Sobre la mesa la aportación económica de la UPR
Estudio aborda el efecto multiplicador del dinero que se invierte en la institución académica
Mientras la Junta de Supervisión Fiscal y el Gobierno insisten en una sustancial reducción al presupuesto de la Universidad de Puerto Rico (UPR), un estudio publicado este mes apunta a la aportación millonaria de la institución académica a la economía local mediante la creación de empleos, pago de contribuciones y el enriquecimiento del capital humano.
El análisis, elaborado por los economistas José Alameda Lozada y Alfredo González Martínez y publicado recientemente por la firma privada Estudios Técnicos, evidencia el efecto multiplicador de las actividades realizadas por la UPR, institución a la que se le ha requerido que ajuste su presupuesto en $450 millones para el año fiscal 2021.
Los expertos concluyen en su informe que cada $100 que gastan los componentes de la UPR son capaces de generar $156 en la actividad económica puertorriqueña. Mientras que, por cada 100 empleos que resultan de las actividades que se realizan en el sistema universitario, se producen 164 oportunidades de trabajo en otros sectores.
El estudio, titulado “El impacto socioeconómico del Sistema de la Universidad de Puerto Rico (SUPR)” agrega que, “por cada $100 en ingresos en forma de salarios que surgen de sus actividades, se generan $148 en salarios adicionales en otras industrias por efecto indirecto e inducido del desempeño económico del conglomerado del SUPR”.
En entrevista con este diario, Alameda Lozada explicó que los efectos indirectos son aquellos que se derivan de la actividad realizada por la UPR, pero que no son propias de la institución. “Los restaurantes de comida rápida, los hospedajes, los que venden materiales de estudiantes, los que venden zapatos, el comercio, todos esos negocios que no son universitarios, se benefician”, explicó el también profesor de la universidad del Estado.
Mientras, el efecto inducido se produce al generar una capa de ingresos que convierte en otra ronda al consumo, agregó.
Alameda Lozada indicó que este estudio fue encomendado el año pasado por el entonces presidente de la UPR Uroyoán Walker Ramos. Su elaboración, explicó el economista, conlle- vó la recopilación de información financiera del sistema universitario. El informe estuvo listo a finales de 2016, aseguró.
Para el estudio, los economistas evaluaron, entre otros datos, los presupuestos de la UPR durante los pasados cinco años, las partidas de nómina y gastos, la cantidad de estudiantes matriculados por año y cifras correspondientes al Sistema de Retiro del centro docente.
“En la universidad, tú tienes que un dólar te genera 20%, y ¿qué significa eso? Que tú inviertes un dólar de la sociedad y ese dólar te rinde 20% de ‘return’. ¿Cuál es el rendimiento? El capital humano que tú creas”, destacó Alameda Lozada al referirse al incremento de la productividad de un ciudadano al completar una educación universitaria.
IMPACTO EN LOS MUNICIPIOS. De la mano del estudio, los economistas realizaron un segundo análisis, menos
abarcador, dirigido al impacto económico de cada uno de los recintos en los municipios donde ubican.
Los recintos de Mayagüez, Cayey y Humacao resultaron con el mayor peso relativo en la economía de los municipios. Mientras que Ponce, Carolina y Bayamón arrojaron el menor efecto, señaló Alameda Lozada.
El análisis coloca al Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) como el principal motor económico de esa ciudad. Específicamente, la contribución del campus mayagüezano a la actividad económica municipal se traduce en 26.6%, en el renglón de salarios directos; 65.9%, en el renglón de salarios directos, indirectos e inducidos, y 22.2%, con relación a los empleos directos, indirectos e inducidos.
El economista explicó que la salida de las empresas bajo la sección 936 del Código de Rentas Internas federal aportó en gran medida a convertir a Mayagüez en una ciudad universitaria. “Mayagüez dependía mucho de la manufactura. De hecho, era el primer municipio en tener más empleos de 936, llegó a tener 10,000 empleos directos”, recordó Alameda Lozada.
Sin embargo, el caso del RUM contrasta con los recintos enclavados en San Juan. “El Recinto de Mayagüez es relativamente grande. La pregunta es, ¿por qué (la aportación en la economía) no es igual con el Recinto de Ciencias Médicas y de Río Piedras? Lo que pasa es que la economía en San Juan es más diversificada. Tiene muchas más actividades, es la capital”, precisó.
“No es que no sea importante, es que su peso relativo en la economía tiende a ser menor”, agregó.
El estudio inicial realizado por los economistas abordó la aportación social de la institución académica. El documento destaca la función de la UPR en la investigación científica, los servicios de salud –a través del Centro Médico Hospital Universitario de Adultos, el Pediátrico, el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe y el Hospital Federico J. Trillas– y como custodio del patrimonio cultural y natural del País.
“Cada actividad realizada, de diversas maneras, constituye unas aportaciones directas al crecimiento y productividad de los recursos productivos”, expresó.