Las celebraciones son del Clásico
Los jugadores boricuas defienden su despliegue de emociones en el evento, pero aseguran que no es algo que harían en la campaña de Grandes Ligas
SAN DIEGO, California. - Las celebraciones y notables muestras de emoción que se han visto de parte de nuestros jugadores en el Clásico Mundial de Béisbol son exclusivas de este torneo. Esa explosión de gestos, golpes en el pecho y festejos responde al formato del torneo, uno de corta duración en el que cada partido que se disputa encierra gran importancia, contrario a la campaña de Grandes Ligas que se extiende por seis meses antes de llegar a los playoffs.
Al menos así se expresaron varios integrantes de la novena patria, quienes no ven que la misma emoción se extienda a una temporada regular de las Mayores.
“La diferencia es que en las Mayores se están jugando 162 juegos. Si pierdes dos juegos, al otro día tienes otro, y sigues por ahí para abajo hasta que termine la temporada. Aquí, pierdes dos juegos y te vas para tu casa. Tienes que ponerle un poco más de pique, un poquito más de ‘flow’, y tratar de hacer un mejor trabajo para ayudar al equipo”, dijo Carlos Correa, tercera base de Puerto Rico.
En los pasados días, tanto periodistas especializados en el béisbol como fanáticos han levantado un debate sobre las grandes celebraciones de muchos de los equipos en el Clásico Mundial. Por ejemplo, es normal que los jugadores de Puerto Rico y República Dominicana salgan todos al plato a recibir a uno de sus compañeros tras conectar un jonrón. Eso no se ve en el equipo de Estados Unidos, y mucho menos en un equipo de Grandes Ligas. Incluso, algunos han sugerido que esa muestra de emoción y las celebraciones que se ven en el Clásico le darían mayor emoción al béisbol de Grandes Ligas.
Correa, torpedero estelar de los Astros de Houston, secundó el año pasado las palabras Bryce Harper, estrella de los Nacionales de Washington, quien expresó que al torneo de Grandes Ligas le falta la picardía que los fanáticos disfrutan en ligas deportivas como la NBA.
No obstante, Correa indicó que, aunque hay cabida para festejos, la regla no escrita de respeto en el terreno de juego y de no humillar a tu contrincante sigue vigente en las Grandes Ligas. En otras palabras, no esperen ver la misma emoción que los jugadores latinos y asiáticos han enseñado en el Clásico con sus respectivas franquicias.
“Siempre y cuando no faltes el respeto a los lanzadores ni al equipo contrario. El ‘batflip’ no lo voy a realizar en la temporada. Es algo que obviamente no debería hacer. Pero ya cuando lo haces por tu patria, por todas esas personas en Puerto Rico que viven momentos difíciles, y con algo así le puedes dar una alegría, pues la verdad que me llena”, dijo. “RESPETO EL JUEGO”. El veterano Carlos Beltrán, quien a lo largo de 19 temporadas se ha destacado por la caballerosidad que muestra en el terreno, tampoco ve que lo que ocurre en el Clásico se traslade a la campaña de Grandes Ligas.
“La intensidad aquí es un poquito más fuerte. Permanecer con esa intensidad a lo largo de una temporada sería algo no real”, precisó Beltrán, de 39 años, y quien jugará en el 2017 con los Astros de Houston.
“En mi caso, siempre he sido un pelotero que me gusta hacer mi trabajo y respeto el juego, respeto a mis compañeros, respeto al equipo contrario. Entiendo que hay situaciones que se celebran. Por ejemplo, tu das un hit o jonrón, o realizas una jugada para salvar el juego, lo tienes que celebrar. Pero hay cosas que si muy tempranas en el juego las celebras fuera de control, esas cosas pueden ser represalias contra el otro equipo. El contrario puede sentirse mal por la actitud y se pueden pasar bolazos o algo así”, explicó el jugador manatieño.
Para Enrique ‘Kike’ Hernández, jardinero suplente de Puerto Rico e integrante de los Dodgers de Los Ángeles, la oportunidad única de jugar en el Clásico Mundial de Béisbol amerita tirar la casa por la ventana con cada victoria y celebrar cada buena jugada o batazo.
“Ponerse el uniforme de tu país es un poco diferente a ponerse el uniforme de una organización. Es mucho más emocionante. Cada carrera, cada turno, vale un poco más. Cada cual tiene su opinión. Nosotros jugamos nuestro juego, nosotros no estamos vacilando esto como que puede ser la única vez que representamos a la Isla y no nos importan que piensen los demás y los otros equipos”, aseguró.
“Aquí, pierdes dos juegos y te vas para tu casa. Tienes que ponerle un poco más de pique, un poquito más de ‘flow’, y tratar de hacer un mejor trabajo” CARLOS CORREA Jugador de Puerto Rico