El Diablo está en los detalles
En días recientes, la Junta de Supervisión Fiscal y el Task Force, presentaron el recetario (a su juicio) para resolver la crisis fiscal y económica de Puerto Rico. El esbozo está lleno de guías generales pero con gran ausencia de estrategias y políticas detalladas. El detalle falta; es ahí donde surge la expresión anglosajona atribuida al arquitecto minimalista Mies van der Rohe, en donde el detalle es lo esencial, y no la generalidad abstracta. Toca a la administración entrante esbozar el detalle basado en las guías generales de la JSF; en ausencia de este plan fiscal, la JSF pues actuaría.
La carta de la JSP a los gobernadores entrante y vigente, presenta un cuadro diagnóstico ya conocido por muchos economistas desde hace tiempo (no es sorpresa), y a renglón seguido, presenta las guías generales: (a) reformas estructurales--laborales, energéticas y contributivas; (b) un presupuesto balanceado pero salvaguardando el interés social; y, (c) estabilidad de los sistema de retiro.
Por razones de espacio, evaluaremos con ma- yor detalle algunas de las mismas. La primera es la premisa de las reformas estructurales, tomando en primera instancia, la hipótesis de los beneficios legislados al trabajo-ej. Ley 80, beneficios de pensión, entre otros beneficios. Se ha popularizado que los beneficios laborales son causa de la ausencia de una competitividad industrial, y la JSF parece acoger esta tesis sin apoyarse en un estudio comprensivo de la misma.
En forma general, la ley 80 impone al patrono el pago de una mesada cuando se prueba el despido injustificado. Otros beneficios marginales, aduce la JSF, no son cónsonos con las leyes de los estados de la unión. Pero, si hipotéticamente legisláramos las mismas leyes de los estados, digamos, Florida, ¿los patronos locales estarían dispuestos a pagar el salario promedio de Florida en Puerto Rico? La JSF pasa por alto que el salario promedio por hora de Puerto Rico es $13.56, mientras que en Florida es $20.60; Alabama, $20.15, Hawai, $23.00 y Misisipi, $18.08. En este contexto surge la interrogante, ¿cómo la eliminación de estas leyes aumentarían la productividad y la competitividad industrial? Es conocido que la competitividad industrial surge cuando en el ecosistema funcionan todos los elementos con mayor productividad—o sea, aumenta la productividad laboral, empresarial, los gobiernos, entre otros; esto es, no es un juego suma cero que para mejorar una parte tiene que ser a sacrificio de la otra.
La otra reforma mencionada es la contributiva. El argumento de buscar una reforma simple, justa, equitativa, balanceada, etc., es trillado y en los últimos veinte años se ha escuchado en todos los cuatrienios. Finalmente, terminamos con un proyecto “Frankenstein”. El historial de Puerto Rico sobre las llamadas reformas contributivas, lejos de simplificar el sistema, lo hacen más complejo y confuso. Lo cierto es que para hacer equitativo un sistema contributivo se tienen que poner impuestos a los que generan el mayor volumen de ingresos o ganancias. Las corporaciones foráneas generan un volumen enorme de ganancias contables pero tienen gran cantidad de subterfugios contables para minimizar su responsabilidad contributiva. Ahí esta precisamente el gran reto.
La receta de la JSF y el Task Force, en general, parece andar para beneficios de los acreedores y para impulsar un mejor ambiente a las empresas y patronos, pero me parece que sobre carga la supuesta solución de la crisis a los que siempre pagan y son acreedores permanentes de las crisis sociales y económicas, el pueblo en general.
“Toca a la administración entrante esbozar el detalle basado en las guías generales de la Junta de Supervisión Fiscal”.