Ya tiene su óleo García Padilla
Ayer fue develado su retrato al óleo y el de la primera dama, Wilma Pastrana
Desde anoche duermen en las históricas paredes de La Fortaleza, los retratos al óleo del gobernador Alejandro García Padilla y la primera dama, Wilma Pastrana.
Las obras le fueron comisionadas al pintor puertorriqueño Arnaldo Roche Rabell, quien en solo seis meses logró su cometido. ”Era una responsabilidad tan grande que yo ni dormía”, confesó el artista de estilo expresionista.
El Nuevo Día, en primicia, tuvo la oportunidad de ver los retratos al óleo. El Patronato del Palacio de Santa Catalina –creado bajo la administración de Sila M. Calderón– pagó con fondos privados las obras, cuyo costo no fue divulgado.
Ayer García Padilla y Pastrana tuvieron la oportunidad de ver los óleos en privado y quedaron más que complacidos con el trabajo de Roche Rabell, destacó la presidenta de la junta del Patronato, Dolores “Maggie” Rodríguez de Oronoz. La pareja pidió que se dejaran las piezas sobre sus respectivos caballetes en el Salón de los Espejos –donde fueron develados– para que sus tres hijos pudieran apreciarlos al regresar ayer de la escuela.
“Es la primera vez y la última vez que van a estar juntos los cuadros, uno al lado del otro, porque el del gobernador se coloca en el Salón de los Gobernadores y el de la primera dama en el Salón de las Primeras Damas, como es la tradición”, explicó Rodríguez de Oronoz, mostrando el espacio ya reservado para cada obra.
“Nos sentimos orgullosísimos de que fuera (un artista) puertorriqueño. Llevamos varios gobernadores pintados por norteamericanos”, afirmó.
Ambos retratos –cada uno de tamaño de 50” x 38”– rompen con las técnicas que han usado los antecesores de García Padilla al dejar su huella en La Fortaleza. “Fue algo fuerte tomar decisiones para hacer contemporánea la obra, una nueva posibilidad de cómo se representa a un gobernador y a su esposa, la primera dama. Me tomé el riesgo”, sostuvo el artista. “Tengo que crear un milagro visual donde lo abstracto se convierta en concreto y en última instancia, eso es lo que te invite a ti a acercarte, a ver de qué está hecho”.
Roche Rabell trabajó el óleo sobre óleo lo que crea una textura única sobre sus piezas que dan la impresión de que se trata de un mosaico.
La pieza del gobernador lo muestra de manera frontal, sonriente y con co- lores llamativos y vibrantes.
“Él invita con la sonrisa. Esa sonrisa somos nosotros, así es como yo lo veo, así es como yo lo sentí. Son tiempos de dar sonrisas, de estar positivos con el convencimiento de retomar nuestro futuro como pueblo. El anaranjado es el Sol y la presencia de la flora es para recordar a nuestra isla”, aseveró el artista, quien ha hecho retratos de Luis Muñoz Marín.
“La piel no es una piel fotográfica. Es una piel abstracta, turbulenta, pero con magia, con energía, con vitalidad y con ganas de retomar el compromiso que hay de qué vamos a hacer ahora como pueblo para mejorarnos y para entendernos”, agregó.
Sobre el óleo con la figura del gobernador se aprecia a su izquierda la bandera de Puerto Rico y a su derecha la de Estados Unidos. También hay símbolos clásicos como una pluma.
Mientras que la primera dama luce mirando “hacia el cielo” con un rostro enmarcado en una especie de espejo. Le rodean elementos de la naturaleza.
Ambos óleos están sobre marcos abiertos lo que, según explicó el artista, representa “todas las posibilidades que hay ahora como sociedad donde estamos en un momento que algunos podrían llamarlo de crisis, pero yo lo llamo de cambios, que mientras más positivos seamos, vamos a ser la nueva visión de un Puerto Rico que funcione para las nuevas generaciones”.
“Fue algo fuerte tomar decisiones para hacer contemporánea la obra, una nueva posibilidad de cómo se representa a un gobernador y a su esposa, la primera dama”
ARNALDO ROCHE RABELL pintor