Regulan la calidad del cannabis medicinal de la Isla
Nova Cann Laboratories vela por mantener los más altos estándares en la producción local
El primer laboratorio certificado en Puerto Rico para evaluar la pureza y calidad del cannabis medicinal que se venda en la Isla, está ya operando.
Nova Cann Laboratories es al momento el único de su tipo operando en el País, y por tanto, el responsable de verificar que esos primeros productos que se están mercadeando cumplan las regulaciones.
Al momento, explicó a El Nuevo Día su propietario, Edwin Joel Cardona, en la instalación se evalúa el cannabis que están produciendo los dos únicos cultivos activos en la Isla.
Las muestras se están recogiendo semanalmente en los propios cultivos para mayor control y evitar cualquier tipo de alteración.
“El laboratorio va al cultivo, se buscan muestras que son representativas del lote”, indicó.
El laboratorio maneja el análisis de la planta, tras su secado, y también el aceite o cera que se extrae y elabora de la misma. “Se maneja la planta, se maneja el aceite, la cera que se utilizarán para hacer comestibles”, señaló Cardona.
En esta etapa temprana de la industria, aclaró Cardona, los productos elaborados que evalúa están dentro de los propios cultivos.
“El proceso de manufactura, los cultivos los tienen integrados”, expresó. “Se evalúan antes de elaborados los productos y después de elaborados”. REGULADO POR SALUD. Todo el proceso que se realiza en este laboratorio, de principio a fin, está regulado por el Departamento de Salud.
“Toda persona que entre tiene que identificarse, si es alguien que trae una muestra tiene que identificarse e identificar la muestra con el cultivo al que pertenece”, explicó el portavoz.
“Todo el proceso se registra en cámaras. Todo lo que es cámara y lo que es evidencia, es la parte más importante, no solo en el laboratorio, sino en toda esta industria, que está altamente regulada. Todo tiene que estar documentado, todo tiene que estar evidenciado”, recalcó.
Las pruebas que se realizan sobre el cannabis también están reguladas. “Ellos me certifican las pruebas que tengo que hacer y dentro de esos parámetros lo que tengo que buscar”, indicó. La función del laboratorio es ver qué parámetros tengo, qué tolerancia es permitida, para entonces darle al cliente un panorama sobre si sus procesos están siendo llevados correctamente, si los componentes que está utilizando son permitidos”, dijo.
Según Cardona a las plantas se le están realizando ocho pruebas que el Departamento de Salud requiere. A los aceites o ceras la cantidad de pruebas requeridas es menor. GARANTÍA DE CALIDAD. “Con la flor de la planta, lo primero que hacemos es que identificamos la muestra, se inspecciona visualmente bajo microscopio a ver si tiene algún elemento, ya sea algún tipo de insecto, algún tipo de hongo que sea visible y eso se documenta. Se hacen pruebas de contenido de humedad para verificar si el cultivo puede ser propenso a que en un futuro produzca algún tipo de hongo”, explicó. “Se hacen luego pruebas de metales pesados y otras sustancias”.
El empresario aseguró que el objetivo del laboratorio es el control de calidad, “es darle una garantía al consumidor de que lo que está consumiendo es seguro”. “Esta parte de la industria es lo que hace que se llame cannabis medicinal”, abundó.
Informó, por otra parte, que hasta el momento no han tenido ningún problema. “Eso lo que nos dice es que el cultivo y el procesamiento de la planta se está haciendo bajo estándares altos, porque aquí establecimos los estándares más altos de la industria”, dijo.
Para alcanzar ese nivel, trajeron consultores con muchos años de experiencia en Colorado y se implementaron métodos y conceptos que se están utilizando allá. “No estamos reinventando la rueda, aquí estamos trayendo la mejor preparación para poder implementar ese tipo de estándares en Puerto Rico”, afirmó.
El equipo de trabajo incluye un químico de cromatografía y director de calidad, y un líder de laboratorio que conoce el cannabis y que tuvo muchos años de experiencia trabajando con cannabis en Estados Unidos.
“Lo que podemos decir hasta hoy es que las cosas se están haciendo con sus debidos procesos y altos niveles de calidad”, concluyó.