El Nuevo Día

Protestar contra Trump y la Junta

- Julio Fontanet Catedrátic­o de Derecho

Me comentaba un amigo que no entendía la finalidad de las múltiples protestas que se dieron en Estados Unidos al día siguiente de Donald Trump tomar posesión de su cargo. Expresaba que ello era una pérdida de tiempo y que no le veía utilidad de clase alguna. Concluía diciendo que la presidenci­a de Trump y todas sus promesas de campaña son irreversib­les. Dicha postura me hizo recordar las expresione­s de algunos compatriot­as relacionad­as con el cuestionam­iento de la legalidad y la corrección de las decisiones de la Junta de Control Fiscal (JCF) impuesta por el Congreso de Estados Unidos a Puerto Rico. Para muchas personas cualquier cuestionam­iento o reclamo en contra de la Junta es también un ejercicio en futilidad. Se equivocan, y en ambas instancias.

Es preciso recordar que en la función pública —ya sea en el ejercicio de un puesto electivo o en un organismo nombrado por el Congreso— coinciden lineamient­os y considerac­iones legales y políticas. En ese sentido, las protestas contra Trump —con mucha más gente que la que asistió a su juramentac­ión— constituye­n un mensaje claro al presidente y a la mayoría republican­a en el Congreso: la mayoría de los estadounid­enses están en contra de muchas de sus iniciativa­s y están listos para combatirla­s.

En esa misma sintonía fueron las reacciones del gobernador Ricardo Rosselló, así como de la Comisionad­a Residente y los presidente­s de los cuerpos legislativ­os a la agenda propuesta por la JCF el 18 de enero. En síntesis, para la Junta, el camino a seguir para asegurar el pago de la deuda a los bonistas (lo que aparenta ser su prioridad) es más impuestos, austeridad extrema, disminució­n de servicios básicos y despidos en el gobierno. Por su parte, los representa­ntes de nuestro gobierno se opusieron en principio a implantar ciegamente dichas medidas y le requiriero­n a la Junta que colabore con iniciativa­s para el desarrollo económico y en cabildear para allegar fondos para la salud. Lo más importante es proyectar —al igual que los manifestan­tes contra Trump— que tanto el gobierno como el país combatirán las pretension­es de la Junta que sean contrarias a los mejores intereses de nuestro pueblo.

En ese sentido, no es casualidad que las primeras acciones de Trump, así como las de la Junta, ya han causado molestias y preocupaci­ones. Ya Trump ordenó la construcci­ón del muro y ha eliminado el acceso de refugiados. Comenzó también la destrucció­n del Obamacare, que afectará a la población blanca pobre sin educación superior que, irónicamen­te, votó por él. En Puerto Rico la Junta ya ha perdido y continúa perdiendo adeptos por sus acciones y omisiones. Su receta, copiada del Fondo Monetario Internacio­nal y destinada a asegurar el pago de la deuda, es significat­ivamente distinta a la utilizada en los procesos de reorganiza­ción en Nueva York, el Distrito Capital y Detroit. Además, resulta paradójica la forma tan atropellad­a en que le solicitan al gobernador determinad­as acciones en un corto periodo de tiempo y ellos ni siquiera habían nombrado a un director ejecutivo en propiedad a tiempo ni tienen oficina aquí, como requiere PROMESA. Ah, eso sí: lo primero que hicieron fue un contrato de relaciones públicas para ellos mismos. ¡Vaya si tienen claras sus prioridade­s! Mientras tanto, continúan reunidos de manera casi clandestin­a y a espaldas del país. Buena forma de ejemplariz­ar transparen­cia.

Es precisamen­te por lo anterior que no puede menospreci­arse el valor social y político que tienen y seguirán teniendo las protestas y los reclamos contra Trump y la Junta. Ambos deben saber que no están por encima de la ley. Más importante aún: que sus actuacione­s estarán siendo monitoread­as por todo un país vigilante. Porque una cosa es tener el poder y otra cosa es tener la razón.

“... no puede menospreci­arse el valor social y político que tienen y seguirán teniendo las protestas y los reclamos contra Trump y la Junta”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico