Sector de salud urge reforma integral
Salubristas piden al gobierno y a la Junta Fiscal que asignen los fondos necesarios para estudiar cómo encaminar un sistema público universal
Consejo Multisectorial de Salud insiste en la importancia de hacer un estudio actuarial que demuestre la eficiencia de este modelo
Justo cuando en el Congreso de los Estados Unidos se decide si se incluye a Puerto Rico en asignaciones federales que garanticen la supervivencia del Plan de Salud de Puerto Rico (PSG), así como de todo un sistema salubrista cuya estabilidad está amarrada a la suerte que corra la cubierta gubernamental, urge la necesidad de transformar un esquema que ya no aguanta más costuras.
“Tenemos un sistema que ya no es fiscalmente sostenible”, resaltó ayer el doctor Luis Avilés, vicepresidente del Consejo Multisectorial del Sistema de Salud de Puerto Rico.
Adscrito al Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y ratificado por un estatuto aprobado en diciembre de 2015, este organismo aboga por realizar un estudio actuarial que identifique cuál es el mejor modelo de salud para el país.
Su reclamo fue lanzado a finales del año pasado, cuando el Consejo presentó su primer informe, titulado Basta ya de parchos en el sector salud, en el cual insistieron en la premura de hacerle cambios fundamentales, no cosméticos, al sistema.
El fin del Consejo es estudiar modelos de prestación de servicios de salud y de financiamiento para identificar cuál es el más adecuado para Puerto Rico.
Ayer, en una mesa redonda con El Nuevo Día, varios miembros del Consejo lamentaron que aún no se haya podido hacer el análisis ante la falta del dinero necesario para poder realizarlo, $500,000.
Según el doctor Rafael Torregrosa, presidente del Consejo, los fondos que necesitan ya cuentan con el aval del presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, José B. Carrión, así como del presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez. Pero, dijo Torregrosa, no han recibido el dinero porque, con la aprobación del Plan Fiscal, esos fondos quedaron bajo la tutela de la agencia interesada, como ha sucedido con todas las asignaciones especiales. En este caso, los fon- dos están bajo la tutela del Departamento de Salud, dijo.
Pero el portavoz de prensa de la Junta, José Luis Cedeño, dijo a este diario que Carrión se reunió con miembros del Consejo para discutir el asunto y que pudo haberse expresado verbalmente a favor del estudio, pero que la JSF no ha recibido una petición oficial para el uso de fondos públicos para hacer este análisis actuarial.
No fue posible conseguir una reacción del presidente cameral a través de su portavoz de prensa, Raúl Colón; ni del secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, mediante el director de comunicaciones de Salud, Eric Perlloni.
“Si no vamos a tener la ayuda (del gobierno) y no retomamos estos acuerdos, esto es un llamado a todos los sectores del país para que financien el estudio”, dijo Torregrosa, quien resaltó que el gobierno federal ha enfatizado en la importancia de que se cuente con la participación de quienes tienen participación en el sistema, lo que, dijo, justifica el insumo de organismos como la Comisión.
BUSCANDO LA EFICIENCIA
RAND, una corporación que se dedica a hacer investigaciones que ayuden a impulsar soluciones y cambios de política pública, sería el organismo encargado de hacer el estudio actuarial.
Este analizaría tres modelos de salud: el actual, el que el gobierno propone para iniciar el próximo año y uno basado en un seguro de salud universal con pagador único.
“La idea es calcular cuál es el modelo más eficiente. Cuál, por menos dinero, abarca (cubre) a más personas, y cuál es el más eficiente de los tres”, dijo Torregrosa.
La meta principal, recalcó, es crear una estructura para un nuevo sistema de salud que haga mejor uso de los fondos públicos y sea mejor que el actual.
Para demostrar el deterioro en que se encuentra el sistema de salud, el dentista mencionó que ni los $6,400 millones que se le asignaron a la Reforma de Salud a través del Obamacare lograron comprar una mejor salud para el pueblo o provocar una mayor satisfacción en la clase médica y evitar su continua fuga.
“Tenemos que buscar un modelo más eficiente. Por eso es tan importante el estudio que lo identifique”, subrayó.
Según Torregrosa, el análisis actuarial que realizaría RAND tomaría un año en completarse, aunque, a los seis meses, ya habría resultados preliminares.
Para hacer el estudio, se necesita, entre otra información, la cantidad de personas con seguro de salud en el país, los gastos adicionales o deducibles de los asegurados y el gasto total de salud a nivel gubernamental.