Designado jefe de OGP, Iván Marrero, tendrá como norte la transparencia en el gasto público
Nuevo jefe de OGP dará prioridad a actualizar los sistemas de contabilidad del gobierno de modo que se pueda medir mejor el gasto público
Q Habla pausadamente, como si sumara y restara las letras en cada una de las palabras que pronuncia. Y en esa aritmética gramatical el designado director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Iván Marrero Rosado, se muestra como un soldado que, siguiendo las órdenes de sus superiores, intentará acabar con ese enemigo gubernamental del déficit presupuestario. Asegura que como armas usará la tecnología y la transparencia. Es un discurso similar al que usaron algunos de sus antecesores pero hay unos elementos que le dan esperanza. Por ejemplo, la transformación tecnológica en la contabilidad del gobierno ya comenzó, por lo que hay unos pasos ya adelantados. También hay nuevos elementos en el entorno gubernamental, como la entrada en acción de la Junta de Supervisión Fiscal. En cuanto al control del gasto público, contó que su mayor aliado será la plataforma del gobernador electo Ricardo Rosselló Nevares, que fue esbozada bajo principios de austeridad. Además, la realidad fiscal del gobierno le deja poco espacio para salirse de esa línea de reducir el gasto. Marrero Rosado, en una entrevista horas después del anuncio de su designación, conversó con El Nuevo Día y habló sobre su visión al frente de la agencia que vela el gasto de las agencias.
¿Cómo surge el acercamiento para dirigir OGP?
-Yo empecé a laborar en el Plan para Puerto Rico, en la parte de energía. Después me asignaron otras iniciativas para los sistemas de retiro del gobierno central y maestros. También lideré las iniciativas de Coseec por el ‘backgorund’ que tengo en esa industria. Creo que me consideran para OGP, aunque estaba antes fuera del radar para ese puesto, por la exposición que tuve a tantos temas de la plataforma.
Usted va a estar liderando una función económica en un momento sumamente difícil para los asuntos fiscales del país…
-Lo sé. Cuando yo dije en mi casa que estaba considerando ocupar la posición en OGP... (interrumpe el pensamiento) bueno, yo dije en la conferencia de prensa que tenía el apoyo incondicional de mi familia, pero en realidad nadie habló del tema. Yo estoy presumiendo que ese silencio que tuve cuando se lo dije a mi familia es un apoyo incondicional (ríe).
¿Está seguro de que quiere esa silla a pesar de todo lo que está pasando en materia fiscal?
-(Suelta una carcajada). Estos son los momentos en que hay que crecerse. Yo mismo me quejo porque no son suficientes los profesionales que quieren dar un paso adelante… Tenemos que trabajar por el mejor futuro.
¿De lo que ha visto, qué es lo que más le preocupa?
-La visión que implantaremos es la del gobernador que está plasmada en el programa de gobierno. Ahora la fase uno en todo este proceso debe ser asegurarnos que todas las agencias del gobierno, especialmente las que tienen que ver con los asuntos fiscales, hablen el mismo idioma y se comuniquen entre sí. Creo que eso es fundamental para que tengamos éxito en cualquier tarea que nosotros nos propongamos. Específicamente, si nosotros vamos a dar una información a la Junta, los bonistas, al Congreso o a quien sea, tiene que ser la misma. Tenemos que hablar el mismo idioma siempre. Ese es uno de los problemas que hay que atender en términos de comunicación. Por eso tenemos que trabajar esa infraestructura que permite que tengamos la data disponible de manera confiable y consistente.
¿Ha examinado lo que se ha hecho y lo que falta por hacer?
-La industria y los expertos coinciden en que los datos son el talón de Aquiles del proceso de toma de decisiones del gobierno de Puerto Rico. Nosotros no sabemos a ciencia cierta y no podemos confiar en los datos. Todos los esfuerzos desde el día uno tienen que ser esa mejora al sistema de contabilidad del gobierno para poder tomar las decisiones correctas.
Supongo que la idea es saber cómo ha sido el gasto para controlarlo...
-Las agencias deben tener la capacidad de ver las variables de los gastos versus ingresos al menos en términos mensuales. Eso lo tenemos que mejorar. Por eso es fundamental el uso de la tecnología. Esto no es un secreto. Lo otro es que tenemos que buscar la manera de restablecer la credibilidad y la confianza de todos los sectores del gobierno de Puerto Rico. La mejor manera para lograr eso es abriendo los libros y siendo totalmente claros y transparentes.
Esa transparencia se ha tratado, pe-
“Estos son los momentos en que hay que crecerse. Yo mismo me quejo porque no son suficientes los profesionales que quieren dar un paso adelante… Tenemos que trabajar por el mejor futuro” “Ya el gobernador lo ha dicho en múltiples ocasiones, su intención es reducir las plazas de confianza y poner en práctica el mecanismo de base cero en aquellas circunstancias que aplique. El propósito de eso es tener un proceso más riguroso de control de gastos” “Las contestaciones serán firmes. Si no se puede, no se puede. Lo bueno dentro de toda esta crisis es que la posición es clara y se debe a que no tenemos dinero. Por eso es importante que todos reconozcan la seriedad de la crisis y que sepan cuál es su rol y función” IVAN MARRERO ROSADO Designado jefe de OGP
ro los mismos sistemas del gobierno y la complejidad en el organigrama gubernamental, entre otras cosas, han impedido que el gobierno se vea como transparente…
-Es cierto. Hay una limitación operacional. Por eso es prioridad usar la tecnología para resolver estos problemas. La realidad es que no hay muchas opciones. Ese es el camino.
Usted va a tener que implantar la baja en 10% de los empleados de confianza y el presupuesto base cero. ¿Cómo lo va a trabajar?
-El propósito de eso es tener un proceso más riguroso de control de gastos donde se tenga que justificar técnicamente todo.
Aun así todos los estimados del déficit del gobierno presentan un panorama crítico…
-(Se adentra rápido al tema) Sobre eso te puedo decir que el presupuesto depende de muchas variables que ahora mismo no sabemos su resultado final. No sabemos qué va a pasar, por ejemplo, con la reestructuración de la deuda. Eso afecta mucho el presupuesto. También va a depender de lo que pase con los sistemas de retiro, de los estimados de recaudos. Esto es una ecuación dinámica y todavía faltan muchas cosas por saber.
La cifra más bajita que se ha escuchado ronda los $1,300 millones y la más alta es de unos $7,000 millones. En un presupuesto como el que tenemos es muchísimo dinero.
-En términos matemáticos puede ser un déficit de 40% del presupuesto. Es algo que impresiona y quita el sueño. Pero es una realidad que tenemos ahí y que tenemos que atender.
¿Y cómo se reduce un déficit así?
-Eso se analizará en su momento. Ahora mismo tenemos un jugador adicional en la cancha que es la Junta de Supervisión Fiscal. Hay muchas variables que todavía tenemos que definir antes de ponerse a decidir por dónde recortar el gasto.
¿Y si tuviera que despedir empleados para recortar los gastos?
-Mi función en OGP es puramente operacional. La política pública la pone el gobernador electo y yo la ejecuto. Él ha dicho claramente que su política es de cero despidos.
¿Aun cuando sea algo que pudiera exigir la Junta de Supervisión Fiscal?
-Eso es una pregunta que se le debe hacer al Dr. Rosselló.
Por su posición, usted podría tener que defender esa política pública…
-El trabajo de nosotros es ejecutar.
¿Cómo va a trabajar la responsabilidad gerencial que se supone que promueva la OGP?
-Esa parte nosotros tenemos que darle énfasis especialmente ahora que entramos como nuevo gobierno. Debe haber una capacitación a los jefes de agencia, directores de finanzas y supervisores de compras para que se entienda que la política pública es de control de gastos. Eso es fundamental.
Esa responsabilidad fiscal en el pasado se ha ido por la borda cuando los funcionarios de gobierno comienzan a recibir llamadas de alcaldes, jefes de agencias o gente de los partidos pidiendo favores.
-Las contestaciones serán firmes. Si no se puede, no se puede. Lo bueno dentro de toda esta crisis es que la posición es clara y se debe a que no tenemos dinero. Por eso es importante que todos reconozcan la seriedad de la crisis.
¿Qué cambios estima que necesita el plan fiscal que se sometió ante la Junta?
-No he visto al detalle el plan. Tengo que contestar eso en otro momento. Eso es algo que se sabrá bien cuando esté integrado bien el equipo económico y podamos pasar revista sobre todo eso.
Le pregunto porque ustedes van a tener poco tiempo para pedir enmiendas al documento…
-Yo lo que entiendo es que se convocará a un equipo para que atienda el asunto del plan con urgencia. Yo entiendo la preocupación porque es muy poco el tiempo que tenemos. Humanamente podría ser imposible.
¿Y cómo manejará el asunto presupuestario a la sombra de una Junta con unos poderes que sobrepasan los que tiene el gobierno?
-Lo que nosotros queremos es hacer lo que sea necesario para hacer sin necesidad que la Junta intervenga. Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer y lo que tenemos que hacer es ejecutar.
La administración saliente ha dicho que es muy poco el gasto que se puede cortar en el gobierno. ¿Cómo usted ve el asunto?
-Yo creo que hay espacio para mejorar. El uso de la tecnología es fundamental porque fomenta la eficiencia y reduce los gastos. Tenemos que apostar a la tecnología. Nosotros podemos ser eficientes en el manejo de la data financiera, dándoles confiabilidad a los números de modo que podamos conseguir mejores fuentes de financiamiento. No necesariamente esto implicaría cambios en los recursos humanos.