Contaminación atmosférica y salud
Mañana viernes se celebra el Día Interamericano de Calidad de Aire. Aprovechemos esta coyuntura para discutir el impacto significativo que tiene la contaminación atmosférica sobre la salud, al punto que a nivel mundial superó a la contaminación del agua como la causa principal de muertes prematuras dentro de todos los tipos de contaminación.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, el 92% de los habitantes del planeta residen en áreas donde no se cumplen con las guías de calidad de aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, mueren 8.2 millones de personas cada año por la contaminación atmosférica. Esto representa más de dos veces la población de Puerto Rico. De este total, se registran 600,000 muertes al año de niños de cinco años o menos.
Como informé en una columna anterior, afortunadamente, Puerto Rico cumple con las normas de calidad de aire de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). En el pasado, el área de Guayanilla-Tallaboa no cumplía con la norma para bióxido de azufre y la cuenca aérea de Cataño (que incluye porciones de Guaynabo, Bayamón, San Juan y Toa Baja) no cumplía con la norma para materia particulada. ¿Significa esto que no debemos preocuparnos por la contaminación del aire en Puerto Rico?
La respuesta es que gracias al cambio climático ahora estamos más expuestos al polvo del Sahara. Cuando era niño y adolescente el fenómeno ocurría una o dos veces al año. No recuerdo que el profesor D. Clay McDowell, ni más tarde Lucy Pereda, mencionara al polvo del Sahara en sus secciones del tiempo. De un tiempo para acá, ocurre con tanta frecuencia que se incluye en la sección del tiempo de los noticiarios. Además, gracias al cambio climático tenemos más fuegos forestales y de pastizales. Estos fuegos emiten grandes cantidades de materia particulada que es sumamente dañina a la salud. Un dato poco divulgado es que estos fuegos también emiten dioxinas. De acuerdo a la OMS, los fuegos forestales de Indonesia en el año 2015 provocaron alrededor de 100,000 muertes prematuras en el sureste asiático.
La proyección es que el cambio climático aumentará la intensidad y la frecuencia de los episodios de polvo del Sahara. El lado positivo es que estos episodios interfieren con la formación de huracanes y a bajar su intensidad, si ya se formaron. Otro aspecto poco conocido es que estos episodios proveen alimento a los bosques, especialmente a aquellos ubicados en suelos poco fértiles como el bosque del Amazonas y el bosque enano de El Yunque donde la capa de suelo es limitada.
Otro aspecto que debemos considerar son las emisiones de los vehículos de motor que utilizan diesel como combustible. Las emisiones de vehículos construidos desde el final de la década del noventa han disminuido significativamente debido a que el nivel de azufre en el diesel bajó dramáticamente por requisitos federales, al igual que la eficiencia de los nuevos motores que usan este combustible. Gracias al diesel más limpio, desde finales de los noventa, a los vehículos que utilizan
diesel por primera vez se le pudieron instalar los convertidores catalíticos que reducen aún más las emisiones. El problema son las guaguas, camiones, arrastres y tractores viejos. Debido al alto costo de su reemplazo, estos vehículos siguen operando por décadas, algunos hasta por medio siglo, sin convertidores catalíticos, fumigándonos con todo tipo de emisiones deletéreas.
Les insto a oponerse a cualquier intento del gobierno federal de eliminar o flexibilizar las limitaciones sobre emisiones establecidas durante las pasadas cinco décadas. Los impactos sobre la salud serían devastadores para Puerto Rico.