Ángel Vázquez revive la sátira política con la “BurunBanda”
Ante los efectos de la crisis económica que impacta al país, “La BurunBanda en Lalalandia” llega con un supuesto llamado a vivir escapando de la realidad
Ángel Vázquez no aguantó las ganas. Aunque su agenda está más que cargada con las presentaciones de su monólogo “Hecho en Puelto Rico” y sus labores como director cultural de la Universidad del Turabo, la inquietud de retomar un proyecto en el género de la sátira político-social le ganó a las posibilidades de ocio y, sobre todo, a la apatía.
Por eso, en “un bolsillito de tiempo” disponible ideó BurunBanda, un nuevo trío de sátira política que compone junto a Irvin García y Tato Santiago.
Vázquez, quien escribe y dirige el proyecto, aclaró que no está peleado con Ernesto Concepción, quien lo acompañó antes en el exitoso concepto de “Los Juanes del pueblo”. Simplemente, ésta vez no pudieron coincidir profesionalmente, aunque siguen siendo muy buenos amigos.
BurunBanda es una variación del término “burundanga” que Luis Pales Matos utilizaba para describir el revolú en Puerto Rico. A Vázquez ninguna otra palabra le pareció más acertada para bautizar su nuevo invento, dirigido a sorprender al público con el primer espectáculo del trío “Lalalandia”, que se presentará los sábados 22 y 29 de julio, a las 9:00 p.m., en el Café-Teatro Punto Fijo (CBA) en el Santurce.
El trío hará “multitasking” en escena, ya que actuará y tocará instrumentos mientras canta adaptaciones de conocidas canciones de diferentes épocas y géneros, pero con letras basadas en las situaciones y personajes de la política puertorriqueña.
“En términos de contenido, creo que la sátira es lo más sanador dentro de una democracia. Es un servicio esencial dentro de la democracia, definitivamente”, opinó el dramaturgo.
La tierra de “Lalalandia” es donde todo el mundo está “espaceao”,
“Creo que la sátira es lo más sanador dentro de una democracia. Es un servicio esencial dentro de la democracia” ÁNGEL VÁZQUEZ ACTOR Y DRAMATURGO
sin saber ni entender todo lo que acontece alrededor, aunque paradójicamente, le afecte de muchísimas formas y hasta directamente. Este espacio de la ficción no es muy diferente al que muchos puertorriqueños escogen como estado mental y también, a juicio de Vázquez, es la razón por la cual el país está sumido en una grave crisis. ¿Por qué la sátira es servicio esencial?
“Porque es terapéutica y nos da una válvula de escape a través de la risa. Creo que nos ayuda a mantener una sanidad que necesitamos, porque yo creo que nos estamos desquiciando con las cosas que están pasando y con el bombardeo constante de noticias que no hay forma de manejar porque son tantas a la vez que al que sí le importa le está creando una crisis, una depresión. Estás pensando que ya mismo te toca el turno de quedarte sin empleo, de mudarte...” ¿Cómo vives tú esta crisis?
“Uno tiene que tratar de mantener una sanidad dentro de todo lo que está ocurriendo. Ciertamente, me aflige mucho. Hay noticias, como por ejemplo, el recorte al fondo de la cultura, que fue descomunal. Woody Allen dijo que una vez un mago hizo un gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y eliminó la pobreza y la guerra. Entonces, apareció un político, hizo un gesto y desapareció al mago. Utilizo este pie forzado para decir que, en general, no hay conciencia de que la cultura es una industria multimillonaria y mueve a muchísima gente. Los pueblos que no tienen cultura están muertos y los que sí pueden sobrevivir a crisis como esta necesitan esta dosis de comedia, de sátira y de cultura en general”. ¿Por qué no es opción vivir en Lalalandia?
“Pienso que quien cae en la tentación de Lalalandia es aparentemente más feliz porque no se tiene que enfrentar a estas situaciones que vivimos. Por lo tanto, no tiene que unirse a una agrupación, ir a una reunión o tratar de venir con soluciones para la comunidad o el País. Pero en realidad, la verdad nos da en la cara porque si los ciudadanos no se envuelven con lo que está pasando, las consecuencias nos tocan a todos. Nos vamos quedando solos, sin red de apoyo, sin solidaridad”.