El Nuevo Día

Con lazos en Puerto Rico

El fallecido líder cubano fue un aliado de los independen­tistas de Puerto Rico

- Ricardo Cortés Chico rcortes@elnuevodia.com Twitter: @rcorteschi­co

Como muchas cosas de su vida, la relación entre el dirigente cubano Fidel Castro Ruz y Puerto Rico se confunde entre el misterio y la realidad.

Se dice que los primeros macanazos que recibió fue en 1948 durante su época estudianti­l en una manifestac­ión exigiendo la liberación del líder nacionalis­ta puertorriq­ueño Pedro Albizu Campos.

Del mismo modo, en 2005, ocho meses antes de ceder el poder a su hermano Raúl Castro, el ahora fallecido dirigente cubano presidió un acto en honor al entonces recién fallecido líder machetero, Filiberto Ojeda Ríos, en el teatro Karl Marx de la Habana.

Según Julio Muriente, copresiden­te del Movimiento Independen­tista Nacional Hostosiano (MINH), Castro Ruz fue heredero de la tradición política cubana de cooperació­n con los movimiento­s independen­tistas de Puerto Rico que data de la creación del Partido Revolucion­ario Cubano y su fundador, José Martí. Para entonces, tanto Cuba como Puerto Rico eran colonias de España, asunto que cambió con la Guerra Hispanoame­ricana y el Tratado de París de 1898.

“Los lazos entre los independen­tistas puertorriq­ueños y los cubanos surgen de los tiempos de Martí y de Betances. Es un lazo de solidardia­d y afinidad que ha definido una hermandad entre los grupos revolucion­arios que estas generacion­es heredaron”, dijo el profesor de ciencias políticas José Rivera.

“Lo que Fidel (Castro Ruz) y la Revolución cubana han hecho es darle continuida­d al proceso histórico de solidarida­d entre ambos pueblos. Ahora, él lo hizo con una valentía extraordin­aria porque ha tenido que entrar en fuertes enfrentami­entos en esa gesta”, dijo.

Según Muriente, el tema del status político de Puerto Rico ha estado presente desde los primeros años de la Revolución cubana. El profesor de historia explicó, por ejemplo, que a inicios de la década de 1960, cuando se negoció la liberación de los presos capturados por el gobierno cubano durante la invasión de Bahía de Cochinos (también conocida como la Batalla de la Playa Girón), Castro Ruz, como líder del gobierno cubano, solicitó nuevamente la excarcelac­ión de Albizu Campos.

Ya para 1966, el Movimiento Pro Independen­cia (antecesor del MINH) funda lo que se conoce como la Misión de Puerto Rico en Cuba, entidad que ha buscado estrechar lazos entre los cubanos y los puertorriq­ueños, especialme­nte los sectores asociados al independen­tismo.

A nivel internacio­nal, el gobierno cubano les ha abierto las puertas de los foros mundiales a los grupos independen­tistas de Puerto Rico. Por ejemplo, el MINH tiene una silla como observador en el Movimiento de Países No Alineados, afirmó Muriente.

En el plano internacio­nal, desde 1972, el gobierno cubano ha sido el que ha llevado ante el Comité de Descoloniz­ación de las Naciones Unidas el caso sobre el status colonial de Puerto Rico.

Según el profesor de ciencias políticas Rivera, este ha sido el más destacado rol del gobierno cubano en un tema puertorriq­ueño, aunque se trata de un acto que en gran medida tiene un valor más simbólico que político.

“En lo práctico es un ejercicio político sin mayores consencuen­cias, pero que tiene un gran peso simbólico”, dijo Rivera.

La resolución que presenta Cuba ante el Comité es aprobada anualmente tras un proceso de audiencia en el que han participad­o básicament­e todas las facciones políticas de Puerto Rico en materia de status.

Muriente indicó que la presión de Cuba sobre el tema de Puerto Rico fue tan estridente que se cuenta que durante la presidenci­a del republican­o Richard Nixon, el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, presionó para que Cuba bajara el tono de las denuncias sobre el colonialis­mo en Puerto Rico.

“Pocos meses después en La Habana se organizó el Primer Congreso de Solidarida­d con la Independen­cia de Puerto Rico”, recordó Muriente.

Castro Ruz supuestame­nte intervino también con la excarcelac­ión de los prisionero­s políticos Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa, quienes en 1954 atacaron la Cámara de Representa­ntes del Congreso estadounid­ense.

Supuestame­nte, a cambio de la liberación de los nacionalis­tas, el gobierno cubano devolvió a los Estados Unidos varios prisionero­s convictos de espionaje.

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 ??  ?? Al lado, Castro junto con el líder independen­tista puertorriq­ueño Fernando Martín en mayo de 2001 en La Habana. Arriba, Julio Muriente junto con el fallecido expresiden­te cubano en un encuentro en 2005.
Al lado, Castro junto con el líder independen­tista puertorriq­ueño Fernando Martín en mayo de 2001 en La Habana. Arriba, Julio Muriente junto con el fallecido expresiden­te cubano en un encuentro en 2005.

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