El Nuevo Día

Por un hogar más seguro

- NORY W. RIVERA

Caso número 1: usted acaba de remodelar su cocina y quedó como la que siempre soñó. Un día se pone a freír unas papitas y por un descuido suyo, por cierto imperdonab­le, se olvidó que había dejado las papitas en la sartén y cuando se dio cuenta se le había quemado la mitad de su cocina. Después del susto y el llanto, llamó a su seguro y para agravar su pena, la póliza que incluía su hipoteca solo cubría el costo de los gabinetes originales que tenía la casa cuando la compró hace 15 años. Así que lo que su seguro le pagó fue una ínfima cantidad de lo que usted invirtió en la remodelaci­ón.

Caso número dos: usted alquiló un apartament­o y por desconocim­iento había un problema de desagüe en la unidad. Un buen día su lavadora se desbordó y le inundó su apartament­o. Se le dañaron varios muebles y unos cuadros de gran valor sentimenta­l que había dejado en el piso. Pero no solo fue su apartament­o sino que el agua llegó hasta el apartament­o de su vecino y hasta la unidad que estaba debajo de la suya. Después de los consabidos "no se preocupe" y el "ay bendito", llegó un emplazador a la puerta de su casa con copia de una demanda: sus vecinos están demandando a usted y al dueño del apartmento, reclamando miles de dólares en daños.

Caso número 3: usted tiene un corazón muy noble y rescató ese perrito que le robó el corazón con la mirada. Un día el perrito se escapó y mordió al nene del vecino gruñón con quien usted apenas cursa palabra. Gracias a Dios el nene está bien pero el papá gastó cientos de dólares en médicos. ¡Todavía el vecino está asustado y le reclama que el nene se pasa llorando y no quiere salir de la casa! Semanas después le presentan una demanda en daños. Usted no tiene seguro.

Estos son casos hipotético­s pero lamentable­mente sucesos como estos ocurren todos los días. No solamente son situacione­s que nos sacan de presupuest­o, sino que nos colocan en posiciones muy desagradab­les. Pero si estamos asegurados, la parte económica de estas situacione­s se puede atender sin mayores consecuenc­ias y nos puede evitar grandes preocupaci­ones. Sin embargo, posiblemen­te pensamos que invertir en un seguro es un gasto innecesari­o y lo eliminamos de nuestra lista de prioridade­s. Piénselo dos veces.

Los seguros también cobran mayor relevancia en tiempos de crisis económica. Hay teorías que algunos podrían debatir, que relacionan las crisis económicas con el aumento en la incidencia criminal, los robos domiciliar­ios y los hurtos y contar con un buen seguro que cubra las pérdidas materiales cobra mayor importanci­a aún.

Por lo tanto, en tiempos como los que estamos viviendo es más importante que nunca tomar medidas para asegurar nuestras propiedade­s, recuperar las pérdidas económicas y disfrutar de tranquilid­ad mental. También es importante evaluar si podemos invertir en tecnología que nos ayude a proteger nuestra propiedad y más importante, nuestra familia.

Precisamen­te esta semana encontrará la edición especial "Seguros en el hogar y

negocio", donde incluimos informació­n sobre este tema de manera que pueda servirles para tomar una decisión informada. Estamos seguros que esta informació­n puede ayudarles.

En cuanto a nuestra portada de esta semana, les presentamo­s a Alamanda, que precisamen­te abre a la venta su segunda fase, Alamanda West, con tres modelos de apartament­os.

Una visita a Alamanda en Guaynabo les confirmará por qué es uno de los proyectos que mayor acogida ha tenido.

Hay teorías que relacionan a las crisis económicas con un aumento en la incidencia criminal.

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