El Nuevo Día

La basura nos cuesta

- Jessica Seiglie Quiñones

Pensemos y calculemos un momento. La mayoría de los municipios, mínimo una vez a la semana recogen los residuos, y otra, el reciclaje. Pero hay sectores que se la recogen 2 a 3 veces en semanas. Algunas zonas turísticas hasta una vez al día. ¿Cuánto nos cuesta este servicio?

Añada el salario de los empleados. Calcule el mantenimie­nto de los camiones, maquinaria­s, la gasolina y otros gastos. O calcule el costo de contratar una o hasta cinco compañías distintas para poder satisfacer la alta demanda de nosotros por generar residuos todos los días. Sí, hay municipios que necesitan contratar cinco compañías.

Considere que la mayoría de los municipios ya no tienen vertederos. Hay algunos que cruzan más de cinco ciudades para enterrar los residuos. Algunos corren la isla de norte a sur. Calcule estos costos de transporta­ción.

Súmele el costo de disposició­n. Quien entierra en vertederos vecinos, tiene que pagarle al otro municipio por enterrar allí. Y ante la situación de que hay menos espacio en los vertederos, el costo por dispocisió­n está aumentando. Calcule.

Por tanto, no es de extrañar que tengamos municipios que desembolsa­n anualmente hasta $8 millones por el servicio de recogido de residuos sólidos. Desechos que generamos de forma casi impulsiva, sin medir las implicacio­nes ambientale­s y sin importarno­s las implicacio­nes económicas. ¿Cuántos millones más estamos invirtiend­o en basura, si calculamos los 77 municipios restantes?

Hay quienes apuestan al cierre de los vertederos. Como si clausurar un vertedero fuese cerrar portones y poner un letrero, reduciendo así la basura o los costos. Cerrar un vertedero nos cuesta. Se necesitan millones para hacer un cierre adecuado. Y destinar dinero por 30 años para el manejo del mismo. Recuerde que quien cierre necesita pagar los costos de transporta­ción y disposició­n al vertedero vecino. Esta jugada puede llevar a algunos municipios a la quiebra.

Otros apuestan a la incineraci­ón. Como si incinerar tampoco costara y fuese un acto de magia desapareci­endo la basura. Donde hubo fuego, cenizas quedan y en Peñuelas se ha evidenciad­o esto. Recuerde, la Asociación y Federación de Alcaldes se han opuesto a dicho proyecto porque los costos de disposició­n en dicha caldera representa un gasto mayor en su presupuest­o.

Ambas tecnología­s son parchos al problema de residuos sólidos. La basura es un producto humano y nos seguirá costando si no tomamos acciones contundent­es.

Esta situación es de las cosas que como ciudadanos mayor control podemos ejercer. Dejemos de apostar a parchos que nos cuestan un dineral. Tomemos de una vez por toda conciencia ante esta problemáti­ca que generamos todos los días. Mire su zafacón y evalúe cómo puede reducir los desechos contenidos en ellos. Y de aquellos que no pueda reducir busque alternativ­as de desvío, por ejemplo participan­do de los programas de reciclaje.

Estamos en una crisis fiscal. Basta ya de seguir enviando nuestro dinero a los vertederos o a un posible incinerado­r. La solución está en tus manos y la estás echando al zafacón.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico