Obama y Puerto Rico: cambio y desilusiones
Amediados de 2008 tuve el honor de ser reclutado para trabajar como portavoz hispano a nivel nacional en la campaña presidencial del entonces senador Barack Obama. Haber trabajado en su campaña y luego en su administración fue una experiencia profesional inolvidable.
Las razones principales que me motivaron a unirme a su equipo fueron su pasión a favor de los inmigrantes, su promesa de terminar la guerra desastrosa de Irak y su compromiso – entonces sin precedente – con Puerto Rico.
A una semana de terminar su mandato, es difícil no tener sentimientos encontrados sobre el legado de Obama con nuestra Isla del Encanto.
Obama ha sido un presidente transformador – desde las reformas financieras y de salud a la apertura con Cuba – pero sin duda tiene un record mixto y a veces decepcionante en cuanto a Puerto Rico.
En el lado positivo será recordado por iniciativas como el aumento de fondos de salud (casi $1,000 millones adicionales anuales bajo Obamacare), los fondos ARRA de estímulo económico ($6 mil millones), el proyecto de Lufthansa en Aguadilla, los créditos contributivos a las foráneas luego de la ley 154 y el arreglo a las tasas de Medicare Advantage en la isla, entre otros.
En el lado negativo, se destacan la imposición de una junta federal de control fiscal antidemocrática y su falta de acción ejecutiva sobre la crisis fiscal – a pesar de que, por ejemplo, poco después de que PROMESA se convirtiera en ley, el gobierno federal le garantizó préstamos multimillonarios al país de Túnez sin aval congresional – y sus promesas incumplidas sobre la salud y la descontaminación en Vieques.
Sobre status, Obama siempre demostró renuencia en atender el tema.
Cuando lo hizo, su administración recrudeció el trato colonial a Puerto Rico, como en la opinión de su Procurador General sobre el caso de Sánchez Valle. Los $2.5 millones que promovió, y convirtió en ley, para un referéndum y campaña educativa, nunca representaron una oferta seria de autodeterminación.
No obstante, su último capítulo sobre Puerto Rico aún no se ha escrito.
Obama todavía tiene la oportunidad de reivindicarse ante el pueblo de Puerto Rico, aunque sea parcialmente, si excarcela a Oscar López Rivera antes de entregar las llaves de la Casa Blanca el 20 de enero. Confiamos que así lo haga. El autor es un consultor puertorriqueño radicado en Washington, DC, y fue el portavoz hispano de la campaña presidencial de Barack Obama en 2008