Sin necesidad de reducir jornada
Secretario de Hacienda dice que solo con las medidas del Plan Fiscal se evita el problema de liquidez en el gobierno
El secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, afirmó ayer que el gobierno no va a cerrar por las dificultades en el flujo de efectivo que enfrenta y aseguró que no se necesita una reducción de la jornada laboral de los empleados públicos, como propone la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para poder mantener a flote las operaciones diarias del Estado.
Indicó que la orden emitida el martes por la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) limitando los créditos contributivos y declarando nulas decenas de millones de dólares en asignaciones presupuestarias, pero no usadas, en presupuestos pasados, genera ahorros por $725 millones, suficientes para atender la insuficiencia de caja en los próximos meses.
“Nosotros estamos completamente seguros que con el Plan Fiscal podemos atender la situación sin que haya cierre o reducciones de jornada”, dijo el titular de Hacienda, al explicar que las medidas del pasado martes se contemplan como parte de los ajustes del Plan Fiscal.
Sin embargo, el mismo documento presentado ante la JSF por la administración del gobernador Ricardo Rosselló Nevares muestra serias deficiencias en el flujo de efectivo para el principio del año fiscal. Por ejemplo, el documento estima que para el mes de agosto el gobierno tendrá en caja $56 millones. Esta cifra no incluye lo que tendrá que desembolsar el gobierno por concepto de pensiones y servicio a la deuda.
Se estima que ya para ese mes los sistemas de pensiones de los empleados del gobierno y el de los maestros se habrán quedado sin fondos, por lo que el pago de las jubilaciones tendrá que salir del Fondo General, la principal alcancía del Estado. Del mismo modo, la congelación de los pleitos legales asociados a la deuda pública de Puerto Rico, según dispone la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés), termina el 1 de mayo.
Además, gran parte de los $725 millones que se congelan como parte de la orden de AAFAF son en proyectos que nunca comenzaron o que en la actualidad no generan gastos para el gobierno, por lo que en la práctica no figuran como una carga para el flujo de efectivo del gobierno. La congelación, sin embargo, sí tiene un efecto en el cuadre presupuestario según se dispone en los papeles oficiales. CERO TRANS. Contrario a otros años, la estrechez económica no contará con préstamos a corto plazo o Notas de Anticipación de Impuestos (TRANs) para subsanar las fluctuaciones normales en los recaudos de Hacienda durante el año fiscal. Usualmente, el gobierno recibe la mayor parte del dinero durante el segundo semestre de cada año fiscal (de enero a junio) pese a que los gastos son relativamente uniformes todo el año. Esto normalmente se subsanaba con los llamados TRANs, que no son más que préstamos a corto plazo.
Los problemas crediticios del gobierno han impedido que Wall Street preste el dinero en los llamados TRANs.
Para paliar la situación, el gobierno tomó el dinero que la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE), la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA) y el Seguro por Incapacidad No Ocupacional Temporal (Sinot) tenían invertido en los mercados de capital y lo usó para financiar los TRANs.
Esos préstamos, sin embargo, no serán pagados hasta después del año fiscal 2018, según se dispone en el Plan Fiscal de Rosselló Nevares. Y si el dinero no es repagado, la CFSE, la ACAA y el Sinot no podrán volverle a prestar fondos al Gobierno central. Son $450 millones que el gobierno no tendrá disponibles para atender los problemas de liquidez.
Maldonado afirmó, sin embargo, que esos TRANs no serán necesarios porque el próximo presupuesto se confeccionará bajo el esquema de “base cero” y eso implicará recortes suficientes para poder cumplir con los pagos según los ingresos llegan al gobierno. Añadió que esos mismos recortes liberarán ingresos para cumplir con los pagos a los pensionados y hasta cubrir las insuficiencias que causará en el programa Mi Salud la terminación de los fondos federales del Affordable Care Act (Obamacare).
“El presupuesto va a ser base cero. Eso implicará reducciones de gastos grandes. Intercambiar dinero entre agencias (como ocurre con los TRANs internos) no creo que sea saludable. Nosotros vamos a mirar las funciones que son esenciales para correr el gobierno de manera eficiente… Hay que ver todo el gobierno como una sola operación. Si la agencia es ineficiente, su base presupuestaria se reducirá también”, dijo Maldonado.
El titular de Hacienda indicó que con las medidas en el Plan Fiscal de Rosselló Nevares, junto con la orden del martes de AAFAF, se protege la economía. En cambio, estimó que una reducción en la jornada laboral tendría un efecto muy negativo en el intercambio comercial y, por ende, el crecimiento económico.
Sin embargo, fuentes de El Nuevo Día aseguran que existen serias dudas con la base de ingresos y los ajustes fiscales que se contemplan en el Plan de Rosselló Nevares.
Entre las dudas está la posibilidad de que el gobierno haya contado más de una vez partidas como los ingresos que generarán en los próximos años el arbitrio a las empresas foráneas de manufactura y que los estimados de ahorros contemplados sean muy optimistas.
“Con el Plan Fiscal podemos atender la situación sin que haya cierre o reducciones de jornada” RAÚL MALDONADO Secretario de Hacienda