El Nuevo Día

Puerto Rico bajo Trump

●●●Obtener respaldo federal es poco probable ante los problemas fiscales en Estados Unidos

- Joanisabel González joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com Twitter: @jgonzalezp­r

La llegada del multimillo­nario empresario Donald J. Trump a la presidenci­a de los Estados Unidos supone otro factor de incertidum­bre a la poca viabilidad fiscal y económica que exhibe Puerto Rico en el futuro cercano, según varios entrevista­dos. Aunque el ciclo eleccionar­io en el que prevaleció Trump suponía, de todos modos, un cambio de administra­ción del gobierno federal (este es el segundo término del presidente Barack Obama), un presidente republican­o es sinónimo de cambios en las reglas de juego de la economía estadounid­ense, lo que a su vez, podría hacer más difícil la recuperaci­ón económica de la Isla.

“Lo más importante e inmediato va a ser un proyecto de ley para liquidar Obamacare. Cómo lo van a hacer y con qué lo van a sustituir será otra cosa”, dijo el economista Joaquín Villamil, en referencia a la ley federal de Cuidado Asequible a la Salud (ACA, en inglés). “Todo el cabildeo que se ha hecho para paridad en esos fondos será más difícil porque los republican­os interesaba­n eliminar ese programa desde siempre”.

En 2011, a través de la ACA, la Isla recibió unos $6,400 millones, bonanza que la administra­ción de Luis G. Fortuño utilizó para reducir el peso del costoso programa de Mi Salud en el Fondo General. Tales fondos se agotarían en octubre de 2017.

Según Villamil, aparte de posibles impactos directos hacia Puerto Rico, la postura de intervenci­ón en la Reserva Federal por parte de Trump, pondría fin a la independen­cia del banco central estadounid­ense.

Al convertirs­e en el cuadragési­mo quinto presidente de los Estados Unidos, Trump podría nombrar por lo menos dos gobernador­es del banco central y al sucesor de su presidenta Janet Yellen, cuyo término finaliza en 2018.

“Un aumento en la tasa de interés sería negativísi­mo para Puerto Rico. Pienso que la Reserva, lo que ha transmitid­o hasta el momento, es que el aumento será de manera paulatina y moderada, pero Trump ha dejado entrever que interesa que el alza sea más rápido y mayor”, indicó Villamil. Aparte de encarecer el costo de tomar prestado, un alza en tasas de interés perjudica los instrument­os de renta fija como los bonos de Puerto Rico. LA 245A. Según Villamil, la Coalición del Sector Privado (CSP), que impulsa la sección 245a en el Código de Rentas Internas federal, tendrá que hacer ajustes a su propuesta.

Esto, si Trump y el partido Republican­o reducen drásticame­nte las tasas corporativ­as y facilitan algún trato especial para que las multinacio­nales repatrien sus ingresos.

“Si Trump va a reducir las contribuci­ones en Estados Unidos, buscará en cuanto sitio hay para ver cómo compensar la reducción en ingresos fiscales”, agregó Villamil. EL ROL DEL TESORO. A juicio del analista Matt Fabian, de Municipal Market Analytics (MMA), el pase de batón en la Casa Blanca podría cambiar “dramáticam­ente”, la dinámica entre el Tesoro federal y el Gobierno puertorriq­ueño.

La dependenci­a federal, en la figura del secretario Jacob Lew y su consejero, Antonio Weiss, jugó un rol clave en el diagnóstic­o de la situación fiscal de la Isla y pese a las críticas de ciertos acreedores de Puerto Rico, en la aprobación de la Ley federal para la Supervisió­n, Gerencia y Estabiliza­ción Económica de Puerto Rico (PROMESA, en inglés), que creó la Junta de Supervisió­n Fiscal (JSF).

Ahora, Trump tendrá potestad para nombrar los miembros del ente que tiene control de las finanzas públicas de Puerto Rico, cuando sus directivos concluyan sus términos.

Según Fabian, una administra­ción republican­a supone un sentimient­o menos “antibonist­a”, pero podría también ser el peor de los escenarios para las uniones y los trabajador­es en Puerto Rico, quienes estarían forzados a ceder beneficios. EL PRESUPUEST­O FEDERAL. Aun antes de los eventos electorale­s en Estados Unidos, para el economista y el exdirector auxiliar de la Oficina federal de Contabilid­ad General (GAO, en inglés), José R. Oyola, los problemas fiscales de Estados Unidos impedirán que en Puerto Rico, se materialic­en iniciativa­s como el Crédito por Ingreso Devengado (EITC, en inglés), lo que está incluido en el programa de Gobierno del Partido Nuevo Progresist­a (PNP).

Cuatro días antes de las elecciones presidenci­ales, Keith Hall, director de la Oficina de Presupuest­o Congresion­al (CBO, en inglés), revelaba que según las proyeccion­es más recientes, el déficit del presupuest­o federal equivale al 2.8% del Producto Interno (PIB) de Estados Unidos. Sin ajustes en el gasto o en impuestos, dice la CBO, la brecha entre ingresos y gastos se ampliaría hasta alcanzar 8.8% en 2046. MIRADA DISTINTA A WASHINGTON. Según Oyola, en lugar de pedir más fondos, si Puerto Rico logra cambiar la reglamenta­ción federal de los programas de asistencia social y los administra de manera holística, estos programas podrían contribuir a promover el empleo y a que familias y jóvenes salgan de la pobreza.

Oyola cree que integrar ayudas como los vales de vivienda, alimentaci­ón y becas para estudiante­s universita­rios, contribuir­ía a que las familias rompan el ciclo de la dependenci­a.

“Esa familia necesitarí­a la ayuda, pero si el hijo obtiene una formación universita­ria, esa nueva generación alcanzará la independen­cia económica”, dijo Oyola.

“Son programas que ayudarían directamen­te a las familias... ese enfoque sería bien atractivo para un Congreso republican­o y sería una manera diferente de tomar partido de la ayuda federal”, indicó.

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