Atlético inicia una nueva era
Los colchoneros jugarán su primer juego en el Wanda Metropolitano
El Atlético de Madrid y el Málaga compiten esta tarde (2:45 p.m.) en el primer partido de la historia del Wanda Metropolitano, el esperado estreno del nuevo estadio del conjunto rojiblanco.
Los colchoneros llegan al partido con dos empates consecutivos y sin margen de error, como su oponente, uno de los dos únicos equipos sin puntos en esta Liga.
Será un día de emociones, de fiesta y de entusiasmo por todo lo que supone una nueva casa en un club de fútbol, impresionante, moderna, innovadora y con capacidad para 68,000 espectadores.
Pero también será una ocasión con muchas obligaciones, las que imponen los cuatro puntos de distancia del Atlético respecto al liderato del Barcelona.
Todo marcado por la inauguración del estadio Wanda Metropolitano, presidida por el Rey Felipe VI, retransmitida en 182 países y que ha centrado los últimos meses en el club rojiblanco por la nueva era que comienza este sábado para el Atlético, para su plantilla y para sus aficionados, expectantes ante una cita que ya será irrepetible.
“Los fanáticos, obviamente, nunca olvidarán las memorias, la nostalgia y el amor que tenían para el viejo estadio Metropolitano o el Vicente Calderón”, dijo el director técnico del Atlético, Diego Simeone.
“Y se enamorarán del Wanda Metropolitano, porque lo que hace que se enamoren es el equipo y su camiseta. Y eso nunca cambiará”, abundó.
Con sólo un entrenamiento sobre el nuevo campo, es el primer partido de local del Atlético de esta temporada. Primero jugó en Girona, con un agónico empate a dos; después se trasladó a Las Palmas con una convincente victoria por 1-5, su único triunfo hasta ahora en cuatro encuentros oficiales de este curso; y luego enlazó dos 0-0, en la Liga en Valencia y en la Liga de Campeones en Roma.
La visita a la ciudad italiana evidenció un problema de gol en el Atlético. Si en Mestalla apenas contó una oportunidad, en el Olímpico de Roma acumuló una decena, pero no encontró la red de la portería contraria, indispensable para ganar los partidos.