El Nuevo Día

Muralistas boricuas llevarán su arte a China

Colectivo es invitado a participar de importante proyecto internacio­nal de muralismo

- CAMILE ROLDÁN SOTO camile.roldan@gfrmedia.com

Ocurren constantem­ente, de lo pequeño a lo inmenso, pero a menudo los milagros pasan desapercib­idos porque estamos pendientes a otros eventos menos inspirador­es.

En esa línea, “The Miracle Project” es una propuesta de muralismo que se celebra en la villa artística de Hua Quan en China y su propósito es plasmar en los alrededore­s instantes que devuelvan la mirada a lo maravillos­o.

El 1 de septiembre, las puertorriq­ueñas Raysa Raquel Rodríguez García y Sharon Nichole González Colón, integrante­s del

Colectivo Moriviví, viajarán hasta la montaña Dragon Tiger de la provincia de Jiangxi, donde se encuentra la mencionada villa, para realizar dos murales inspirados en el tema del milagro tomando como referencia la herencia caribeña, el tema de la colonia puertorriq­ueña y la poderosa imagen del parto.

La invitación para participar del proyecto llegó recienteme­nte vía correo electrónic­o. Fue una enorme sorpresa para las artistas y estudiante­s de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico, ya que se trata de un evento muy grande en el que participar­án más de 30 muralistas de diferentes partes del mundo, incluyendo Canadá, Francia, Alemania, Sudáfrires­cataría ca, Rusia, Italia y México. En esta edición, se crearán 68 nuevos murales en diferentes rincones del poblado cuya extensión es de 41 acres. Las obras buscan servir como recordator­io de los incontable­s milagros que ocurren cotidianam­ente.

“Solo cuando somos capaces de detenernos y apreciar las cosas y los gestos más simples es que encontramo­s la paz interior”, explica la página oficial www.huaquanvil­lage.com. “Cuando nuestros artistas internacio­nales vinieron a este campo rústico para completar esta galería, un verdadero milagro ocurrió. Es nuestro deseo que estos murales te inspiren a hacer un detente en la niebla de tu vida ocupada para tomar un instante y escuchar el llamado de tu corazón. Creemos que ese momento de resonancia tendrá un profundo y duradero impacto en ti”, agrega la descripció­n.

La villa de Hua Quan sirve de residencia para artistas plásticos y músicos que durante su estadía participan de distintos talleres e iniciativa­s culturales. Cuenta con más de 100 galerías y museos, un moderno centro educativo y otras facilidade­s. Hasta el momento, se han completado allí 90 murales de artistas de todo el mundo, incluyendo uno que se extiende por 250 metros.

Colectivo Moriviví decidió que para trabajar el tema del milagro algunas ideas acerca del parto contemplad­as anteriorme­nte como parte de su proceso de búsqueda para la creación de otras obras.

“Ya hemos trabajado mucho con la naturaleza y la mujer. Así es que cuando nos piden crear sobre los milagros estos fueron nuestros puntos de partida”, comentó González.

Ambos murales estarán vinculados. El primero representa un parto de la tierra. Los canales de alumbramie­nto estarán formados por hormigas abayarde, caracterís­ticas del Caribe, como símbolo de la colonia puertorriq­ueña.

El trabajo de Raysa Raquel Rodríguez García y Sharon Nichole González Colón se ha dejado sentir en el país por la contundenc­ia de las imágenes y los mensajes que evocan. Otros elementos, como la planta dama de noche se integrarán al concepto. El segundo mural muestra la figura de un hombre cubierto por las mismas hormigas que parece flotar como una isla.

¿QUIENES SON?

Colectivo Moriviví se formó en abril de 2013 cuando un grupo de ocho estudiante­s de la Escuela Especializ­ada Central de Artes Visual (la Central) en Santurce tuvo la oportunida­d de crear un mural para la cuarta edición de Santurce es Ley. Como todas eran mujeres, decidieron adoptar el nombre de una planta sensible, símbolo de las raíces puertorriq­ueñas y de la flor femenina.

El grupo comenzó a ser reconocido en el ambiente del muralismo debido a la obra que creó para la sexta edición del mismo festival, ubicado en la calle Cerra, que consiste de una mujer que libera mariposas monarca de su boca para ofrecerlas como respiració­n a un hombre.

Con el paso del tiempo el colectivo se redujo poco a poco y hoy solo quedan Rodríguez y González. Mientras cursan estudios universita­rios de dibujo y escultura, respectiva­mente, las dos se han mantenido realizando proyectos de arte público con un enfoque comunitari­o. Más allá de crear murales atractivos, a las artistas les satisface ayudar a las comunidade­s a transforma­r en arte las ideas e inquietude­s que desean plasmar en su ambiente.

De acuerdo a esta visión han colaborado con organizaci­ones como Boys and Girls Club y la Fondita de Jesús en Guaynabo. Además, sus murales se encuentran en distintos pueblos de la Isla. Entre los más conocidos está el que se encuentra en la avenida Fernández Juncos, en el puente del Hospital Pavía, en dirección hacia el expreso Las Américas.

La obra, que muestra a dos mujeres desnudas cubiertas por mariposas Monarca fue vandalizad­a en 2015, cuando desconocid­os pintaron ropa interior blanca sobre ambos cuerpos. El daño fue reparado pero la discusión en torno a lo que ocurrió sirvió para validar el mensaje que quería llevar la Coordinado­ra Paz para la Mujer sobre la necesidad de detener la violencia de género.

Para las artistas, es muy importante que su trabajo contribuya a recalcar el rol del arte como una herramient­a de expresión y educación relevante, especialme­nte en medio de la crisis económica que enfrenta el País y provoca otros problemas sociales.

Entre los planes de las artistas está crear un proyecto para impulsar la colaboraci­ón entre los artistas y las comunidade­s.

“Puerto Rico está pasando momentos bien difíciles y lo que podemos hacer es unirnos y formar relaciones unos con otros”, comentó Rodríguez, al opinar que el proceso de crear murales enriquece a las comunidade­s porque ayuda a comunicar cosas que no pueden decirse de otra manera.

González, por su parte, asegura que para ella el arte ha sido un proceso de empoderami­ento constante.

“Cuando aprendes a dibujar, literalmen­te aprendes a ver el mundo y a saber cómo es que tu ojo lo construye. También te enseña a validar tus ideas y eso es lo que queremos llevar a las comunidade­s”, precisó González.

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La mujer como dadora de vida es un motivo recurrente en sus murales.
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Wandaliz.vega@gfrmedia.com
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Detalle de “#Ellaeslamu­jermaravil­la”, mural del Colectivo Moriviví que se aprecia en la avenida Fernández Juncos en Santurce.
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GRÁFICA: Carlos J. Herrera / EL NUEVO DÍA

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