¿Hasta dónde llega la Ley PROMESA?
Todos estos pleitos que están radicando en el Tribunal Federal, relacionados a PROMESA, recaerán en que la Constitución de Puerto Rico sea declarada ilegal. De eso es que se trata.
Para lo que compone ésta, mejor que se declare inconstitucional y ultra vires. Pero el asunto trae cola.
Todavía hay quien cree que la Constitución del Estado Libre Asociado es legal para unas cosas y para otras no. ¡Cosas veredes, Sancho! Es posible, como comedia de Don Quijote, creer tal cosa.
No sé a quién le conviene esto. Si Puerto Rico se queda sin constitución no sólo la deuda, llamada constitucional, se quedaría sin fundamento. Esto sería un caos, donde el estado ya no tendría poder ni para encausar los criminales y mucho menos reclamar algún poder de estado. Se vaciarían las cárceles y/o se estaría volviendo al estatuto de las relaciones federales de 1902; o antes. Toda acción gubernamental dependería del Congreso. Ya se está viendo. A la luz de Pueblo v. Sánchez Valle, 2015TSPR025 y otros.
Habría que correr para depender de algún estado de derecho a la luz de la cláusula territorial que es lo que impera hoy. Digámoslo claro. Ya no hay constitución.
Las constituciones no son legales para una cosa y otras no. Están amparadas en el poder judicial que es otra cosa. Nunca se ha visto que una constitución se declare no funcional en el 90% y se siga contando con ella. El proceso es llamar a una asamblea y derogarla. ¿Y cuánto tomaría eso? ¿Y para qué?
Si nos hemos sometido al poder “imperial”, pues que sea así para todo. No nos llamemos a engaño —poder fiscal, juicio por jurado en casos civiles, poder legislativo, y fiscal, etc.
Aquí lo que impera es el acta de 1900. Y si nos quisieran quitar la ciudadanía congresional, allá ellos. Vendernos como bolsa, o lo que sea, de eso se ha hablado bastante claro. Efraím Cintrón García
Fajardo