Difícil tarea de recuperación
Residentes de San Martín son evacuados tras el paso del huracán Irma
La mayoría de la isla caribeña de San Martín no tiene ni agua ni luz, la comida escasea y algunas de sus ciudades parecen estar “sin ley” con brotes de violencia. Gran parte de la isla tampoco dispone de comunicaciones móviles y el aeropuerto está seriamente afectado por el paso del huracán Irma a principios de la semana pasada, lo que dificulta las tareas. Las autoridades de Holanda y Francia, países que se dividen el territorio de la isla, han prometido ayuda.
SAN MARTÍN.- Con la esperanza de poder salir de San Martín tras el devastador paso del huracán Irma, cientos hicieron ayer una larga fila bajo el candente sol, en una entrada hacia la pista del aeropuerto internacional Princess Juliana, en Phillipsburg.
El gobierno estadounidense despachó, por tercer día consecutivo, varios aviones C-130 para sacar a ciudadanos norteamericanos de las zonas afectadas y traerlos a Puerto Rico. Personal de la embajada de Estados Unidos y otras agencias de auxilio hicieron el viaje desde Puerto Rico para ayudar en los trabajos de logística. La expectativa era trasladar entre 300 y 400 personas a suelo puertorriqueño.
El último avión que trasladaría a las personas desde San Martín partió luego de las 6:30 p.m. Al arribar al aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina, fueron recibidos en el área de recogido de maletas con aplausos, ropa y artículos de primera necesidad.
El Nuevo Día pudo ver y documentar el nivel de destrucción en la isla luego que el fenómeno atmosférico la devastara el pasado 5 de septiembre. Casas completamente destruidas y botes de gran tamaño que
terminaron en tierra son parte del caótico escenario de San Martín.
Pedro Porfirio Álvarez, natural de la República Dominicana pero residente en San Martín hace más de 30 años, contó que “se fue el techo, pero estábamos todos preparados antes de que empezara el huracán y nos fuimos para la parte de atrás, que es de concreto”. Comentó que el aumento en la presencia militar ha mermado los saqueos y los robos reportados en días pasados.