El Nuevo Día

Gasolina, pero por la izquierda

En Cuba, afrontan la escasez de combustibl­e que provocó el temporal con el ingenio de siempre

- BENJAMÍN MORALES MELÉNDEZ Especial El Nuevo Día

LA HABANA, Cuba.- La fila de autos acapara casi todo el carril de la derecha en la céntrica avenida “G” de La Habana cuando aún no son las 11:00 a.m. Todos esperan lo mismo, una oportunida­d para repostar combustibl­e, tarea que se ha convertido en todo un desafío en Cuba tras el paso del huracán Irma.

Hay todo tipo de vehículos, desde los clásicos almendrone­s –como se les llama a los carros antiguos que circulan en el país- hasta un Audi de cuatro puertas de última generación.

Algunos han esperado más de una hora, aseguran, para servirse, porque les dijeron que aquí “hoy sacaban gasolina”, una informació­n sin ribetes oficiales que ha corrido en la calle como la pólvora.

La espera es todo un riesgo, pues al final, igual, el combustibl­e puede no llegar y que lo reasignen a alguna de las postas de las agencias de seguridad encargadas de la emergencia, pero eso no desanima a los pacientes conductore­s, que prefieren jugársela.

“Para mí es mejor esperar aquí todo el día que seguir dando vueltas buscando dónde repostar combustibl­e, porque ya casi no tengo, y me gastaría el poco que me queda en la calle, y eso no tiene sentido”, dice a El Nuevo Día un taxista que se identificó como Ángel y que llevaba una hora a la espera de que la gasolina apareciera.

Él, como muchos otros, sacó la mañana para eso, para esperar, para poder salir con el tanque lleno y poder comenzar a ganarse la vida.

El tema de la gasolina en Cuba es complejo incluso sin haber recibido el embate directo de un huracán categoría 5, como Irma.

Normalment­e, hay que visitar varias estaciones en un día para conseguir combustibl­e, sobre todo, si se trata de gasolina “especial”, por lo que toparse con ella en tiempos de escasez no es tarea sencilla.

Requiere, digamos, de mucha paciencia y de contactos en la calle para “hacer la cola”, como dicen los cubanos a la fila, en el lugar correcto, sea porque hay combustibl­e o porque llegará en algún momento del día.

El vehículo de El Nuevo Día —un carro de alquiler chino que traga más combustibl­e que un dragón— usa de esa gasolina especial. Conseguirl­a en las bases diarias no es nada sencillo y, ahora con el huracán, se ha complicado mucho más.

Luego de buscar combustibl­e por toda la ciudad y de recibir el “no hay” de rigor en las pocas estaciones abiertas, un “pajarito” asegura que en “G” y 25 hay gasolina especial.

Me coloqué al final de la larga cola con la esperanza de que se moviera, pero después de 15 minutos, nada pasó y un chofer de almendrón gritó que allí no habría combustibl­e hasta la tarde. La cola se disolvió. Pero, antes de montarme nuevamente en el carro, un mulato vivaracho se acercó y ofreció el negocio: “tengo gasolina por la izquierda, y tengo muchas cosas, pero por la izquierda”.

La oferta era tentadora por lo complicado del momento, pero lo más interesant­e era lo que implicaba, porque, en Cuba, un país de izquierdas, es posible conseguir de todo lo que escasea, pero, claro está, por la izquierda.

“Luego de buscar combustibl­e por toda la ciudad y de recibir el ‘no hay’ de rigor en las pocas estaciones abiertas,un ‘pajarito’ asegura que en ‘G’ y 25 hay gasolina especial”

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