Gasolina, pero por la izquierda
En Cuba, afrontan la escasez de combustible que provocó el temporal con el ingenio de siempre
LA HABANA, Cuba.- La fila de autos acapara casi todo el carril de la derecha en la céntrica avenida “G” de La Habana cuando aún no son las 11:00 a.m. Todos esperan lo mismo, una oportunidad para repostar combustible, tarea que se ha convertido en todo un desafío en Cuba tras el paso del huracán Irma.
Hay todo tipo de vehículos, desde los clásicos almendrones –como se les llama a los carros antiguos que circulan en el país- hasta un Audi de cuatro puertas de última generación.
Algunos han esperado más de una hora, aseguran, para servirse, porque les dijeron que aquí “hoy sacaban gasolina”, una información sin ribetes oficiales que ha corrido en la calle como la pólvora.
La espera es todo un riesgo, pues al final, igual, el combustible puede no llegar y que lo reasignen a alguna de las postas de las agencias de seguridad encargadas de la emergencia, pero eso no desanima a los pacientes conductores, que prefieren jugársela.
“Para mí es mejor esperar aquí todo el día que seguir dando vueltas buscando dónde repostar combustible, porque ya casi no tengo, y me gastaría el poco que me queda en la calle, y eso no tiene sentido”, dice a El Nuevo Día un taxista que se identificó como Ángel y que llevaba una hora a la espera de que la gasolina apareciera.
Él, como muchos otros, sacó la mañana para eso, para esperar, para poder salir con el tanque lleno y poder comenzar a ganarse la vida.
El tema de la gasolina en Cuba es complejo incluso sin haber recibido el embate directo de un huracán categoría 5, como Irma.
Normalmente, hay que visitar varias estaciones en un día para conseguir combustible, sobre todo, si se trata de gasolina “especial”, por lo que toparse con ella en tiempos de escasez no es tarea sencilla.
Requiere, digamos, de mucha paciencia y de contactos en la calle para “hacer la cola”, como dicen los cubanos a la fila, en el lugar correcto, sea porque hay combustible o porque llegará en algún momento del día.
El vehículo de El Nuevo Día —un carro de alquiler chino que traga más combustible que un dragón— usa de esa gasolina especial. Conseguirla en las bases diarias no es nada sencillo y, ahora con el huracán, se ha complicado mucho más.
Luego de buscar combustible por toda la ciudad y de recibir el “no hay” de rigor en las pocas estaciones abiertas, un “pajarito” asegura que en “G” y 25 hay gasolina especial.
Me coloqué al final de la larga cola con la esperanza de que se moviera, pero después de 15 minutos, nada pasó y un chofer de almendrón gritó que allí no habría combustible hasta la tarde. La cola se disolvió. Pero, antes de montarme nuevamente en el carro, un mulato vivaracho se acercó y ofreció el negocio: “tengo gasolina por la izquierda, y tengo muchas cosas, pero por la izquierda”.
La oferta era tentadora por lo complicado del momento, pero lo más interesante era lo que implicaba, porque, en Cuba, un país de izquierdas, es posible conseguir de todo lo que escasea, pero, claro está, por la izquierda.
“Luego de buscar combustible por toda la ciudad y de recibir el ‘no hay’ de rigor en las pocas estaciones abiertas,un ‘pajarito’ asegura que en ‘G’ y 25 hay gasolina especial”