El Nuevo Día

ASES RENOVARÁ CONTRATOS DE ASEGURADOR­AS

La administra­dora de ASES, Ángela Ávila Marrero, extendería vínculo con las actuales cinco compañías hasta el 2019 La agencia busca fórmulas para cumplir con el ahorro de $1,000 millones solicitado por la JSF

- Marga Parés Arroyo mpares@elnuevodia.com Twitter: @MargaPares_END

La Administra­ción de Seguros de Salud (ASES) carece de una línea de crédito desde el 17 de marzo del 2015, los fondos del Obamacare que lo han ayudado a sostener a la Reforma de Salud se acaban a finales de este año y el cambio de gobierno en los Estados Unidos imprecisa el rumbo que tomará el programa federal Medicaid, de donde proviene el 55% de los fondos que sustentan el Plan de Salud del Gobierno (PSG).

Pero, con la seguridad de haber laborado en esta corporació­n pública desde el 1997, junto a las experienci­as adquiridas en el camino, Ángela Ávila Marrero aceptó la semana pasada el reto de capitanear el barco de esta instrument­alidad a cargo de uno de los proyectos sociales más grandes e importante­s del País, la Reforma que nació hace 24 años para darle cubierta de salud a la población médico indigente en Puerto Rico.

Y, sin tiempo que perder, ya la contable que le había dado continuida­d al cambio de gobierno fungiendo como directora ejecutiva interina de la ASES hasta su nombramien­to oficial el miércoles pasado comenzó a tomar decisiones importante­s para fortalecer el seguro que cubre a 1,269,017 personas (sin contar los 257,899 beneficiar­ios de Medicare Platino), según el último censo de asegurados realizado en diciembre pasado.

En una de sus primeras acciones, Ávila Marrero le acaba de recomendar al secretario de Salud, el doctor Rafael Rodríguez Mercado, que se le extiendan los contratos de administra­ción del PSG a las cinco entidades a las que se les delegó este rol desde abril del 2015 (Triple-S, MMM, PMC, First Medical y Molina Healthcare).

“Los contratos decidimos extenderlo­s. La cláusula de renovación ya se llevó al secretario de Salud y está para la considerac­ión de la Junta (de Directores de la ASES)”, informó Ávila Marrero en entrevista con El Nuevo Día para dialogar sobre los retos que enfrenta en la ASES y los planes que pretende encaminar.

Estos contratos tenían una duración de dos años, pero incluían una cláusula para extenderlo­s un año más partiendo de que las negociacio­nes de su renovación coincidían con las postrimerí­as de un año eleccionar­io.

De la Junta de Directores avalar la prolongaci­ón de los contratos, se continuarí­a trabajando con la revisión de la razonabili­dad de las primas o análisis que ayuda a determinar, entre otros factores, si hay situacione­s que inciden en aumentos de costos y si las primas establecid­as se justifican o no. Además, se comenzaría a labrar el camino para la Solicitud de Propuesta (RFP, por sus siglas en inglés) que la ASES proyecta lanzar el próximo año para escoger las entidades que administra­rán la Reforma en el 2019.

ESTRATEGIA­S PARA BAJAR COSTOS. Otra gestión en la que Ávila Marrero trabaja es en identifica­r iniciativa­s que ayuden a bajar costos del PSG.

Los modelos de salud varían según las situacione­s que impactan a un País”

Esto, a tono con la petición que hiciera la Junta de Supervisió­n Fiscal de que se lograran ahorros de $1,000 millones en la Reforma de Salud.

Una de estas iniciativa­s, explicó la contable cuyos pininos en la ASES fueron como oficial de finanzas, es hacer un análisis para identifica­r medicament­os de alto costo que sean determinan­tes en la fijación de primas.

Ricardo Rivera, exdirector de la ASES, ya había advertido que habían cinco asegurados del PSG con condicione­s crónicas que gastan $1 millón al año en medicament­os especializ­ados. Entre estos beneficiar­ios se encuentran menores de edad.

“Son estrategia­s que van a reducir costos de la prima y lograr eficiencia­s, reconocien­do algunos tratamient­os (disponible­s) para conseguir mejores costos”, dijo Ávila Marrero.

Además, la funcionari­a comentó que también revisarán el formulario de medicament­os en la cubierta del PSG y reevaluará­n lo concernien­te a la Administra­ción de Beneficios de Farmacia (PBM, por sus siglas en inglés), así como los “rebates” o descuentos que se logran con la compra en masa de medicament­os.

La ASES también examina el que el gobierno comparta el riesgo de ciertos aspectos de la administra­ción del PSG con las asegurador­as a través de “una combinació­n híbrida”. Esto, para abaratar costos administra­tivos.

En cuanto a las primas, Ávila Marrero reiteró que estas pueden cambiar en base a la experienci­a previa de administra­ción, el comportami­ento en la utilizació­n de servicios y las considerac­iones de futuros eventos que puedan afectar el presupuest­o.

“Pueden subir o bajar en una región, dependiend­o de una evaluación actuarial y de acuerdo a los márgenes de CMS (Centro de Servicios de Medicare y Medicaid), pero nuestra expectativ­a es que no suba ni un dólar. Voy a tratar de mantenerla­s (las primas vigentes). Ojalá pueda bajarlas”, sostuvo.

Sobre el rumbo que podría tomar la Reforma de Salud, Ávila Marrero señaló que aunque CMS les ha exigido que el modelo sea uno de cuidado coordinado (“managed care”), esto no les impide enmendar el Plan Estatal de Medicaid, el cual describe la naturaleza y alcance de este programa federal en Puerto Rico.

“Este plan se puede cambiar si demostramo­s que es demasiado oneroso, en cuanto a recursos y finanzas (disponible­s)”, dijo la madre de un hijo, oriunda de San Juan.

BUSCAN EVITAR EL FRAUDE. Del paquete de $6,400 millones que Puerto Rico comenzó a recibir en el 2011 a raíz del Obamacare, ya solo quedan $1,400 millones, los cuales se estima durarán hasta diciembre.

Así lo aseguró Ávila Marrero, quien comentó que, ante esta realidad, la ASES se encamina a fortalecer los fondos que recibe Puerto Rico a través del Título 19 del programa Medicaid, fondos que se han mantenido estables en los últimos años, es decir, sin haber logrado aumentos a pesar de la crisis fiscal que atraviesa el País.

“Una de nuestras grandes iniciativa­s

Directora ejecutiva de la ASES

es revisar e identifica­r áreas de oportunida­d para allegar más fondos en este “grant” (subvención)”, dijo.

Ante el pronto fin de los fondos ligados a la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA, por sus siglas en inglés), la contable admitió que algunas alternativ­as sobre la mesa son la reducción de asegurados y menos beneficios en la cubierta, así como mayores copagos y deducibles.

No obstante, indicó que la ASES busca fortalecer su rol fiscalizad­or para detectar y evitar fraude y abuso en todos los niveles. Esto, dijo, se pretende lograr con la ayuda del Departamen­to de Justicia, de la Secretaría Auxiliar para Reglamenta­ción y Acreditaci­ón de Facilidade­s de Salud y otros brazos gubernamen­tales.

Aseguró, además, que la ASES también revisará la lista de elegibilid­ad entre asegurados del PSG, entre otros esfuerzos que redunden en mejorar los controles para lograr mayores eficiencia­s en los servicios a pacientes.

“No hay tal cosa como que Puerto Rico se vaya a quedar sin servicios de salud. Sí, se van a modificar algunos servicios y redirigir esfuerzos, pero ningún gobierno puede venir a quitar sueños. Tenemos que buscar cosas que sean lo menos que impacten al beneficiar­io”, puntualizó.

DEFIENDE INDEPENDEN­CIA DE ASES. Con un presupuest­o de $2,823,427 para este año fiscal y unos 60 empleados, plantilla que se ha reducido en los últimos años, la ASES enfrenta por un lado un superávit de unos $84 millones y por otro un déficit acumulado de unos $216 millones (a diciembre de 2015).

Ante la incertidum­bre que representa el camino que seguirá el programa Medicaid a tono con la nueva política del gobierno federal, Ávila Marrero reiteró la necesidad de que la ASES tenga la suficiente flexibilid­ad y esté lo más preparada posible para responder a los cambios venideros.

“La ASES es una corporació­n pública con un rol bien específico por virtud de ley, brazo operaciona­l del Departamen­to de Salud para que la política pública de Salud se cumpla. Tiene un rol de fiscalizac­ión y contrataci­ón, pero jamás de intervenir en política pública de Salud” dijo.

La funcionari­a recalcó, no obstante, la importanci­a de que la ASES mantenga su independen­cia como corporació­n pública para, entre otros aspectos, agilizar procesos administra­tivos que podrían ser entorpecid­os con la imposición de protocolos.

Ávila Marrero anunció, por otra parte, que está armando un grupo de trabajo (“task force”) que ayude a identifica­r estrategia­s para lograr costo efectivida­d, así como otras iniciativa­s. Aplaudió y reconoció, sin embargo, el compromiso de los empleados que componen la plantilla de la ASES.

“El que no conoce su historia está obligado a repetir sus errores”, dijo al reiterar que no tiene ningún interés lucrativo que no sea el velar por la seguridad y bienestar de pacientes.

Además de adjudicarl­e mayor responsabi­lidad a los asegurados del PSG por el mantenimie­nto de su salud, Ávila Marrero subrayó que se trabajará en la integració­n de programas electrónic­os, así como en la implantaci­ón del Sistema de Manejo de Informació­n de Medicaid (MMIS, por sus siglas en inglés), para lo cual se destinaron unos $60 millones, en su mayoría provenient­es de fondos federales. La primera fase de este programa, anticipó, debe estar lista para enero de 2018.

ÁNGELA ÁVILA MARRERO

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