Derroche de pasión en Santurce
La Placita se ha convertido en el lugar predilecto para seguir los partidos del Clásico
Q Como sucede casi todos los viernes, la Placita de Santurce estaba repleta de visitantes.
Pero no se trataba de un viernes social cualquiera. Anteanoche era viernes de béisbol en la Placita de Santurce, un lugar que se ha convertido en el principal punto de encuentro de los aficionados para disfrutar de los partidos de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol.
El dramático triunfo de Puerto Rico, 6-5, sobre Estados Unidos el viernes en la segunda ronda del Clásico fue presentado utilizando la pantalla gigante de dos perfiles ubicada encima de la Taberna los Vázquez en la esquina de las calles Orbeta y Dos Hermanos. Además, varias barras tenían televisores con el encuentro.
Delante del inmenso televisor, un mar de fanáticos resistió lluvias ocasionales para vivir las emociones y apoyar al equipo de Puerto Rico como si estuvieran en la primera fila del estadio sede en San Diego, California.
Cuando el taponero Edwin Díaz ponchó a Josh Harrison para el último ‘out’ del partido, los presentes alzaron las manos y explotaron en un sonoro grito de “¡Wa!” que dejó a muchos sin aire.
No era para menos. El parejo encuentro mantuvo a los placeros pegados a la pantalla gigante, todos mirando hacia arriba como si estuvieran presenciando un fenómeno cosmológico o esperando tensos a un platillo volador.
“¡Nunca perdí la confianza! ¡Ese (Edwin Díaz) es Sugar!”, dijo Roberto Medina a gritos y animado momentos después de la victoria. Roberto vio el partido parado cerca del área conocida como ‘los aguacates’ de la Placita. Lo acompañaron Gerardo Cintrón y Gerardo Danes. El trío llegó temprano y vestían el jersey blanco y la gorra roja de la novena nacional.
Y demostraron su lealtad no solo con su vestimenta, sino también permaneciendo en su puesto a la intemperie a pesar de que la lluvia hizo su aparición en cinco ocasiones durante el partido.
Por su parte, José Alicea celebró levemente más calmado, pero, tras buscar las palabras en silencio por un momento, describió el partido como “impactante”.
Por su parte, Tania González dijo que aunque, “nunca perdió la fe”, en el noveno episodio “me puse nerviosa con esa gente en base”.
Fanáticos de todo nivel y muchos neófitos del béisbol llegaron a la Placita para ver el juego.
Entre estos estaba Lizandra Ríos, quien admitió que aunque no es seguidora del béisbol, se contagió con la fiebre peloteril desatada por los triunfos de Puerto Rico sobre México, Venezuela y República Dominicana.
“Yo no he visto nada de los juegos”, dijo. “Pero vine a la Placita para ver este (partido)”.
“Verlo aquí es impresionante, espectacular”, dijo por su parte la joven empresaria Lulu Puras, quien llegó a la Placita con su amiga, Lilly Sein. “Vinimos a ver a Puerto Rico ganar y nos vamos a quedar apoyándolos hasta el final”.
Hubo quienes aprovecharon el ángulo comercial de la ocasión, como el vendedor ambulante que ofrecía pequeñas banderas de Puerto Rico.
Pero era difícil llamar la atención de los presentes, la mayoría mirando hacia arriba para no perderse un instante del duelo. Un grupo de pleneros animaba el periodo entre ‘innings’ y lideraba los coros pro Puerto Rico.
Las emociones fueron extremas. En un momento, la Placita se desbordó de júbilo cuando Puerto Rico anotó cuatro carreras en la misma primera entrada. En otro, sus pechos se desinflaron cuando Buster Posey pegó cuadrangular solitario en el quinto para poner el marcador 4-2.
Un ‘inning’ más tarde, el silencio arropó la Placita luego que Adam Jones dio otro vuelacercas para acercar a Estados Unidos a una carrera de los puertorriqueños. Y cuando Carlos Correa fue cantado out en tercera base a pesar de que la repetición televisiva mostraba que fue claramente quieto, la ira de los placeros se desató contra el ‘umpire’, a coro de, “¡Árbitro cabr...!”.
Pero, al final del día, todos celebraron al unísono, con Puerto Rico llevándose el dramático triunfo y garantizando su pase a la próxima etapa del Clásico.
LULU PURAS Fanática “Verlo aquí es impresionante, espectacular. Vinimos a ver a Puerto Rico ganar”