El Nuevo Día

PLAGA UNA DIFÍCIL DE MANEJAR

Las iguanas vedes también son un dolor de cabeza para los residentes de Florida Las autoridade­s temen por los daños que causan a la infraestru­ctura

-

SUNNY ISLES BEACH, Florida.— Colgadas en los árboles o corriendo por las aceras, las iguanas verdes son tan comunes en el sur de la Florida que ya casi no se las ve como invasoras exóticas sino más bien como reptiles equivalent­es a una ardilla.

Oriundas de América del Sur y del Centro, las iguanas verdes que escaparon o que son mantenidas como mascotas se han estado reproducie­ndo en los suburbios de Miami y en los cayos por al menos una década sin causar el revuelo que generaron otros reptiles, como las serpientes pitonas birmanas o los lagartos tegu blanco y negro.

Son considerad­as mayormente inofensiva­s pues se alimentan de plantas y no de los animales nativos. Pero sus madriguera­s debilitan muros rompeolas, aceras y diques, además de que se comen las plantas y arruinan los jardines. Sus excremento­s, por otra parte, no son fáciles de limpiar y constituye­n una potencial fuente de salmonella, la bacteria que causa intoxicaci­ones alimentici­as.

Comparadas con las esquivas pitonas de las Everglades, las iguanas con fáciles de detectar. Llegan a medir más de un metro y medio (cinco pies) y les gusta lo que atrae a la gente a la Florida: los jardines bien cuidados, las propiedade­s con vista al mar, las piscinas y el sol.

Una iguana incluso obligó a parar un partido de tenis del reciente Abierto de Miami al subirse al tablero electrónic­o que llevaba el marcador.

El cazador de iguanas Brian Wood atrapó a tres una tarde reciente, de aproximada­mente un metro (tres pies) cada una, que disfrutaba­n sobre un rompeolas en un complejo de condominio­s en Sunny Isles Beach. Usando una caña de pescar, las pilló con una soga al cuello y las colocó en una jaula de metal.

La presidenta de la junta vecinal del complejo King’s Point Imperial Condo, Janet Sarno, contrató a Woods porque el sitio estaba siendo invadido por iguanas.

“Hace diez años, tal vez veías una o dos en el rompeolas. Ahora aparecen de a 20. Son demasiadas”, comentó.

Las iguanas se desplazan por los rompeolas y los patios, trepan a los árboles y llegan a los balcones de los departamen­tos, donde se comen las plantas, afirma Sarno.

“Vienen, comen y excavan la tierra. Las ves en las piscinas”, expresó. “Últimament­e ves excremento­s por todos lados. Es terrible”.

“Son como las ratas. Siempre va a haber iguanas aquí”, sostuvo Woods.

A las autoridade­s les preocupan los daños que pueden causar las madriguera­s de las iguanas en los diques y otras estructura­s para controlar el agua en las Everglades.

“Las madriguera­s debajo de los muros de contención de las aguas pueden causar remolinos hidráulico­s y agravar la erosión del sistema”, sostuvo Rory Feeney, director de distrito de la oficina de control de los recursos naturales.

La Florida quiere evitar que las iguanas se conviertan en una peste, como en algunos países del Caribe. En las Islas Caimán se ha comprobado que las iguanas verdes se cruzaron con iguanas nativas.

En la Gran Caimán, la población adulta de iguanas verdes subió de las 127,660 del 2014 a 400,000 el año pasado, según Jane Haakonsson, investigad­ora del departamen­to del medio ambiente de las islas.

“Todo el mundo se queja. Todos tienen problemas con sus piscinas y sus jardines, y en las carreteras a cada rato se las llevan por delante”, expresó Haakonsson. “Lo que se está haciendo (para controlarl­as) no basta”.

 ??  ?? Brian Wood se dedica a cazar iguanas al sur de la Florida, donde estos reptiles se han convertido en una plaga que amenaza a especies nativas, lo mismo que ha sucedido en Puerto Rico.
Brian Wood se dedica a cazar iguanas al sur de la Florida, donde estos reptiles se han convertido en una plaga que amenaza a especies nativas, lo mismo que ha sucedido en Puerto Rico.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico