Polimialgia reumática, ¿qué es?
Ocurre con mayor frecuencia en mujeres.
La polimialgia reumática (PMR) es una condición inflamatoria que produce dolor, entumecimiento y malestar generalizado, y que afecta casi exclusivamente a adultos mayores de 50 años. Ocurre con mayor frecuencia en mujeres.
SÍNTOMAS Y HALLAZGOS
El síntoma cardinal de la PMR es dolor, siendo los hombros, los brazos, las caderas, los glúteos y los muslos, las áreas afectadas con más frecuencia. El dolor en ambos hombros es la presentación más común y puede estar acompañado de bursitis. La presencia de bursitis en los hombros, añade a la intensidad del dolor y a la limitación de movimiento en los brazos, y puede ser interpretada por el paciente como debilidad en los brazos y los hombros. Otros síntomas que pueden estar presentes son: entumecimiento o rigidez en el cuerpo, cansancio, dolor en el cuero cabelludo, pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre.
En la mayor parte de los casos, los síntomas asociados con la PMR se desarrollan gradualmente, aunque hay casos en los que los pacientes los desarrollan de manera repentina. El entumecimiento mañanero puede ser severo y limitar la capacidad para levantarse de la cama, caminar y llevar a cabo la rutina de cuidado personal. Algunos pacientes pueden desarrollar un cuadro de artritis en una o más articulaciones, como las muñecas y algunas de las articulaciones pequeñas de las manos. En estos casos, las articulaciones pueden estar hinchadas, enrojecidas y calientes.
Hasta un 50 % de los pacientes afectados pueden experimentar síntomas que producen malestar general. De estos, los más frecuentes son: pérdida de apetito y de peso, fiebre leve o moderada, cansancio y debilidad general. Es frecuente que los pacientes se depriman, pero, aunque la depresión no está directamente relacionada con la enfermedad, es una consecuencia inmediata de la pérdida de bienestar e independencia que acompaña la enfermedad.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
No existen pruebas específicas para diagnosticar la PMR; sin embargo, existen estudios que pueden ayudar esclarecer el diagnóstico. El resultado de laboratorio más comúnmente alterado es la taza de sedimentación de eritrocitos (ESR). Otro marcador de inflamación es la proteína sérica reactiva (CRP), esta se encuentra elevada en la mayoría de los pacientes, incluso en los que puedan presentar valores de ESR dentro de un rango normal. Anemia y elevación en el conteo de plaquetas son frecuentes. Otras pruebas, como anticuerpos contra proteínas citrulinadas y factor reumatoide, son negativas en la mayoría de los pacientes, por lo que no ayudan en el diagnóstico. Estudios como la prueba de resonancia magnética y sonografía pueden mostrar cambios de bursitis y tenosinovitis periarticular, sin embargo su uso no es rutinario y su utilidad está limitada a ciertos casos.
TRATAMIENTO
El paciente con PMR tiene una respuesta dramática a dosis bajas de corticoesteroides (15 a 20 mg de prednisona por día o medrol), usualmente experimenta una mejoría inmediata del cuadro clínico en los primeros días de tratamiento. Con respecto al uso de corticoesteroides, dosis mayores de 15 mg de prednisona por día son rara vez necesarios y han sido asociados a una mayor frecuencia de eventos adversos.
El pronóstico de pacientes con un cuadro clásico de PMR es excelente, pero su recuperación puede tomar varios años y comúnmente está plagada por episodios de reactivación y recrudecimiento de los síntomas. Esto conlleva a tratamiento prolongado con corticoesteroides y, por ende, a mayor riesgo de complicaciones debido al uso a largo plazo de estos.
Por ello, es importante y necesario estar vigilante y manejar o prevenir las posibles complicaciones. De particular importancia es el manejo preventivo de la osteoporosis.
Otros medicamentos, como metotrexato y leflunomide, se han usado con la esperanza de asistir en el control de la inflamación y en acelerar el proceso de disminuir la dosis de esteroides. Otros utilizados incluyen: hidroxicloroquina y antiinflamatorios no esteroidales. Sin embargo, no se consideran parte del tratamiento porque su beneficio no ha sido probado.
Recientemente, se ha descrito un aumento en los niveles circulantes de interleucina seis (IL6) en los pacientes con PMR. Esta citoquina disminuye con tratamiento de corticoesteroides, lo que sugiere un rol activo en la condición.
Se ha demostrado que la elevación persistente en los niveles de IL6 en pacientes recibiendo esteroides, confiere un riesgo mayor a recaídas. Se están llevando a cabo estudios para explorar el posible uso de un medicamento para artritis reumatoide que trabaja bloqueando la IL6. Otras terapias biológicas, como los bloqueadores de factor de necrosis tumoral, han sido usadas sin mostrar beneficio.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Son múltiples las posibles causas para explicar la presencia de dolor en un adulto envejeciente. El reto para el reumatólogo consiste en descartar otras condiciones con síntomas que sugieran PMR, como: arteritis de células gigantes (GCA) o arteritis temporal, artritis reumatoide, enfermedad de pirofosfato de calcio (CPPD), una malignidad oculta, desórdenes de tiroides y miositis inflamatoria, entre otras. De estas, la arteritis de células gigantes es la condición cuyo diagnóstico no se debe fallar, ya que puede traer serias complicaciones si no se maneja apropiadamente.
La PMR puede alterar el estado de salud y bienestar de los pacientes, sin embargo existen tratamientos efectivos para controlar los síntomas. Tu reumatólogo te ayudará a controlar la inflamación y a prevenir o manejar cualquier complicación asociada al uso de los medicamentos.