La Rama Judicial abraza la tecnología
Hace poco más de un año juramenté al cargo de Jueza Presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Me comprometí a procurar una Rama Judicial cada vez más ágil y eficiente. A lograr una justica más accesible y más transparente.
Reconocí desde el primer día que, para lograr este objetivo, sería necesario dirigir la Rama hacia la vanguardia tecnológica del siglo 21. Incorporar la tecnología no sólo constituye una oportunidad para mejorar la eficiencia de la labor judicial en tiempos de estrechez fiscal, sino que también contribuye a mejorar el acceso a los tribunales y a la percepción que tiene la ciudadanía sobre la judicatura.
Con este norte, el primer paso hacia la modernización en la atención de los casos y asuntos que se presentan ante nuestros tribunales fue implementar un módulo conocido como NET. Este permite la notificación electrónica de las determinaciones judiciales a los abogados y abogadas a través del correo electrónico.
Al día de hoy, hemos enviado miles de notificaciones a través de este sistema electrónico, lo que ha facilitado que las partes reciban las determinaciones judiciales con mayor rapidez. NET ha generado un ahorro significativo en papel y franqueo y, al acortarse enormemente el tiempo de la tramitación de las notificaciones, ha aumentado la productividad de nuestro equipo en las secretarías.
Habiendo sentado las bases para, en un futuro cercano, alcanzar la tramitación electrónica total de los procedimientos judiciales a través de las 13 regiones judiciales, expandimos la presentación y notificación electrónica de los casos civiles. Desde marzo se presentan y tramitan electrónicamente todos los casos civiles que incluyen alguna causa de acción en daños y perjuicios, expropiación forzosa o asuntos contributivos de la competencia de San Juan, además de los recursos extraordinarios y los casos electorales, que ya se tramitaban de esa forma. Se trata de la expansión más significativa que ha tenido el uso de la tecnología en nuestros tribunales.
Pero más allá de optimizar la labor judicial, y la operación diaria en nuestros tribunales, la tecnología tiene beneficios patentes y va- riados para la comunidad. Es una herramienta que facilita el acceso a las personas que se encuentran en estado de vulnerabilidad y desventaja. Por eso, establecimos un sistema de videoconferencia que permite que los residentes de Vieques puedan, de manera remota, solicitar órdenes de protección en casos de violencia doméstica y otros, además de solicitudes de ingreso involuntario en casos de salud mental.
Esta tecnología permite a los viequenses acceder virtualmente al Centro Judicial de Fajardo para que se atiendan de inmediato asuntos que requieren atención urgente, sin tener que trasladarse físicamente a la Isla Grande y sin tener que esperar la visita a Vieques del juez de turno. El plan a corto y mediano plazo es extender la videoconferencia a los tribunales de otras zonas, así como a otras materias y asuntos judiciales.
Todas estas iniciativas demuestran que la crisis fiscal y las dificultadas que enfrentamos como País —como he dicho antes— son una oportunidad enorme para la Rama Judicial.
El abrazo a la tecnología como medio para lograr que nuestros tribunales sean cada vez más eficientes, transparentes y accesibles para todas las personas es solo el comienzo.