Luz tras nueva evidencia de ADN
Vellos en escena no eran de los convictos por la llamada masacre de Trujillo Alto
Q El informe de la prueba de ADN mitocondrial no descarta que los tres vellos púbicos ocupados en la ropa interior de Haydée Teresa Maymí Rodríguez sean de la propia víctima o de algún familiar de ella por el lado materno. Lo que sí descarta es que sean de Juan Carlos Meléndez Serrano o de Antonio Ramos Cruz.
Ambos estuvieron presentes en la sala 6 del Tribunal de Primera Instancia de Carolina en la vista que se llevó a cabo ante la jueza Berthaida Seijo Ortiz, quien en su día determinará si accede a la petición de nuevo juicio solicitada por los convictos a través del Proyecto Inocencia.
Los trabajos de ayer se concentraron mayormente en si se admite el informe de la prueba de ADN preparada por el laboratorio de California Serological Research Institute (SERI) como parte de la evidencia, lo que quedó pendiente hasta por lo menos el 24 de enero, cuando se pautó el siguiente señalamiento.
Los fiscales Martín Ramos Junquera y Yamil Juarbe plantean que los peticionarios tienen el peso de la prueba, y que se les coarta el debido derecho de ley si no se les permite contrainterrogar al perito que realizó la prueba mitocondrial.
Hasta llevaron un mensaje del secretario de Justicia, César Miranda, quien señaló que no tenía problema con la admisión del informe, siempre y cuando “se presente al testigo correspondiente”, el experto que hizo la prueba y preparó el informe.
Los abogados Julio Fontanet y Fabiana Tapia, del Proyecto Inocencia, quienes representan a Ramos Cruz, y los representantes legales de Meléndez Serrano, Alex Rosa y Juan Matos de Juan, destacaron que fue el propio Instituto de Ciencias Forenses (ICF) el que contrató los servicios de SERI y que “si el jurado (que condenó a los hoy convictos en 1992) hubiese tenido acceso a esta información, no tengo duda de que hubiesen sido encontrados no culpables”.
La magistrada determinó coordinar con el perito de SERI para realizar una videoconferencia para que conteste las preguntas de las partes. El 24 de enero se informará cuándo será.
Por la tarde compareció la patóloga que hizo la autopsia de Maymí Rodríguez y sus hijos Eduardo y Melissa Morales Maymí, de cinco y tres años, respectivamente. Declaró que, de su mejor recuerdo, ocupó tres pelos púbicos del panti de la mujer, pero que ella tenía su área genital rasurada, datos que no fueron incluidos en el informe y que no presentó durante el juicio porque la fiscalía no la sentó a declarar y, aunque estuvo a disposición de la defensa, tampoco la citó. APOYO DE LOS “INOCENTES DE AGUADA”. José A. Caro Pérez, Nelson Ruiz Colón y Nelson Ortiz ÁlDon varez, quienes cumplieron 22 años de cárcel por el asesinato de Glorimar Pérez Santiago y fueron liberados por ausencia de prueba genética que los vincule con los hechos, estaban en sala apoyando a Meléndez Serrano y a Ramos Cruz.
Caro Pérez coincidió con Ramos Cruz en el Centro Correccional de Ponce, donde se convenció de su inocencia.
“Él empezó a contarme cómo fue su caso, y yo le digo: ‘Si me estás contando más o menos la misma historia que nos pasó a nosotros’. Cuando me dijo el nombre del fiscal, dije: ‘Ea, rayo’. Yo lo vi sufrir y llorar”, expresó Caro Pérez, refiriéndose al fiscal de ambos casos, Andrés Rodríguez Elías.
“Entendemos que deben de darles la oportunidad de un nuevo juicio como nos lo dieron a nosotros. Él (Rodríguez Elías) es el único fiscal que ha hecho historia en eso, en fabricar casos”, dijo Ortiz Álvarez.
“Una persona que es inocente no va a estar 20 y pico de años alegando su inocencia si no son inocentes. Yo estoy convencido de su inocencia”, indicó por su parte Ruiz Colón.
También estuvo presente el padre de Meléndez Serrano, Narciso Meléndez, quien destacó que el caso de Aguada y el de su hijo fue “el mismo ‘modus operandi’, lo único que cambiaron los muñequitos”.
La esposa de Ramos Cruz, Isabel Castro, espera que en este caso ocurra lo mismo que en el de Aguada.
“El ADN de los muchachos no está en una escena violenta de tentativa de violación. No hay prueba, no hay huellas dactilares, nada”, destacó Castro.
El padre de los menores asesinados, Eduardo Morales Colberg –quien figuró como sospechoso en un principio– no quiso emitir comentarios. Estaba con las abuelas de los menores, Carmen Colberg y Haydée Maymí.