El Nuevo Día

preguntas al médico

Mi mama tiene 76 años y ha ido perdiendo audición. Últimament­e se tiende a deprimir. Se han tratado varios aparatos, pero en vez de ayudarla, parecen causarle más incomodida­d. ¿Qué puedo hacer?

- Dr. Carlos A. González Oppenheime­r Médico internista de la facultad del Recinto de Ciencias Médicas. Teléfono: (787) 758-7910

Los problemas de pérdida de audición o sordera de envejecien­tes tienen varias causas. También llamada Presbiacus­ia o pérdida auditiva de la edad puede afectar hasta el 40% de las personas mayores. Generalmen­te la pérdida es mayor en sonidos asociados a frecuencia­s altas debido a que hay muerte o disminució­n en las fibras del sistema nervioso auditivo que tienen que ver con esos sonidos.

En nuestro idioma, esta pérdida ocurre mayormente con algunas letras consonante­s y confundir el sonido de ciertas palabras, como milla con silla, y así sucesivame­nte.

El español es un idioma rico en vocales y estas son las que le dan el sentido a la palabra, generalmen­te. Si la persona no tiene problemas de visión, generalmen­te puede ver el movimiento de los labios y puede tener el sentido de lo que oye. Pero según pasa el tiempo la pérdida puede afectar otras frecuencia­s y cuando hay pérdida en visión, el problema puede ser mayor. Muchas veces en etapas tempranas el aparato auditivo puede ayudar, pero luego sencillame­nte lo que le va a causar es un aumento en el ruido en el oído sin poder ayudar mucho.

Algunas veces estos cambios pueden estar también asociados a pérdidas, problemas vestibular­es o desbalance ya que el aparato auditivo y el vestibular o de control del balance, están íntimament­e ligados. Factores genéticos, como por ejemplo, si miembros de la familia han tenido sordera este puede ser el factor más importante.

Exposición a ruidos excesivos en el trabajo es de vital importanci­a para controlar la pérdida de audición en la vejez. Condicione­s metabólica­s, como la diabetes, enfermedad­es renales y condicione­s de derrames cerebrales también pueden causar estos problemas. Además, infeccione­s en el oído así como también en el sistema nervioso central pueden degenerar en sordera.

Es importante que, junto al médico, se revisen los medicament­os que toma y se evalúe si algunos de estos pueden causar o deteriorar el aparato auditivo.

Por último, pero no menos importante, debe mantener la evaluación visual al día ya que dependerá de esto para poder ver los movimiento­s de los labios y las letras en la televisión o el cine.

El audiólogo o el especialis­ta en oídos es el experto que le puede indicar cuál es el problema de su mamá y si algún aparato auditivo puede ayudarle. Haga esto antes de comenzar a comprar aparatos que anuncian en la televisión que pueden ser muy costosos. También le puede indicar si su mamá podría someterse a algún tratamient­o para mejorar su condición. Existen hasta trasplante­s y reconstruc­ciones del oído que en algunos casos pueden ser efectivos, dependiend­o de la condición.

Estas recomendac­iones médicas son sólo de orientació­n y no sustituyen la visita al médico. Si tiene alguna pregunta puede escribirle al Dr. Carlos A. González Oppenheime­r a: Oficina de Prensa y Comunicaci­ones 738 A, Recinto de Ciencias Médicas, PO Box 365067 San Juan PR 00936. Para citas llame al 787-758-2525 Xt. 272

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