El estatus no es una ideología
En Puerto Rico, los partidos políticos tradicionales están organizados según su preferencia sobre el estatus. Y a veces cometemos el error de identificar estos partidos como ideológicos, como si la preferencia de estatus fuese una “ideología”.
Supongamos que nos encontramos en la calle y me preguntas: “¿Qué crees sobre aumentar el salario mínimo en Puerto Rico?” Y yo contesto: “Soy estadista”. ¿Te contesté la pregunta? De igual forma, supongamos que me preguntas: “¿Crees que se deben privatizar las playas?” Y yo contesto: “Yo soy independentista”. Nuevamente, tampoco te contesté la pregunta. El estatus no contesta las preguntas de cómo queremos que se gobierne nuestro país.
Y es que ser estadista, autonomista, soberanista o independentista no es adoptar una postura ideológica. Se puede ser estadista y de izquierda a la misma vez. Por ejemplo, durante la primera mitad del siglo 20, uno de los principales partidos estadistas en Puerto Rico era el Partido Socialista. De igual manera se puede ser un independentista de derecha, ya sea por razones xenofóbicas, racistas o machistas.
El Gobierno de Puerto Rico tiene —o tenía debido a PROMESA— ciertos poderes sobre asuntos de política pública: puede aumentar el salario mínimo, puede preservar las playas como bienes públicos para el disfrute común, y puede adoptar una serie de medidas sobre asuntos sociales y económicos que nos afectan día a día. Un ejemplo nefasto de esto fue la Reforma Laboral que eliminó derechos del pueblo trabajador, particularmente en la empresa privada. La Reforma Laboral tiene que ver menos con el estatus y la estadidad, y más con la ideología de derecha del PNP. Pero, como vimos, ser de derecha y ser estadista no es lo mismo, como demuestra la gran cantidad de estadistas que votaron por Bernie Sanders.
Ahora, cuando vamos a votar en las elecciones, escogemos partidos o candidatos, principalmente, por si coincidimos con estos sobre el estatus. Pero no estamos en un plebiscito: estamos en una elección en donde escogeremos al gobierno que, precisamente, aprobará leyes sobre el salario, el ambiente, la salud y la educación. Nuestra postura ante esos temas demuestra nuestra ideología. Si crees en aumentar los salarios y mantener las playas públicas, posiblemente eres de izquierda. Si crees en bajar las contribuciones a los ricos y cerrar escuelas, posiblemente eres de derecha.
Cuando escogemos nuestros gobernantes, debemos pensar en cómo van a gobernar y no cuál es su preferencia de estatus.