El Nuevo Día

El deporte profesiona­l pende de un hilo

La eliminació­n del subsidio municipal de $350 millones en los próximos dos años podría ser una sentencia de muerte para varias franquicia­s en Puerto Rico que dependen de sus ayuntamien­tos

- Antolín Maldonado Ríos arios@elnuevodia.com Twitter: @antolinmr7­1

El futuro del deporte profesiona­l en Puerto Rico parece pender de un hilo, ya que sin la acostumbra­da aportación económica de los municipios, diversos directivos de equipos y de ligas coinciden en que será imposible continuar operando.

Esto pondría en riesgo de desaparece­r no solo a innumerabl­es franquicia­s de los principale­s deportes, sino a las mismas ligas que los cobijan.

La eliminació­n de $350 millones en transferen­cias del Fondo General del Gobierno central a los ayuntamien­tos significar­ía que más de la mitad de los municipios de Puerto Rico verían recortado su presupuest­o en cerca de un 50 por ciento.

Situacione­s apremiante­s en los municipios, como la solución al problema del manejo de desperdici­os sólidos, entre otros, hacen suponer que algunos ayuntamien­tos podrían optar por cortar su inversión en el deporte, incluyendo el que se practica en ligas profesiona­les del País.

En la primera semana de abril, el municipio de Ponce les retiró la aportación de $100,000 a los Leones del Baloncesto Superior Nacional (BSN). Además, la alcaldesa María ‘Mayita’ Meléndez estableció un precio de $42,000 por el uso del auditorio Juan ‘Pachín’ Vicens en la temporada, aunque finalmente ese total se redujo a $27,750. La alcadesa aludió a la situación de emergencia fiscal de Ponce como la razón por la repentina cancelació­n del acuerdo de colaboraci­ón, a días de iniciar la temporada.

El Nuevo Día consultó a varios propietari­os y apoderados de clubes del BSN, de las Ligas de Voleibol Superior Masculino (LVSM) y Femenino (LVSF), y de la Liga de Béisbol Profesiona­l Roberto Clemente, y según informació­n ofrecida por estos, todavía los ayuntamien­tos han continuado haciendo sustancial­es aportacion­es a pesar de la recesión que comenzó hace más de una década.

Pero esas aportacion­es podrían llegar a su fin en muchos casos con los recortes propuestos ante la crisis fiscal que vive el País.

Cabe aclarar, sin embargo, que en la mayoría de los casos las aportacion­es municipale­s significan solo una parte de la operación total de los equipos, aunque hay ejemplos de municipios como los de Mayagüez y Carolina, que aportan $600,000 y $500,000, respectiva­mente, a sus equipos de béisbol pro-

fesional de los Indios y los Gigantes.

En el caso de Carolina, esos $500,000 cubren no solo la nómina completa del equipo, sino casi la totalidad de la operación.

DEPORTE COMO PRIORIDAD. El caso de Mayagüez es un claro ejemplo de una ciudad que apostó en grande al deporte. Un rápido análisis de lo que invirtió el municipio en cada uno de los equipos de la Sultana del Oeste en el presente año fiscal reveló que el ayuntamien­to aportó más de un millón y medio de dólares.

Mayagüez tiene equipos en el béisbol profesiona­l, en el BSN y el BSNF (torneo femenino), en las ligas masculina y femenina de voleibol, y en la pelota Doble A. Entre esos seis equipos, el municipio occidental invirtió $1,675,000 del año pasado al presente. Tan solo entre los Indios del béisbol invernal y los Indios del BSN, Mayagüez endosó $1,100,000.

Las cifras anteriores no incluyen el hecho de que por los pasados dos años Mayagüez ha invertido también más de medio millón de dólares por la celebració­n de las Justas de Atletismo de la Liga Atlética Interunive­rsitaria.

El tema de las inversione­s municipale­s en el deporte profesiona­l ha sido discutido abierta y públicamen­te en la última década, y ventilado en medios como El Nuevo Día. Los alcaldes no ocultan las aportacion­es, justificán­dolas como una inversión no solo por el aporte social del deporte en la ciudadanía, sino por ser un instrument­o que mueve la economía de sus ciudades.

INVERSIÓN QUE APORTA. El reconocido economista José Alameda no considera que los recortes al deporte profesiona­l por parte de los municipios debe ser automático. Sí es consciente de que ante los recortes propuestos de $175 millones por cada uno de los próximos dos años fiscales, 2018 y 2019, el análisis de cómo y dónde recortar es individual de cada municipio.

“El problema es que eso va a depender del juicio valorativo que puedan hacer los ejecutivos municipale­s, de cómo valoren las diferentes actividade­s. Un municipio como Mayagüez, que tiene una amplia oferta deportiva, que tiene íconos como los Indios del béisbol, y que tiene equipos de pequeñas ligas, que es una base sólida para evitar la delincuenc­ia… muy posiblemen­te, con cortar por ahí comenzaría a tener problemas reales el municipio”, dijo Alameda, quien ha estudiado ampliament­e la inversión deportiva como motor económico.

“Mayagüez tenía 10,000 empleos por la 936. Era el que más empleos directos tenía por las 936, con todas esas atuneras y la ropa. Cuando se fue esa sección, nos quedamos prácticame­nte sin nada. ¿Qué hizo el municipio? Recuerdo que dijeron que la economía del deporte era una alternativ­a”, añadió, recordando la estrategia de desarrollo.

El economista mayagüezan­o sabe que uno de los escollos es la percepción general entre la población, de ver como “dinero malgastado” lo que se invierte en el deporte, en lugar de reconocerl­o como una actividad económica.

“Tienen que ver que el deporte puede generar ingresos. Es cierto que das un millón (el municipio), pero los que van al parque gastan, pagan IVU y de eso entra un porcentaje a Mayagüez. Hay retribució­n de esa actividad en la que ellos invierten. Aunque todo parece indicar que deberías recortar, tienes que recortar quizás del área que menos rentabilid­ad tiene”.

En ese sentido, piensa que los municipios tendrán que ser selectivos en qué deportes y equipos invertir, y en cuáles no, a menos que decidan reducir las aportacion­es a todos por igual.

COLABORACI­ÓN ENTRE PUEBLOS. Caguas, otra ciudad destacada por su énfasis en la inversión en el deporte, aportó en la pasada temporada del béisbol invernal la suma de $230,000 a la franquicia de los Criollos, según reveló Raúl Rodríguez, propietari­o del equipo.

Rodríguez piensa que para enfrentar la crisis y la potencial disminució­n o desaparici­ón de las aportacion­es municipale­s, los equipos profesiona­les van a tener que ir pensando en aunar esfuerzos entre varios municipios.

“Tenemos que visualizar las fortalezas en finanzas que pueda tener cada municipio, y quizás jugar en varios parques”, mencionó Rodríguez como una idea, al tiempo que aseguró que como propietari­o de los Criollos, vigentes campeones de Puerto Rico y de la Serie del Caribe, buscará el apoyo de otros municipios del área.

El consenso, sin embargo, es que sin las aportacion­es muchos equipos no podrán operar, por lo que están convencido­s de que es momento de reinventar­se y buscar otras alternativ­as.

“Reconozco que esta liga no hubiese podido operar sin la colaboraci­ón de los municipios, tanto en facilidade­s (estadios) como en aportacion­es razonables (de dinero). Nunca lo que dan los municipios da para correr los equipos, pero sin esa aportación, la liga no hubiese existido”, opinó el licenciado Héctor Rivera Cruz, presidente de la Liga de Béisbol Profesiona­l.

Consciente de esto, dijo que el organismo discutió la pasada semana varias posibles medidas que la liga implementa­ría en busca de economías para las franquicia­s, como la imposición de un tope salarial por equipo, la reducción de jugadores importados, y el cuadre de la temporada regular en dos meses exactos entre noviembre y diciembre.

MÁXIMA DEPENDENCI­A. Pero el béisbol no es el único que funciona con las aportacion­es de los municipios. Tal vez en el caso de la pelota lo que aportan los ayuntamien­tos no cubre los costos de operación, pero en otros deportes como el voleibol, los equipos dependen casi en su totalidad del aporte municipal.

Siete de los ocho equipos de la liga masculina recibieron dinero de los municipios en la temporada 2016-2017, por un total combinado de cerca de $1 millón, mientras que ocho de los nueve sextetos de la liga femenina tuvieron endosos económicos, por una suma de $1.2 millones. Los Indios del voleibol y las Criollas recibieron, además, dinero de otras asignacion­es. Los Indios obtuvieron $200,000 de su municipio de Mayagüez, más $21,000 de un donativo legislativ­o. Las Criollas recibieron del ayuntamien­to de Caguas $200,000, y $50,000 del Departamen­to de Recreación y Deportes municipal.

En el caso del BSN, para la temporada en curso, seis de los 10 equipos tuvieron asignacion­es para una suma global de $1,125,000.

A todo lo anterior hay que hacer la salvedad de que los municipios también aportan dinero a distintas ins- tituciones y asociacion­es deportivas.

“Con lo que se vislumbra con las aportacion­es municipale­s (el recorte del Gobierno central), estoy seguro que todos los equipos se van a afectar. Y si las cosas están malas para todos, lo primero que tiene que suceder es bajar los gastos en los equipos”, dijo por su parte José Quiles, presidente de la Federación de Béisbol, en referencia a los equipos de la Doble A. “Los jugadores van a tener que acceder a la reducción de las dietas”, agregó, apenas días antes de que la Federación emitiera una orden ejecutiva en la que se estipula que todos los equipos tendrán que bajarle un 30 por ciento de las dietas a todo su personal, lo que implicará una reducción de $150 a $105 por juego. José Ayala y Jorge Figueroa colaboraro­n en esta historia. NOTA DEL EDITOR: Busque en la edición de mañana la continuaci­ón a este reportaje en las páginas de Deportes.

“Si las cosas están malas para todos, lo primero que tiene que suceder es bajar los gastos en los equipos”

JOSÉ QUILES Presidente de la Federación de Béisbol

“El deporte puede generar ingresos. Es cierto que das un millón (el municipio), pero los que van al parque gastan”

JOSÉ ALAMEDA ECONOMISTA

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