Mirada a un luchador dentro y fuera de la tarima
La película “Vico C: la vida de un filósofo” muestra las altas y bajas a nivel profesional y personal de un artista que se ha destacado por mostrarse tal cual es
Su talento inigualable y altibajos en la vida son de conocimiento popular. El rapero puertorriqueño Vico C nunca ha escondido su sentir acerca de los temas que le molestan ni los sucesos dramáticos que han puesto a prueba su fuerza y su fe.
Esa transparencia con la que siempre ha dado la cara aun en sus puntos más bajos se ve reflejada en la película sobre su vida “Vico C: la vida del filósofo”.
Se trata de un relato audiovisual que retrata su talento inigualable para el juego de palabras centrado en los problemas sociales y su fiel creencia en Dios, su adicción a las drogas, rehabilitaciones y recaídas, su convicción y su renacimiento en un hombre más fuerte, más creyente y mucho más sabio.
La cinta, que estrena en los cines de la isla, presenta un recorrido cronológico por la vida del cantante desde su niñez, cuando surgieron sus primeros acercamientos con el arte, y sus momentos de éxito, pero también aquellos en los que tocó fondo y cómo se recuperó de ellos.
La historia narrada por el propio Vico C también trabaja de manera efectiva las emociones del espectador al llevarlo de la risa a las lágrimas de una escena a otra.
El proyecto producido por Piñolywood Films le dio la primera oportunidad actoral al joven Luis Armando “Loupz” Lozada, hijo del llamado “filósofo del rap”, quien para no contar con experiencia histriónica, realizó una caracterización creíble de la figura de su padre. A lo anterior, debe sumarse el parecido físico tan grande que existe entre ambos.
Además de una película biográfica, “Vico C: la vida del filósofo” es una historia que destaca el valor y la importancia de desarrollar a los niños en sus talentos y no imponerles actividades por las que no se sienten atraídos. También presenta de forma clara lo peligrosas que son las adicciones a las drogas, pero igualmente que con determinación y apoyo se puede salir de ellas.
No se trata de un filme religioso, sin embargo, destaca el lugar tan importante que siempre ha tenido para el artista su fe en Cristo, y cómo ni en sus momentos más difíciles ha dejado de creer en su salvador.
Los fanáticos que vayan a verla en la salas de cine de toda la isla, podrán del mismo modo, recordar las décadas de 1980 y 1990, con sus modas y sus jergas. Detalles como esos fueron bien cuidados por el director Eduardo “Transfor” Ortiz, para llevar a los espectadores por un viaje en el tiempo al son de los éxitos del vocalista.
Asimismo, la cinta cuenta con una narrativa que fluye desde el principio, salvo por algunas imágenes predecibles que caen en el cliché. La calidad de la imagen también es aceptable, pero el sonido puede llegar a molestar en algunas partes.
El reparto lo componen Mariangelie Vélez en el rol de Sonia Torres, esposa de Vico C; César Farrait como don Rafael Lozada, padre del cantante; y Nore-Liz Latorre como doña Margarita Cruz, su madre, entre otros.