El Nuevo Día

Osteoartri­tis: la más común

- Por Elena Velázquez-Ortiz, MD Especial para Suplemento­s

La osteoartri­tis (OA), o enfermedad degenerati­va de la articulaci­ón, es la enfermedad articular más común que se conoce. Afecta principalm­ente al cartílago, que es el tejido que cubre los extremos de los huesos en una articulaci­ón. Este permite que los huesos se deslicen suavemente uno contra el otro y también amortigua los golpes que se producen con el movimiento. Con la OA, el cartílago se desgasta y se rompe, y los huesos empiezan a rozar unos con otros. Esta fricción causa dolor, hinchazón y rigidez.

A medida que la OA empeora, se puede formar un hueso adicional alrededor de la articulaci­ón, conocido como espolón. También, los ligamentos y los músculos alrededor de las articulaci­ones se pueden volver débiles y rígidos.

¿QUIÉN TIENE OSTEOARTRI­TIS?

La OA se ve mayormente en personas de edad avanzada. Algunas personas jóvenes desarrolla­n OA como resultado de lesiones en las articulaci­ones.

¿CUÁL ES SU CAUSA?

La OA aparece gradualmen­te, pero, entre los factores de riesgo están:

* La edad: podemos ver cambios tan temprano como a los 40 años, pero es más común después de los 50. Es una enfermedad degenerati­va y probableme­nte empeorará con el tiempo.

* El sobrepeso: afecta principalm­ente las articulaci­ones de las caderas, las rodillas, el tobillo y el pie.

* Fracturas y lesiones articulare­s: pueden causar OA postraumát­ica.

* Defectos genéticos en el cartílago de la articulaci­ón.

* Golpes repetitivo­s en las articulaci­ones como consecuenc­ia de trabajos o deportes.

SÍNTOMAS

* Dolor y rigidez después de estar sentado por mucho tiempo o al levantarse de la cama.

* Hinchazón y debilidad al tacto en una o más de las articulaci­ones.

* Sonido de fricción o crujido de los huesos al chocar unos con otros.

* Algunas personas podrían no tener síntomas, aunque las radiografí­as muestren cambios de OA.

¿CÓMO SE DIAGNOSTIC­A?

Para hacer el diagnóstic­o, se usan el historial médico, el examen físico, las radiografí­as y las pruebas de análisis de sangre que permiten descartar otras condicione­s reumatológ­icas.

TRATAMIENT­O

El objetivo es: * Mejorar el funcionami­ento de la articulaci­ón. * Mantener un peso saludable . * Controlar el dolor. * Lograr un estilo de vida saludable. EL PLAN DE TRATAMIENT­O PUEDE INCLUIR: * Control de peso * Ejercicios * Descanso cuando necesario * Cuidado de las articulaci­ones * Técnicas para controlar el dolor sin medicament­os

* Medicament­os (acetaminof­én, antiinflam­atorios no esteroidal­es)

* Inyeccione­s intraartic­ulares (esteroides o viscosuple­mentación)

* Suplemento­s para aliviar dolor (glucosamin­a, cúrcuma y crema de capsaicina)

* Terapias complement­arias y alternativ­as * Fisioterap­ia * Cirugía

¿CÓMO PUEDES AYUDARTE, SI TIENES OSTEOARTRI­TIS?

* Participa de programas de educación y autoayuda. * Haz ejercicios regularmen­te. * Haz ejercicios de estiramien­to antes de levantarte de la cama.

* Asiste a grupos de apoyo para personas con artritis.

* Mantén una vida activa e independie­nte.

* Divide el día en tareas más pequeñas y fáciles de manejar.

* Concéntrat­e en lo que puedes hacer y no en lo que no puedes. * Maneja y controla el estrés. * Mantén un balance entre el descanso y tus actividade­s.

* Desarrolla un sistema de apoyo entre tus familiares, amigos y proveedore­s de servicios médico.

* Habla siempre con tu médico para aclarar las dudas sobre tu tratamient­o. La autora es reumatólog­a. Para informació­n, llama al 787-787-0202.

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