¿DE ACUERDO?
Utopía es pensar que la comunidad universitaria del Sistema UPR está de acuerdo en esta coyuntura...
Pasan los días y la Universidad sigue en huelga. Ante la pregunta: ¿Qué tú crees que va a pasar?, se oye la respuesta: ¡Ay, yo no sé! La incertidumbre reina en estos tiempos.
Mientras tanto, aumenta la cifra estimada de recortes asignados a la UPR. Ya va por más de $500 millones…
El Gobierno de turno no solo le echa gas pimienta a la gente; además, le pega macanazos cuando ratifica que la deuda no se va a auditar.
Entretanto, se argumenta a favor y en contra de mantener la Universidad cerrada. Se dice que representantes del sector estudiantil están en la mesa de negociaciones con la administración central. Sin embargo, otra facción del estudiantado —que lleva semanas acampando en los recintos, llevando a cabo actividades educativas y organizando formas de hacerle frente a la crisis— alega que no se siente representada por el liderato que está al frente de las conversaciones. Se agudizan las animosidades entre el sector docente y son evidentes los desacuerdos entre el sector no docente.
Por más absurdo que parezca, que hayan tantas “finquitas” y “ranchitos” da cuenta de la falacia de que estamos de acuerdo. Si la UPR no puede lograr una concertación entre todos sus sectores, no obtendrá el apoyo que le adeuda el resto del país.
Mientras la comunidad universitaria siga fracturada, se propongan ideas que respalden los recortes propuestos a la Universidad, no se multipliquen los pronunciamientos públicos como los de John Fernández Van Cleve, rector del Recinto Universitario de Mayagüez, en contra de cualquier recorte a la UPR; la “Go petition” a favor de la auditoría circule tímidamente por las redes sociales, se privilegie la desinformación y se infunda el miedo, en la lucha se ausenten los sectores a quienes el estudiantado ha apoyado históricamente y la población puertorriqueña no interiorice la importancia de la UPR y que el asunto trasciende 11 recintos, pues es un problema colectivo, nos quedamos sin país en lo que nos ponemos de acuerdo.