TRANSPORTE
La empresa reclama que en este periodo ha logrado transformar la transportación local
Uber celebra su primer año en Puerto Rico
Ayer se cumplió un año desde que Uber inició operaciones en Puerto Rico. Desde entonces, la aplicación de Uber ha sido descargada por más de 111,000 puertorriqueños y el ofrecimiento del servicio ha servido de fuente de empleo para unos 4,000 residentes en la Isla, de los cuales 1,600 dependen exclusivamente de estos ingresos para subsistir.
“Estamos muy contentos de cumplir un año juntos en el viaje en la Isla del Encanto y queremos aprovechar la ocasión para agradecerle a los miles de puertorriqueños que nos han recibido con los brazos abiertos y encuentran en Uber una opción de movilidad cómoda, eficiente y accesible”, compartió Julie Robinson, portavoz de Uber para Puerto Rico.
Durante este primer año la empresa destacó que logró ofrecer opciones de movilidad y nuevas economías a los puertorriqueños a través de iniciativas como Pon Para Todos, que tiene el compromiso de ofrecer movilidad a la población con discapacidad. Además establecieron varias iniciativas de promociones de recompensas para usuarios, integraron el servicio Uber XL y expandieron la zona de cobertura fuera del área metropolitana añadiendo a pueblos como Río Grande, Fajardo, Mayagüez y Ponce.
“Con tan solo un año en Puerto Rico, hemos logrado transformar la ciudad”, dijo.
Sin embargo, hay que decir que su entrada al País no ha sido miel sobre hojuelas. La férrea oposición de algunos sectores como los transportistas privados, especialmente de los taxistas, quienes han expresado abiertamente su rechazo a la entrada de Uber, en reclamo a que esta tecnología amenaza con la estabilidad de sus trabajos, les ha mantenido en una constante pugna pública para defender sus derechos y el de sus usuarios y conductores.
Pero los taxistas no han sido los únicos en enfrentarse a la empresa de red de transporte (ERT) como se le conoce a las compañías como Uber. De entrada, el interés de la Comisión de Servicio Público (CSP) en ser ellos quienes regularan a las ERT y no el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), como había determinado la administración de gobierno anterior, mantuvo a ambas partes en un litigio legal que se prolongó hasta octubre del año pasado.
No fue hasta ese momento en el que el Tribunal de Primera Instancia resolvió que las ERT no eran compañías de taxis y sus conductores tampoco taxistas, y por lo tanto la CSP no tenía jurisdicción para regularlas, que esa situación se apaciguó.
No obstante, esto no detuvo las agresiones y enfrentamientos que se suscitaron entre taxistas y conductores de Uber, provocados por la negativa de los transportistas turísticos en permitir que las ERT entren a las zonas donde ellos tienen exclusividad como el Viejo San Juan, Condado, Isla Verde y Miramar.
A principios de mayo de este año, el grupo de transportistas Puerto Rico Operadores Turísticos, Guías y Excursionistas (PROTEGE), declaró un paro de taxistas que dejó desprovistos de estos servicios a turistas y visitantes tanto en hoteles como en el aeropuerto Luis Muñoz Marín. Esta acción provocó que el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, ordenara levantar las restricciones que hasta ahora habían limitado el recogido de pasajeros en las áreas turísticas.
Esta directriz provocó que, en el periodo de 48 horas que estuvo activa, se realizaran más de 6,000 viajes en Uber hacia y desde el Aeropuerto Luis Muñoz Marín.
A finales del mes pasado, se aprobó en Cámara y Senado el proyecto del ejecutivo, que centraliza los servicios de transporte bajo la CSP y que permitiría que los conductores de Uber puedan entrar al aeropuerto a recoger a pasajeros que sean residentes en la Isla. Este proyecto está a la espera de la firma del gobernador.