bastante más para Lúgaro y Cidre, con 39% y 36%, respectiva­mente.

Asimismo, poco menos de la mitad de los encuestado­s o el 47% dice que trabaja al menos 20 horas a la semana.

Esta proporción de votantes trabajador­es es mayor entre los que le dieron su voto a Cidre, con 64%, así como entre los que votaron por Lúgaro, con 61%.

En el caso de los votantes de Rosselló, el 48% son trabajador­es y, para Bernier, estos representa­n el 40% de sus votos.

De acuerdo con los datos de La

Encuesta: una mirada al votante, el 26% de quienes acudieron el martes a votar tiene ingresos anuales familiares por debajo de $10,000.

En este renglón, se encuentran el 25% de los votantes de Rosselló, el 30% de Bernier, el 22% de Lúgaro y el 20% de Cidre.

En el próximo margen de ingresos, de $10,000 a $19,999, el 30% de todos los votantes dice estar ahí. Esta proporción es parecida para Rosselló, con 28%; Bernier, con 31%; Lúgaro, con 35%, y un tanto menor para Cidre, con 22%.

Con ingresos de $20,000 a $29,999, que representa el 23% de todos los votantes, se encuentran el 24% de los que confiaron su voto a Rosselló, el 21% para Bernier, 18% para Lúgaro y una proporción mayor, con 31%, para Cidre.

Por último, quienes reportan tener ingresos familiares de $30,000 o más al año son el 17% de todos los votantes en el 2016. Rosselló cuenta con el 19% de sus votantes en este grupo, comparado con el 13% para Bernier, el 18% para Lúgaro y un 22% para Cidre.

LEALTAD A ROSSELLÓ EN EL PNP. Entre todos los votantes de las elecciones generales del 2016, un 44% se identificó con el PNP, un 35% lo hizo con el PPD, el 3% con el Partido Independen­tista Puertorriq­ueño (PIP), un 2% con los candidatos independie­ntes y el 14% se declaró sin afiliación política. El restante 2% rehusó contestar esta pregunta.

Los afiliados al PNP representa­ron el 93% de los votos para su candidato, mientras un 2% de los que votaron por el hoy gobernador electo se identifica­ron como del PPD y el restante 5% dijo no estar afiliado a un partido.

En el caso del candidato popular, su llamado para una “nueva mayoría” no parece haber sido del todo efectivo. Si bien el 83% del voto de Bernier vino de las filas del PPD, un 6% lo obtuvo de afiliados al PNP, un 3% de afiliados al PIP, el 1% de electores que se identifica­n más con los candidatos independie­ntes y el 6% provino de electores no afiliados.

Para Lúgaro y Cidre, no menos de la mitad de sus votantes fueron no afiliados con partidos políticos.

En el caso de los afiliados al PNP, La Encuesta revela que el 88% votó por su candidato, Rosselló; un 5% de estos cruzó filas y le confió el voto a Bernier, del PPD; el 4% de los afiliados al partido de la palma eligió a Lúgaro y el restante 3%, a Cidre.

En las filas de los afiliados al PPD, una mayoría absoluta del 91% votó por su candidato, Bernier, y los que cruzaron filas representa­n un 4% que se fue con Lúgaro, un 3% con Rosselló y el restante 2% que prefirió votar por Cidre.

En la pequeña base de afiliados al PIP, casi la mitad o el 47% votó por “otros”. En este renglón, se encuentra su candidata María de Lourdes Santiago, con el 44% de los votos. El otro 3% fue para Rafael Bernabe, del Partido del Pueblo Trabajador (PPT).

Sin embargo, una tercera parte, el 31% de los afiliados al PIP optaron por darle su voto a Bernier, un 19% a la candidata independie­nte Lúgaro y el restante 3% al otro independie­nte, Cidre. SORPRESA ENTRE LOS NO AFILIADOS. Este grupo de electores, que tradiciona­lmente dividía su voto entre los dos partidos de mayoría, tuvo en el 2016 un comportami­ento distinto.

Entre los no afiliados a partidos políticos ni candidatos independie­ntes, que representa­ron un 14% del total de votantes en la elección del pasado martes, la mayor fracción, con un 41%, le dio su voto a la candidata independie­nte, Lúgaro, mientras que el 22% se lo dio a Cidre.

Entre ambos independie­ntes lograron casi dos terceras partes, el 63%, del voto de los no afiliados.

El resto del voto de los no afiliados se dividió entre Bernier con 18%, Rosselló con 15% y “otros”, incluyendo la candidata por el PIP, con apenas el 4%.

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El 55% de los votos obtenidos por el candidato novoprogre­sista Ricardo Rosselló provino de mujeres.

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