Frente común contra la incertidumbre
La creatividad, el liderato genuino y la verdadera innovación social ocurren mayormente en tiempos de grandes retos. Sin embargo, es posible argumentar que durante la última década de crisis económica que hemos vivido en Puerto Rico todavía no hemos podido sobrepasar el reto principal: unirnos como puertorriqueños, en un frente común para, efectivamente, identificar y ejecutar una verdadera solución al problema que por años confrontamos.
Como pueblo, sufrimos todos del malestar de no operar con liderato, creatividad e innovación de manera independiente en nuestra propia realidad socioeconómica o política. Parte del problema es que por mucho tiempo hemos dedicado nuestras energías a pensar y hablar de lo mucho que hemos perdido, pero por alguna razón, sea desgaste emocional o mala costumbre, no nos hemos enfocado en lo que sí tenemos de una manera positiva.
La realidad es que la crisis que vivimos, aunque definitivamente difícil, todavía no nos ha tocado a nivel categoría 5, ya que no hemos llegado a nivel de sobrevivencia, sino más bien a uno de simplemente menos abundancia.
No obstante, los efectos del huracán Irma nos han dado una gran oportunidad para reflexionar y ser optimistas, ya que hay unos paralelos interesantes que no se deben ignorar. El paso cercano del huracán para algunas comunidades ha sido devastador, pero para Puerto Rico, la realidad es que pudo haber sido mucho peor.
La semana pasada el paso de Irma nos ayudó como pueblo a recordar lo que tenemos, no lo que perdimos. Frente a la tormenta, hemos demostrado que tenemos una bondad interna, que sí podemos ser creativos e innovadores. Y que sí existe liderato genuino entre nuestras filas. Pero más importante aún, el paso de la tormenta ha demostrado que, como puertorriqueños, si ponemos nuestras emociones políticas a un lado y nos unimos como pueblo, podemos atender las emergencias de una manera unificada y eficaz en un frente solidario.
Las tormentas siempre pasan, pero cómo reaccionamos luego del paso de una es lo que cuenta. Hay que aprender de esta experiencia desagradable y usarla de manera positiva como antesala a la verdadera crisis que sí vamos a tener que seguir enfrentando durante los próximos años en Puerto Rico.
Aprovechemos la lección en solidaridad que se nos proveyó durante esta pasada semana para unirnos todos como puertorriqueños en un frente común y fortalecernos contra los vientos que vendrán en estos tiempos de tanta volatilidad e incertidumbre.